HACIA UN PAR DE UNIVERSALES PRAGMÁTICOS
José María Gil
Universidad Nacional de Mar del Plata –
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas de
jmgil a mdp. edu. ar
ABSTRACT
FACE-THREATENING AND
FACE-INVADING ACTS: TOWARDS TWO PRAGMATIC UNIVERSALS
According to the
foundational work by P. Brown and S. Levinson, some communicative acts
intrinsically threaten the speaker’s and the hearer’s face. Therefore, when
performing these ‘face-threatening acts’, speakers use strategies in order to
minimize the face threat. The purpose of this paper is to support the idea that
all speech acts, i.e., all utterances, inevitably affect both the speaker’s and
the hearer’s face. This thesis leads us to the distinction between non-impolite
and rude speech acts. Non-impolite speech acts, which are
polite when involving at least one politeness strategy, always threaten the
speaker’s and the hearer’s face. Rude speech acts always invade the
hearer’s face and, consequently, the speaker’s face. This analysis enables us
to suggest that there are two general principles that take part in verbal
communication.
KEY WORDS
Speech act,
face-threatening act, speaker’s face, politeness
RESUMEN
De acuerdo con el trabajo fundacional de P. Brown
y S. Levinson (1978, 1987), algunos actos
verbales y no verbales son intrínsecamente amenazadores de la imagen del
hablante (H) o del oyente (O). Todo adulto competente tiene una imagen
negativa, el deseo de que no se le imponga lo que debe hacer, y una imagen
positiva, el deseo de que sus deseos y valoraciones sean considerados. De este
modo, una orden amenaza, antes que nada, la imagen negativa de O; el
reconocimiento de un error, por su parte, la imagen positiva de H. El planteo
central de Brown y Levinson
es que los hablantes desarrollamos estrategias de cortesía para atenuar la
amenaza de la imagen. En este trabajo voy a defender la tesis de que en
realidad todos los actos de habla, i.e., todos los enunciados, afectan
inevitablemente la imagen de H y de O. Esta postura nos lleva a distinguir
entre actos no descorteses y actos descorteses. Los actos de habla no
descorteses, que en general involucran estrategias de cortesía, amenazan la
imagen de H y de O; los actos descorteses directamente invaden la imagen de O
y, por ello, la de H.
PALABRAS CLAVE
acto
de habla, amenaza, imagen del hablante, cortesía
1. ACTOS DE HABLA
AMENAZADORES Y ACTOS DE HABLA INVASIVOS
En su trabajo fundacional, P.
Brown and S. Levinson (1978; 1987) asumen que todos los adultos competentes de
una sociedad son agentes racionales que poseen una imagen positiva y una imagen
negativa. La palabra imagen es
traducción del inglés face, que en su acepción
más corriente significa “cara”. Metafóricamente, la imagen es nuestra cara
social. Un verso muy conocido dice Estoy perdiendo imagen a tu
lado. Esa expresión de nuestro cancionero popular sirve para entender qué
significa la imagen: es, informalmente, nuestra autoestima y el respeto social
que reclamamos para nosotros (Gil 2001: 223). La imagen presenta dos aspectos
estrechamente relacionados. La imagen negativa es el deseo elemental de libertad
de imposición, mientras que la imagen positiva es el deseo básico de aprecio y
valoración de los propios deseos. El término proviene de Goffman (1967) y se
relaciona con expresiones habituales como las de la canción citada. En efecto, ‘perder imagen’ tiene un
equivalente inglés exacto: ‘losing face’. Entonces, cuando el hablante (H) le pregunta
cortésmente al oyente (O)
1 ¿Podrías darme una hojita de
las que tenés acá?,
H amenaza la imagen negativa
de O porque le impone una acción futura: dar una hoja. Pueden considerarse
muchos otros tipos de actos (de habla) amenazadores de imagen. Por ejemplo,
2 Llegué un poco tarde porque
tuve una entrevista con el director.
