MARCO COMUNICATIVO DEL CÓDIGO VERBAL
Lázaro Carrillo Guerrero
Universidad de Granada
Resumen
La
lengua es un código abierto, variable y adaptable, de acuerdo con la situación
comunicativa. Ello implica un recorrido de acceso a los significados
circunscrito por la estructura social, y en la cual se establece una
distribución del poder, una ideología, y unas relaciones de solidaridad. Pero
también implica una organización semiótica realizada en un marco
retórico-gramatical de codificación, el registro, y donde se actualiza un
significado potencial, un código gramatical, y un código socio-situacional de
estructuración genérica. De modo que la situación comunicativa determina que
código selecciona el usuario y en que condiciones, y la estructura social
establece que código controla el usuario.
1. Introducción
Una de las funciones de la lengua es
ejercer como un código para actuar como instrumento de comunicación. Pero es
necesario destacar dos cuestiones importantes que Leith y Myerson (1989)
plantean:
“Speech, then, can be described as multi-coded: many different
components operate simultaneously.” (Leith y Myerson, 1989:9)
“The verbal component may have a fixed form,
but its meaning can never be fixed, because at different times audiences in
various places will bring their own frameworks of interpretation to it and make
it mean something new.” (Ibíd.:9)
En el mismo sentido, Leech y Short (1981:119-147) afirman que la descripción de la lengua como código es demasiado limitada, ya que la lengua es abierta y sin límites fijos (open-ended) en cuanto que ella permite la generación de nuevos significados y nuevas formas (por ejemplo, significados metafóricos y neologismos). De modo que, si la lengua es un código, es un código complejamente mal definido, adaptable a la destreza innovativa de sus usuarios. Leech y Short, de acuerdo con su propuesta pluralista sobre el concepto de estilo, proponen una pluralidad de niveles de código (semántico, sintáctico, grafológico) en correspondencia, respectivamente pero no exacta, con la pluralidad de funciones (conceptual, interpersonal, textual).
2. Recorrido
social y organización semiótica
Entendemos que código (o la lengua como
código):
a)
encarna un recorrido de acceso a los
significados, el cual es determinado por el lugar que ocupa el individuo
en la estructura social, y determina que opciones se seleccionarán
apropiadamente en una situación determinada (Gregory y Carroll, 1978:80);
b)
y es una organización semiótica,
por encima del sistema lingüístico (en el nivel semiótico), que gobierna la
selección de significados realizada por un hablante y su interpretación por un
oyente; y que controla, además, los estilos semánticos de la cultura
(Bernstein, 1971; Halliday, 1978:111).
Pero el código es una práctica lingüística asociada, también, a las variables situacionales:
“The code is actualized in language through the
register, since it determines the semantic orientation of speakers in
particular social contexts; …” (Halliday, 1978:111)
El
fenómeno de la “diglosia” muestra esta condición. Ya que se trata de una
comunidad lingüística donde se usan dos formas distintas de la misma lengua:
una apropiada para unos determinados contextos, y la otra apropiada para otros.
En este sentido, código es considerado como una lengua o variedad de lengua
coexistiendo con otras lenguas o variedades de lengua. Es decir, los códigos
operan en la selección de significados dentro de los distintos tipos de
situaciones, pero la estructura social, también, está relacionada a la variedad
de lengua que determina un registro (Halliday, 1978:67).
La competencia gramatical innata en todos
los individuos configura los códigos lingüísticos a través de la interacción y
las acciones comunicativas (Gumperz, 1986:22).
