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TIPOLOGÍA LINGÜÍSTICA

VALORACIÓN

Para la valoración del impacto de la incorporación del Campus Virtual dentro de la asignatura voy a basarme en dos ejes fundamentales:

• simplificación de los procesos,

• mejora de los resultados de aprendizaje.

De acuerdo con el primero, la utilización de Campus Virtual tendrá un impacto positivo en la media en que contribuya a agilizar y simplificar los diferentes procesos implicados en el desarrollo de una asignatura. Aquí hay que diferenciar entre los procesos de gestión de la asignatura, los procesos de comunicación y los procesos de aprendizaje.

Por lo que se refiere a los dos primeros, la valoración que se puede hacer es de índole general y no específica de cada asignatura. No cabe duda de que las herramientas de seguimiento y control de alumnos, la posibilidad de creación de grupos de trabajo, la generación de informes, etc., simplifican los procesos de gestión de la asignatura y permiten al profesor tener un control más directo sobre ella, sin depender ya de una mediación administrativa.

Igualmente, el uso de plataformas de comunicación constituye una mejora importante de la posibilidad de comunicación. No creo necesario insistir a estas alturas en los aspectos generales del uso de correo electrónico, foros y chats, aunque sí en la incidencia que pueden tener en el desarrollo de una asignatura. Una adecuada gestión de estas herramientas permite abrir espacios de reflexión adicionales y, además, su carácter no inmediato invita a una reflexión previa y a una elaboración de los contenidos mayor que en los debates y discusiones en la clase presencial. Frente a la respuesta “a bote pronto” o el silencio en la clase presencial, el debate en un foro puede permitir la participación de un número mayor de estudiantes y hacer que las intervenciones sean más interesantes que cuando se improvisan. Además, estas herramientas también permiten que estén en comunicación entre sí todos los estudiantes de la asignatura, no solo con el profesor, lo que supone una mayor agilidad.

Por otra parte, la posibilidad de compartir informaciones con los compañeros de curso puede constituir un factor de motivación para indagar en los temas de la asignatura. Por ejemplo, en el trabajo en “Tipología lingüística” he podido constatar que cuando aparecía en la prensa alguna noticia que tenía que ver con los contenidos de la asignatura, es frecuente que alguno de los alumnos dé cuenta de ella en los foros, lo que puede suscitar el interés de otros estudiantes y hacer que se profundice en algunos aspectos relacionados con la materia objeto de estudio.

Con todo, el problema que presentan las herramientas de comunicación integradas en las plataformas de enseñanza virtual es que habitualmente exigen que el alumno entre dentro del espacio de la asignatura para tener acceso a ellas. Se ha avanzado algo en este sentido, por ejemplo con la posibilidad existente en Moodle de que los usuarios puedan vincular con la asignatura la dirección de correo electrónico que utilizan habitualmente, de modo que les lleguen a ella los mensajes generados dentro del curso. Sin embargo, sería deseable que también se pudieran vincular las plataformas con herramientas de comunicación de uso general como Facebook o Twitter, de forma que el usuario de las plataformas las tuviera integradas dentro de su propio “universo comunicativo”.

En cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje, el uso de plataformas de enseñanza virtual permite una mejor adaptación de la asignatura a las necesidades e intereses de cada estudiante. Obviamente, cada estudiante tiene un nivel de dedicación a la materia diferente, y esto por razones que pueden ser muy variadas. La posibilidad de tener acceso de forma rápida y cómoda a materiales y recursos adicionales a los utilizados en las clases presenciales permite que el alumno que quiere profundizar en alguno de los temas pueda hacerlo con mayor facilidad, más allá de las clásicas bibliografías, a las que no sustituyen sino que complementan.

Creo que en el futuro inmediato el reto estará precisamente en conseguir que el uso de las plataformas de enseñanza virtual no quede limitado al trabajo no presencial del alumno, sino que puedan utilizarse las plataformas también en las clases presenciales. Esto necesariamente tendrá un impacto en el diseño de las asignaturas en el Campus Virtual, ya que éste deberá incluir los recursos necesarios tanto para el trabajo en el aula con el profesor como para el trabajo de los alumnos fuera del aula.

No obstante, hay que decir que las plataformas de enseñanza virtual siguen presentando algunos problemas de ductilidad cuando se quieren hacer usos “atípicos” en ellas. Por ejemplo, una herramienta de uso frecuente son los cuestionarios, pero resulta difícil combinarlos con el trabajo por grupos y con la posibilidad de incorporar como respuesta a los cuestionarios textos largos y no únicamente soluciones de opción múltiple o de relleno de huecos.

Por lo que se refiere a los resultados de aprendizaje, mi apreciación es que la utilización de las plataformas de enseñanza virtual tiene un impacto positivo en los resultados. Creo que esto puede ser el resultado de la acción combinada de dos factores. El primero de ellos es el factor “motivación”: el uso de plataformas digitales liga el estudio universitario con el universo habitual de los estudiantes y con el nivel tecnológico al que la mayor parte de ellos están acostumbrados en su vida cotidiana. El segundo factor es la facilidad y comodidad de acceso a un mayor número de recursos, lo que permite aumentar el rendimiento del tiempo de trabajo dedicado a la asignatura.

Esta mejora en los resultados tiene una plasmación objetiva en un menor porcentaje de alumnos suspensos. Asimismo, hay una toma de conciencia por parte del estudiante de cuál es el nivel que va alcanzado en la asignatura. Dada la interacción con el profesor y con otros estudiantes a través de la plataforma virtual, resulta más fácil percibir cuál es el nivel relativo propio por comparación con los otros estudiantes y ser consciente de esa forma de si se ha alcanzado el nivel necesario para superar la materia, algo que para algunas asignaturas con un fuerte componente teórico no resulta nada fácil en las clases presenciales. Por otra parte, la participación activa en las actividades realizadas a través del Campus Virtual motiva al alumno a mantener de forma continuada el ritmo de estudio y de trabajo en la asignatura, ya que de lo contrario le resulta imposible participar en las actividades propuestas.

En definitiva, el esfuerzo invertido en la “virtualización” de las asignaturas, y siempre teniendo presente que en el caso de la Universidad Complutense, nos encontramos ante un tipo de enseñanza en la que el componente presencial es esencial, redunda en un mayor rendimiento de los procesos y en una mejora de resultados. No obstante, la inversión de tiempo y esfuerzo por parte del profesor en la construcción paulatina de la asignatura (y mejor aún, si es coordinada con otros profesores) necesita una continuidad a lo largo de varios cursos para que merezca la pena.

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