Al admitir su responsabilidad
por haber llegado tarde, H invade directamente su propia imagen positiva. En
mayor o menor medida, todo enunciado, i.e., todo acto de habla, tiene un sesgo
amenazador. Aun las afirmaciones aparentemente inocentes sobre el tiempo pueden
generar un desacuerdo, como con aquel personaje de Woody Allen llamado Zellig.
En realidad, el solo hecho de hablar ya amenaza la imagen de O, porque cuando H
habla O debe escuchar. Resulta crucial aquí la idea de que todo enunciado (‘utterance’) es un acto de habla, y viceversa. De hecho, cada
una de las realizaciones lingüísticas es un enunciado. Es claro que el
enunciado tiene tanto una amplia variedad propiedades no-gramaticales (como la
fuerza ilocucionaria) y una estructura lingüística (la oración). Para describir
una oración deben considerarse nada más que las propiedades puramente
gramaticales de los enunciados (Sperber and Wilson 1995: 9). De todas maneras,
la correspondencia entre un acto de habla simple y un enunciado simple no
involucra que la identificación de la fuerza ilocucionaria del acto de habla
sea esencial en el proceso de comprensión de enunciados (Sperber and Wilson
1995: 245).
Lo fundamental es que todas los enunciados afectan tanto la imagen de H
como la de O. Sin embargo, hay un problema de grado que no carece de importancia.
Justamente, una crítica despiadada es muy diferente de una corrección amable.
Consideremos (3):
3 Leer tu ensayo fue una
lamentable pérdida de valiosos segundos.
El enunciado (3) invade la
imagen positiva de O, porque desprecia manifiesta y descortésmente lo que es
valioso para H (su propio ensayo). Por el contrario, un enunciado al estilo de
(4) amenaza, pero no invade, la imagen positiva de O:
4 Tu ensayo necesita
correcciones.
H lleva a cabo el acto
amenazador de imagen (AAI) y, por ello, afecta seriamente la imagen positiva de
O. Pero H no ha sido descortés, porque, aunque se critique el ensayo de O, no
se llega a dañar la inteligencia o la capacidad de O. Digamos que H ha hecho el
AAI sin atenuación, abiertamente (“without redressive action, baldly”).
Comparemos los ejemplos
anteriores con el que sigue:
5 Tu ensayo es interesante,
pero habría que revisar algunas cosas.
En este caso, también se
amenaza la imagen positiva de O, pero H ha efectuado el AAI con alguna
atenuación. Se reduce la amenaza por medio de la apelación a un entorno común:
H manifiesta que las ideas de O son interesantes, i.e., manifiesta aprobación o
simpatía por O. En este caso, H dice que algo que es valioso para O debe
modificarse, lo cual significa que H amenaza la imagen positiva de O. Pero como
H también ha usado al menos una estrategia de cortesía (positiva) no ha llevado
a cabo el AAI de manera abierta, ni mucho menos ha sido descortés e invasivo.
En realidad, en el ejemplo (5), H se ha comportado de manera cortés.
Los ejemplos (1)-(5) ponen de
manifiesto, en primer término, que la amenaza y la invasión de la imagen son
hechos sociales con realizaciones lingüísticas y, en segundo lugar, que ambas se
incluyen en un continuum que va desde la amenaza tenue hasta la invasión más
agresiva. Una simple invitación como
6 ¿Te gustaría tomar una
cerveza?
amenaza la imagen positiva
de H, porque la persona que hace el ofrecimiento expresa que valora a O y que,
en parte por esto, corre el riesgo del rechazo, lo que puede significar que O
no aprecia la compañía de H tanto como H aprecia la de O. Esto naturalmente
ocurre cuando el ofrecimiento es sincero, i.e., cuando H prefiere que O acepte,
cuando H prefiere que O vaya a tomar una cerveza.