Y el concepto de competencia comunicativa implica la idea de un
repertorio comunicativo. Este repertorio se refiere a la totalidad de recursos
lingüísticos (toda la variedad de los códigos de la lengua) disponibles a los
miembros de una comunidad lingüística (Gumperz, 1986:20). Cada miembro, como
individuo selecciona entre estos códigos el más apropiado al contexto, pudiendo
cambiar de uno a otro en el mismo acto comunicativo:
“Rather than seeing code switching as the
consequence of a deficiency in one of the two languages or codes, it is seen as
a means of communicating intimacy, seriousness, a change of status from the
formal. It serves as a cure telling the hearer to employ different background
information to interpret what follows.” (William, 1992:170-1)
Y
entendemos que el cambio de código (code
switching) es aplicable tanto a
variedades de lenguas como a variedades dentro de la misma lengua. Gumperz
(1982:63) afirma que el desplazamiento de un código a otro sirve para llevar a
la interacción verbal una información semánticamente significativa que no ha
sido sistemáticamente explorada. Y cuando la ideología política cambia, las
actitudes a este deslizamiento de un código a otro también cambian. Él afirma
(pág.64) que el cambio de código[1]
es encontrado más frecuentemente en el habla informal. En un contexto bilingüe,
la tendencia (pág.66) es que la lengua minoritaria sea considerada como “código
nosotros” (we code) y asociada con
actividades informales e internas de grupo, y que la lengua mayoritaria sirva
como “código ellos” (they code)
asociada con relaciones más formales y externas al grupo, y menos personales.
Sin embargo, esta distinción “código
nosotros/código ellos” puede entremezclarse, en un contexto monolingüe, en
casos como los que presentan, por ejemplo, Halliday, McIntosh, y Strevens
(1964) cuando nos hablan de unos registros llamados lenguas restringidas
[lenguajes especializados] (restricted
languages), que pueden muy bien confundirse con códigos: el lenguaje
internacional de la aviación (International
Language of the Air), los mensajes por cable en tiempo de guerra, etc., y
otros menos restringidos como los pronósticos del tiempo, canciones líricas
populares, regulaciones y documentos oficiales y legales (jurídicos), etc.
Podemos
entender que los códigos “nosotros” y “ellos” forman parte de un proceso
interactivo de negociación, y sujetos al cambio de acuerdo con la diversidad de
situaciones comunicativas. Además, ellos implican que tanto la forma del
mensaje como el contenido del mensaje funcionan conversacionalmente y tienen un
rol en la implicación (Gumperz, 1982:95):
“The view that code switching is a discourse
phenomenon in which speakers rely on juxtaposition of grammatically distinct
subsystems to generate conversational inferences has important implications for
our understanding of how verbal signs function in human interaction and for our
understanding of the role of speech variation in human society.” (Gumperz, 1982:97)
Sobre este panorama podría hacerse una
distinción gradual entre “códigos restringidos” (sistemas cerrados, con un uso
de la lengua altamente formulista) y “códigos elaborados” (sistemas abiertos,
con un grado de creatividad individual en el uso de la lengua) (Gumperz,
1986:22). Garfinkel (1986:301-324) plantea esta distinción bajo el concepto de
indexicalidad [deixis] (indexicaliy)[2]. Con este concepto, se refiere
a la dependencia que la interpretación de los actos comunicativos tiene,
siempre, del conocimiento que ya poseen los hablantes. Este conocimiento puede
señalarse como parte del mensaje a través de la elección de palabras, del
estilo, de la acentuación, o de la entonación, o puede estar implícito en la
posición o punto de vista de los hablantes.
3. Marco retórico-gramatical de codificación: el
registro
Desde esta perspectiva, estos dos sistemas
de códigos (restricción y elaboración) son simplemente dos maneras de señalar
este conocimiento que ya se posee. De esta forma, los mensajes elaborados
llevan su máxima carga comunicativa mediante el léxico, y los mensajes
restringidos lo hacen a través de recursos comunicativos no léxicos: cambio de
código, acentuación, entonación, etc. Y cuanto más dependencia léxica, más
accesible será el mensaje para quienes no comparten conocimientos similares.
Ello hace que los códigos elaborados sean más apropiados para una comunicación
intercultural. Aunque no siempre son los más efectivos en la comunicación.
