Las ucronías (es decir, las ficciones históricas alternativas) están de moda. Hace poco se estrenó la precuela de X-Men en la que se ofrecía una nueva versión de la guerra de los misiles y ahora le toca el turno a la llegada del hombre a la Luna. La tercera entrega de Transformers nos cuenta que los americanos se obsesionaron por llegar a nuestro satélite, no por una lucha política con Rusia, sino para analizar los estos de una nave extraterrestre que se estrelló allí. 42 años después el mundo conocerá qué había en ese OVNI.
Crítica de cine. Transformers: el lado oscuro de la Luna, de Michael Bay