Parece, entonces, que cada
simple acto verbal afecta la imagen de H y la de O. Y si es verdad que todos
los enunciados inevitablemente afectan la imagen de H y de O, todas las cosas que decimos son, por lo
menos, amenazantes, y a veces invasoras.
2. HACIA DOS PRINCIPIOS SOBRE
EL USO DEL LENGUAJE
2.1. AMENAZA DE
Se sugiere la hipótesis de que todos los
actos de habla afectan al mismo tiempo la imagen de H y de O. En esta línea de
análisis y en relación con los fenómenos de cortesía, entonces, hay solamente
dos grandes clases de actos de habla: los no-descorteses y los descorteses; los
primeros son actos de habla amenazadores de imagen (AAI) y los últimos actos de
habla invasores de imagen (AII). Si un acto de habla no-descortés incluye al
menos una estrategia de cortesía, se trata de un acto de habla cortés; de lo
contrario, se está ante una acto de habla no-descortés propiamente dicho. La
figura 1 resume la taxonomía.
Figura 1. Clases de actos de habla
(emisiones) en términos de la cortesía verbal
Actos
de habla corteses
(con
estrategias de cortesía))
Amenazadores de imagen
(AAI)
= Actos de habla no
descorteses
Actos de habla no-descorteses propiamente
dichos (“on record”)
Actos de
habla
Actos invasores de imagen (AII)
= Actos de habla
descorteses
En primer lugar debería
analizarse cómo cada tipo de acto de habla no-descortés, i.e., todo
enunciado no-descortés, amenaza tanto la imagen de H como la de O. Así se
podría sostener la idea de que cada cosa que nos atrevemos a decir compromete
nuestra imagen y la del otro.
Para caracterizar las diversas
clases de actos verbales puede tomarse la tipología tal vez ya clásica
elaborada por Searle (1975). También puede interpretarse que esa clasificación
se basa en la célebre regla esencial (Searle 1969), según la cual un
determinado enunciado x cuenta como y en el contexto c; e.g., el enunciado ‘Prometo que voy a
venir el año que viene a la misma hora’ cuenta como la asunción del
compromiso de una acto fututo por parte de H, en este caso, ir al lugar en
cuestión el año siguiente a la misma hora.
Las diversas
categorías de actos de habla pueden definirse del siguiente modo.
1.
Los actos de habla asertivos comprometen a H con la
verdad de la proposición expresada. Tradicionalmente se ha creído que “esas ilocuciones
tienden a ser neutrales en lo relativo a la cortesía” (Leech 1983: 105).
2.
Los directivos expresan que H quiere que O lleve a
cabo una acción futura.
3.
Los comisivos comprometen a H para hacer algo en el
futuro.
4.
Los expresivos cuentan como la manifestación de la
actitud psicológica de H hacia un determinado estado de cosas.
5.
Las declaraciones cuentan como el establecimiento de
una correspondencia entre el contenido proposicional y la realidad.
En los próximos incisos intentaré demostrar
cómo es que todos los actos de habla pertenecientes a estas cinco categorías
afectan al mismo tiempo, aunque con diferencias de énfasis, las imágenes
positiva y negativa de H y de O.
2.1.1. ACTOS DE HABLA
ASERTIVOS
Si, por ejemplo, H dice
7 Llueve,
se compromete con el
valor de verdad de la proposición que
expresa. Puede esperarse, por lo tanto, esta serie de consecuencias:
i)
La aserción amenaza la imagen positiva de H porque se
expone a la consideración o a la valoración de O el compromiso que tiene H con
la verdad de la proposición expresada.
ii)
La aserción amenaza la imagen negativa de H. Cuando se
compromete con la verdad de una proposición, H se impone una obligación: tiene
que ser consecuente con sus propias palabras.
iii)
La aserción amenaza la imagen positiva de O. H ha
elegido un tema determinado y lo ha presentado de una cierta forma. Ese tema y
ese modo pueden no ser valiosos o considerables para O.
iv)
La aserción amenaza la imagen positiva de O porque H
impone un tema a O.