Así, un código presenta opciones, y
entendemos que lo hace en el marco de las variables del registro, donde interviene la capacidad cognitiva de los
interlocutores:
“Once learned, a linguistic code constrains the
individual's perception of his and his interlocutor's social role, just as
lexical structures constrain the individuals perception of features in the
physical environment.” (Gumperz, 1986:22)
Fawcet
(1980:70) sugiere que los términos competencia y actuación (competence, performance) sean reemplazados por los de código y
texto (code, text), teniendo,
respectivamente, los valores de potencial y actual. Él basa esta propuesta en
la noción de Halliday de potencial de significación:
“Halliday’s notion of MEANING POTENTIAL, then, in its intra-linguistic
sense, refers to the most important level of the code of language: its
generative base in the functional component networks that comprise the level of
semantics.” (Fawcet,
1980:55)
La
idea básica de Halliday (1978) es que la lengua es considerada como la
codificación de una conducta potencial en un significado potencial, es decir:
“… as a means of expressing what the human
organism ‘can do’, in interaction with other human organisms, by turning it
into what he ‘can mean’.” (Halliday, 1978:21)
Pero, nosotros no experimentamos la lengua
aisladamente, sino que lo hacemos siempre en relación a un escenario, a un
conjunto de personas, acciones, y eventos, de los cuales se deriva el
significado de lo que se dice (Halliday, 1978:28). Así, lo potencial es lo que
la gramática (o código) especifica, y lo actual es la salida (output) desde la gramática.
Para
Fawcet, el conocimiento del código y el uso del código están unidos más
íntimamente en la relación potencial / actualización (potential/actual) que en la relación competencia / actuación (competence /performance). Siendo las
reglas de la gramática, no afirmaciones, sino procedimientos a seguir:
“…the knowledge that is stored in a person’s
grammar is knowledge of what to do, knowledge of how one may behave
linguistically.” (Fawcet,
1980:258)
De todo esto, entendemos que el texto,
como producto retórico-gramatical codificado, es actualizado y tiene una salida
en un marco retórico-gramatical de codificación: el registro. Entendiendo por
marco retórico, el marco pragmático de la lengua, donde la función esencial es
de ser un instrumento de interacción interpersonal. Y donde este marco retórico
acoplado al marco gramatical de la lengua interviene en la competencia
comunicativa de una determinada situación.
Así,
en la película “The Fabulous Baker Boys”[3],
y en la secuencia donde Frank y Jack están sentados ante sus respectivos
pianos, y ante un público de mediana edad, en el salón-bar de un hotel podemos
observar como este marco del que hablamos produce un determinado registro.
Frank y Jack mantienen un diálogo entre ellos para codificar y transmitir,
comunicativa y ostensivamente, un mensaje a su auditorio, y lograr unos
efectos: darse a conocer, captar la atención y el interés, y contribuir a que
lo que van a tocar en el piano les guste al público presente. Para ello,
utilizan unas estructuras gramaticales mayormente declarativas, y algunas
interrogativas [Thank you, thank you. Good evening and welcome to the Starfire Lounge. My name is…….You know,
my brother and I have been playing together, gosh, I don’t know. How long has
it been, Jack?. ……Why? Well I guess you could say it’s the…] y unas señales
interrogativas de chequeo o apoyo a unas estructuras declarativas [That’s a lot
of water under the bridge, eh, Jack? ……We must’ve shaved three lives off that
cat, eh, Jack?]. Exponiendo
y comunicando, así, una información que el marco de codificación en el que
están situados propicia y da salida a ello.
4. Significación ideológica y organización semántica
Fawcet (1980:255) y Melrose (1988:85)
enfatizan que un modelo adecuado de discurso, o interacción social, necesita
incluir unos modelos adecuados de los códigos que pueden usarse, incluyendo el
código de la lengua. Es decir, los códigos semióticos tales como los códigos
verbales, los códigos paralingüísticos (verbal
codes, paralinguistic codes) (aspectos significativos de la conducta vocal
que no son descritos como parte del sistema de la lengua: tono de voz,
velocidad, vacilaciones, etc.), los códigos kinésicos (kinesic codes) (los gestos y otros movimientos del cuerpo que
intervienen significativamente en la comunicación), los códigos proxémicos (proxemic codes)[4]
(la relaciones físicas de distancia o acercamiento entre los interlocutores),
etc.
Para
Hodge y Kress (1988:52-3) los códigos proxémicos expresan, de forma
transparente, significados sociales de relaciones de solidaridad. No-proximidad
significa, normalmente, debilidad indiferencia, o alienación en una relación,
bien positiva o negativa. Proximidad significa una fuerte relación que puede
ser bien positiva (amor, intimidad) o negativa (agresión, hostilidad). La
variable de proximidad puede ser fuertemente ambigua, y en este caso necesita
de otras razones o señales para controlar la interpretación. La distancia es
también ambigua, aunque más débilmente. Para Hodge y Kress, estos códigos, con
sus significados de presencia o ausencia de solidaridad, no pueden considerarse
aislados, ya que las relaciones de solidaridad están entremezcladas con las
relaciones de poder en cualquier formación social, y estas relaciones vienen,
generalmente, marcadas a través de la dimensión superior-inferior (o
alto-bajo). Donde los dos ejes de espacio actúan juntos para crear significados ideológicos. Hodge y
Kress (1988:253-6) consideran que el código de la escritura permite el
desarrollo de regímenes de producción y recepción significativamente diferentes
de los códigos orales. Estos regímenes, y las prácticas que ellos controlan,
proyectan nuevas clases de agentes semióticos, nuevas clases de lengua y de
significado, nuevas formas de subjetividad. La práctica de la escritura es un
paso esencial en la formación ideológica de todos los individuos en la sociedad
contemporánea[5]. Sin que
ello quiera decir que los contenidos y efectos ideológicos sean consistentes, o
los mismos para todos.
En una relación funcional entre lengua y
organización social, Bernstein (1971) señala dos tipos de lenguas, en el nivel
de las clases sociales y de la organización de la familia: lenguas altas y
lenguas bajas (high languages / low
languages), a las que llamó respectivamente código elaborado y código
restringido[6]. Estos dos tipos de código
reflejan dos principios diferentes de organización semántica. Y cada código
orienta al usuario a un tipo específico de significado.
El
código elaborado está asociado con hablantes de alto estatus en situaciones
formales y con un tipo de organización familiar que él llamó “personal”, en la
cual habría un considerable campo para la redefinición de las relaciones de
rol. Entre los marcadores de este código están: una sintaxis compleja
(estructuras hipotácticas) con un gran abanico de selecciones sintácticas,
subordinación de oraciones, grupos verbales y del sustantivo (elaborados y
llenos de calificaciones y modalidades), léxico diferenciado, varios tipos de
transformaciones, y sobre todo, significados explícitos. Estos significados que
son hechos explícitos verbalmente tienen un carácter universal: el emisor no
asume que el destinatario comparta el significado, y por lo tanto éste es asequible
a todos los miembros de la comunidad lingüística. Es por tanto, un tipo de
lengua independiente del contexto, que mantiene la distancia social, y que no
hace suposiciones acerca del propósito del oyente. Sin embargo, este código
tiende a emplear un significado universal y un modelo de discurso
particularista. Estos códigos (elaborados) expresan una solidaridad baja, ya
que posicionan a los participantes con cierta distancia entre ellos y con
respecto al mundo de los referentes, y de ahí que deban ser explícitos.