2. 1. 2. ACTOS DE HABLA
DIRECTIVOS
Estamos aquí ante una complejísima categoría
que abarca órdenes, preguntas, ruegos, consejos. En términos de la cortesía
verbal y de la amenaza de la imagen se puede adoptar el mismo enfoque que para
el análisis de los actos de habla asertivos. Imaginemos que alguien dice,
cortésmente:
8 Cerrá la puerta, por favor.
H hace manifiesto que quiere
que O haga algo en el futuro inmediato: cerrar la puerta. Se pueden mencionar,
por ello, estas consecuencias:
i)
El acto directivo amenaza la imagen positiva de H
porque se expone que H quiere, prefiere o aun necesita que O haga algo.
ii)
El acto directivo amenaza la imagen negativa de H
porque H se impone una obligación: tiene que ser consecuente con sus propias
palabras, i.e., con su deseo, su preferencia o su necesidad.
iii)
El acto directivo amenaza la imagen positiva de O.
Cuando hace manifiesto que espera que O haga algo, H expresa un supuesto sobre
la capacidad de O, y aun sobre la posición social de O.
iv)
El acto directivo amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de O, puesto que H le impone a O que haga algo.
2. 1. 3. ACTOS
DE HABLA COMISIVOS
Cuando H realiza un acto de habla comisivo,
tal vez una promesa como
9 Mañana te voy a traer un
chocolatín,
puede identificarse un
conjunto de condiciones análogo al que se ha caracterizado en los incisos
previos.
i)
El acto comisivo amenaza la imagen positiva de H
porque H admite que desea hacer algo que va a beneficiar a O. Así, H manifiesta
un supuesto sobre su capacidad y aun sobre su condición social.
ii)
El acto comisivo amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de H porque H se impone hacer algo en beneficio de O.
iii)
El acto comisivo amenaza la imagen positiva de O. H
hace manifiesto un supuesto sobre los deseos o preferencias de O; e.g., H cree
que O quiere o prefiere que H haga lo que dice que va a hacer.
iv)
El acto comisivo amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de O porque H se impone una acción futura que afectará a O de
manera directa.
2. 1. 4. ACTOS DE HABLA
EXPRESIVOS
Los actos de habla expresivos cuentan la
manifestación de una determinada actitud psicológica hacia un estado de cosas. Si
H dice sinceramente:
10 ¡Suerte!,
es cortés porque hace
manifiesta su simpatía por o su afinidad con O. Sin embargo, H amenaza su
propia imagen y la de O.
i)
El acto expresivo amenaza intrínsecamente la
imagen positiva de H porque sus sentimientos o emociones quedan manifiestamente
expuestos a la consideración o a la valoración de O.
ii)
El acto expresivo amenaza la imagen negativa de H,
porque H se impone una obligación, la de ser consecuente con los sentimientos o
emociones que ha expresado.
iii)
El acto expresivo amenaza la imagen positiva de O
porque H hace manifiesto un supuesto sobre los deseos, las preferencias y aun
las necesidades de O.
iv)
El acto expresivo amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de O. H le impone su propia valoración a O y esto tiene consecuencias
concretas, tales como que se espere que O se muestre agradecido o solidario con
H, por ejemplo.