El código
restringido está asociado con una estructura familiar ya establecida, donde las
relaciones de código están trazadas y no son negociables. Los marcadores son
opuestos a los anteriores: sintaxis simple (estructuras paratácticas) con un abanico
limitado de selecciones sintácticas, una restringida variedad de formas
lingüísticas, y unos significados implícitos. Estos significados hechos
implícitamente de forma verbal tienen un carácter particularista: el emisor
asume que el destinatario comparte el significado, y por lo tanto éste no es
asequible a todos los miembros de la comunidad lingüística, sino que está
limitado a ciertos grupos. Es por tanto, un tipo de lengua dependiente del
contexto, con una forma socialmente personal o íntima, en la que se supone el
propósito del oyente, y basándose en unas normas comunes. Sin embargo, este código tiende a emplear un
modelo de discurso universal emparejado con un significado particularista.
Estos códigos (restringidos) expresan una solidaridad alta, ya que están en un
contexto que unen a los hablantes y oyentes en un vínculo común, de ahí que
puedan ser implícitos.
Pero, el contexto puede activar un
deslizamiento desde un código a otro. Por ejemplo, el cambio de un contexto
privado o íntimo a uno público o formal activa el deslizamiento desde el código
restringido hacia el código elaborado. Según Bernstein, en Inglaterra, los
niños de ciudad de una clase social trabajadora baja tienden a tener solamente
un código restringido. Los niños de clase social media tienen ambos códigos,
restringido y elaborado. Y los dos grupos entrando en diferentes tipos de
relaciones, aprenden a expresar el significado, mediante la lengua, de
diferentes maneras. Además, Hasan (1973:258)[7],
entendiendo que los códigos están situados en un nivel semiótico por encima del
sistema lingüístico, afirma que éstos –código elaborado y código restringido-
pueden ser considerados cómo códigos de conducta, donde la palabra conducta
cubre la conducta verbal y no verbal.
Douglas
(1972:312; en Halliday, 1978:89) interpreta que el trabajo de Bernstein
argumenta principalmente que la distribución de las formas de habla es
igualmente una realización de la distribución del poder. Ella considera que
Bernstein mira a cuatro elementos en el proceso social:
1)
el sistema de control,
2)
los límites que éste establece,
3)
la justificación o ideología que santifica los límites,
4)
el poder que hay detrás de todo.
5. La conducta lingüística a través del código
verbal
Esta concepción de código de Bernstein
muestra cómo el sistema social determina, y es reflejado en, las diferencias
lingüísticas, y cómo el código controla el repertorio verbal de un individuo, y
su capacidad para codificar, lexical y gramaticalmente, el significado. Las
diferentes estructuras de clase social crean diferentes códigos lingüísticos,
diferentes estrategias de significado, diferentes maneras de usar la lengua.
Pero,
el código necesita de una determinada situación comunicativa para seleccionar
las opciones adecuadas. Se dice que el código controla la manera de hablar, la
manera en que el usuario actualizará el significado potencial.
Sin
embargo, nos gustaría matizar que:
a)
esta distinción de Bernstein entre código restringido y código elaborado no
está muy lejos del uso genérico de la lengua, es decir, de unas “estructuras
genéricas en el uso de la lengua” características de unos grupos sociales o
comunidades lingüísticas, y que en un grado determinado, dentro de una cierta
escala, pueden ser fosilizadas y oficializadas:
“... the categories encoded in language may become
fossilized and unconscious; and they may be slanted towards the needs of
officialdom and politicians, rather than the needs of the individual person.”
(Fowler, 1996:48)
b)
el marco que realmente interviene en el control de la manera de hablar, y en la
actualización del significado potencial, no es el marco genérico del código,
sino “el marco del registro”[8],
donde se realizan el “código gramatical” de la lengua (con una mayor o menor
creatividad individual) y ese otro “código de estructuración genérica”[9]
(con una menor creatividad individual, y dependiendo de las variables
socio-situacionales de una determinada comunidad lingüística).
Con
todo, realizamos como ilustración la siguiente figura:
Figura: Línea de conducta lingüística a través del
código verbal
La página web (en Internet)[10], “Low Tar Exposed: the truth
about smoking ‘lights’ and ‘mild’”, puede ilustrar prototípicamente este
planteamiento. Tenemos en ella un significado potencial que tanto el emisor
como el receptor codifican y descodifican comunicativa y ostensivamente en el
discurso semiótico que conforma la página web. Este significado potencial se
actualiza a través de unas codificaciones gramaticales características de este
tipo de registro interactivo, donde el receptor puede elegir su propio discurso
interpretativo de acuerdo con las codificaciones gramaticales que vaya
eligiendo [Home / The truth / The spin / No more lights / Ready to quit /
Campaign info / About us / Find out why / Find out the real facts of ‘lights’
cigarettes / Read why terms such as ‘light’ and ‘mild’ have been banned from
cigarettes pack / ………]. Así, este código gramatical se caracteriza por: una
estructura principal argumentativa, representada en una conclusión, y
funcionando estilísticamente como la más importante y llamativa (el tamaño de
letra es el más grande, y la posición en la página es la más relevante) [Low
tar cigarettes are just as harmful as regular cigarettes]; unas estructuras de imperativo ofreciendo o
instando a obtener más información [Find out…; See through…; Read why…; Email a
friend; …]; y otras estructuras sin verbo [The truth about ‘low tar’; No more
‘light’ and ‘mild’; Campaign news; More press releases; …] que tienen la fuerza
ilocutiva de incitar a buscar más información. Toda esta estructuración
lingüística está acompañada de una codificación visual. Y, tanto el significado
potencial que se actualiza en el texto, como toda esta codificación gramatical
vienen constituidos y enmarcados por lo que llamamos el “código
socio-situacional de estructura genérica”, el cual viene caracterizado por un
conocimiento compartido acerca de los prejuicios del tabaco –enmarcado en la
variable de “campo”-, un código proxémico, marcado por la distancia o
acercamiento (no solamente físico, sino también cognitivo) entre los
interlocutores –enmarcado en la variable de “tenor”-, y las posibilidades
comunicativas, así como sus modalidades, del medio utilizado, la página web
–enmarcadas en la variable de “modo”. Y este código de estructuración genérica
se sitúa dentro del marco de este tipo de situación comunicativa o “registro”,
el cual está dominado por el factor de tenor.
Donde la distancia y la interactividad que caracterizan a esta variable
(tenor), potencialmente, pueden producir diferentes realizaciones, es decir
diferentes registros, de acuerdo con la participación e interacción que el
receptor tenga. Pero, estas diferentes realizaciones llevarían el recorrido de
la realización de un significado potencial, un código gramatical, y un código
socio-situacional de estructuración genérica.
Bernstein (1971) considera a los códigos
como diferentes estrategias en el uso de la lengua. Y Halliday (1978) describe
a la lengua como un código con un significado potencial que el hablante o el
oyente puede accionar, y actualizar, en unos significados concretos dentro de
unas situaciones comunicativas determinadas. El uso de la lengua requiere de
unas estrategias que se realizan desde el “código potencial de la lengua”
(manifestándose en significados), a través del “código gramatical disponible”,
y del grado de “código socio-situacional de estructuración genérica” impuesto
por una distribución cultural de poder e ideología. Un grado extremo de este
código socio-situacional lo muestra el caso de “antilengua”. Halliday
(1978:181) lo interpreta como un caso límite de código. Y desde esta
perspectiva, él hace una definición de código, que puede ser válida para
definir lo que nosotros llamaríamos “código socio-situacional de estructuración
genérica impuesto por una distribución cultural de poder e ideología”:
“A code may be defined just in this way: as a
systematic pattern of tendencies in the selection of meanings to be exchanged
under specified conditions. (Note that the ‘specified conditions’ are in the
sociolinguistic environment…).” (Halliday, 1978:181)
Este
sistemático modelo de tendencias en la selección de significados que es el
código de la lengua, ya viene formulado por Saussure como un sistema de
unidades y procesos. Donde la estructura genérica es la forma que un texto
tiene como propiedad de su género, es decir, la forma sistemática de procesar
el sistema de unidades de la lengua. Y donde la estructura genérica no es
solamente una característica de los géneros literarios, sino de todo discurso,
incluyendo la conversación más informal y espontánea (Sacks et al. 1974; Halliday, 1978:134). En
términos de Halliday: la estructura genérica de un texto consiste en su
estructura organizativa, contribuyendo a su registro.
Así
pues, la conclusión a la que llegamos, de acuerdo con Halliday (1978), es que
la situación comunicativa determina que código selecciona el usuario y en que
condiciones; pero además, la estructura social establece que código controla el
usuario.
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© Lázaro Carrillo Guerrero. Círculo de
Linguística Aplicada a la Comunicación 21, febrero 2005. ISSN 1576-4737.
http://www.ucm.es/info/circulo/no21/carrillo.htm
[1] Gumperz hace la siguiente distinción entre cambio de código y préstamo:
“Whereas borrowing is a word and clause level
phenomenon, code switching is ultimately a matter of conversational
interpretation, so that the relevant inferential processes are strongly
affected by contextual and social presuppositions.” (Gumperz, 1982:68).
[2] El término “indexical” (usado en filosofía) [deíctico, en lingüística] es relativo a un contexto específico, con un determinado hablante y destinatario, y una específica localización situacional.
[3] Dirigida por Steve Kloves. The Rank
Organisation/Gladden Entertainment, 1998.
[4] “The anthropologist Edward Hall
(1966) has coined the term ‘proxemic' to refer to the set of meanings carried
by physical relationships in space, specifically by closeness ('proximity',
hence his name for the codes) and distance.” (Hodge y Kress, 1988:52)
[5] “The semiotic conditions in
education differ from those of other pre-educational contexts in one decisive
respect: the dominance of the written code.” (Ibíd.:253)
[6] Bernstein desarrolló una pareja análoga de
categorías para describir cómo diferentes sistemas educativos organizan y
transmiten conocimientos. Bernstein se interesa principalmente por las
estructuras paradigmáticas, como modos dominantes de organizar y transmitir
conocimiento en una cultura. Así, el código (o sistema) integrado (integrated (systems) code) se
caracteriza por unos vínculos bajos, y por una cohesión en su totalidad, y el
código (o sistema) acumulado (collect (systems) code) se caracteriza por unos vínculos altos, y por una
individualización del conocimiento y de la sociedad.
[7] Ver a Hasan
(1973:258 y sigs.) y Halliday (1978:101 y sigs.) para una discusión sobre
código desde el punto de vista lingüístico.
[8] El texto está
incrustado en un contexto de situación, y la situación también está expresada o
encerrada en el texto. Este contexto es una estructura semiótica, donde los
rasgos lingüísticos que están típicamente asociados con la configuración de los
rasgos situacionales, con los valores particulares de “campo”, “tenor”, “modo”,
constituyen un “registro”. (Halliday, McIntosh y Strevens, 1964; Halliday y
Hasan, 1976:22-23; Halliday, 1978:61-2/141)
En
términos generales podemos decir que:
“Campo”
es la clase de acción social o tema que está teniendo lugar y que está
generando el texto, incluyendo las intenciones o propósitos del hablante o
escritor.
“Tenor”
es la relación entre los participantes en el acto comunicativo y su tipo de
interacción; abarcando una relación íntima, muy formal, informal, temporal,
permanente, etc., el estatus y el rol de los participantes, sus actitudes,
intenciones, relaciones sociales, etc..
“Modo” es el medio usado como
canal de comunicación, la manera en la cual el contenido es comunicado:
hablado, escrito, improvisado, preparado, etc., y el género o modo retórico del
texto, como narrativo, didáctico, persuasivo, etc...
[9] Esta
estructuración genérica podría
considerarse como la
actualización del Potencial de la Estructura Genérica (Generic Structure Potential) (GSP) propuesta por Hasan (1977). GSP
es el abanico de posibles realizaciones de un determinado género.