2. 1. 5. DECLARACIONES
Las declaraciones cuentan como el
establecimiento de una correspondencia entre el contenido proposicional y la
realidad. Constituyen en efecto “una categoría muy especial de actos de habla” (Searle 1975: 18),
porque en general los ejecuta una persona especialmente autorizada en un
determinado marco institucional. Por ejemplo, un juez puede decir
11 Lo declaro inocente.
Aunque un enunciado de este tipo se incluye
en un marco institucional muy específico como una corte, involucra la acción
humana y se relaciona inevitablemente con la amenaza de la imagen.
i)
La declaración amenaza la imagen positiva de H. H, una
persona autorizada, expone algo que debe considerarse institucionalmente
legítimo.
ii)
La declaración amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de H. H se impone la obligación formal de respaldar el nuevo
estado de cosas que, al menos en parte, sus palabras generaron.
iii)
La declaración amenaza la imagen positiva de O. Como
la declaración involucra condiciones o reglas, involucra un supuesto fuerte
sobre la posición social de O.
iv)
La declaración amenaza intrínsecamente la
imagen negativa de O. Dado que O es miembro del marco institucional donde se
efectúa la declaración, O debe aceptar l que esta expresa.
2. 1. 6. RESUMEN
La tabla 1 resume los conceptos que se han
desarrollado en el inciso 2. cada acto de habla
amenaza al mismo tiempo la imagen positiva y la imagen negativa de H y de O.
(Las amenazas intrínsecas figuran en bastardilla). Dado que las amenazas
a H y a O registran cuatro modalidades distintas, las consideraciones que se
han hecho pueden reformularse así:
1. Amenaza de la
imagen positiva de H. Cuando alguien dice algo no-descortés, inevitablemente
elige un tema y por ello mismo ya hace una valuación. De este modo, H se expone
a sí mismo y expone sus valoraciones.
Cuando hablo, me expongo.
2. Amenaza de la
imagen negativa de H. Cuando alguien dice algo no-descortés, se impone a sí
mismo la obligación de ser consecuente con sus propias palabras. Como sugiere
Austin (1962): la palabra empeñada me obliga.
3. Amenaza de la
imagen positiva de O. Cuando alguien dice algo no-descortés, efectúa una
elección y tal vez valoración que no son las de O. Cuando hablo, hago una
opción que, obviamente, no es la de O.
4. Amenaza de la
imagen negativa de O. Cuando alguien dice algo no-descortés, le impone a su
oyente que haga algo, por lo menos que crea en el contenido proposicional expresado.
Cuando hablo, inevitablemente pretendo que el otro haga algo.
Tabla 1. Amenaza de la imagen según las
clases de actos de habla
|
|
Tipo |
de amenaza |
|
Tipo de
acto de |
Imagen |
del
hablante |
Imagen |
del
oyente |
habla / enunciado |
Positiva |
Negativa |
Positiva |
Negativa |
Asertivo |
Se expone
a la consideración de O el compromiso de H con la verdad de la proposición
expresada. |
H se
impone la obligación de ser consecuente con la verdad de la proposición expresada. |
H elige
un tema y lo presenta de un modo particular. La opción y tal vez la
valoración no son los de O. |
H le
impone un tema a O. |
Directivo |
H admite
que prefiere o aun necesita que O haga algo. |
H se
impone la obligación de ser consecuente con el deseo o la necesidad que
expresa. |
H hace
manifiesto un supuesto sobre la capacidad y aun la condición social de O. |
H le
impone a O que haga algo. |
Comisivo |
H admite que
desea hacer algo en beneficio de O. Hace manifiesto un supuesto sobre su
capacidad y aun sobre su posición social. |
H se
impone hacer algo en beneficio de O. |
H hace
manifiesto un supuesto sobre los deseos o preferencias de O. E.g., H cree que
O prefiere que cumpla lo que promete. |
H se
impone un acto futuro que va a afectar a O. |
Expresivo
|
Se
exponen los sentimientos o emociones de H a la valoración de O. |
H se
impone la obligación de ser consecuente con los sentimientos o las emociones que
expresa. |
H hace
manifiesto un supuesto sobre la tolerancia, las expectativas y aun los
deseos y necesidades de O. |
H le
impone su valoración a O, así como también la expectativa de que O sea “solidario” con lo que H expresa. |
Declaraciones |
H, un
individuo autorizado, expone algo que debe ser institucionalmente legítimo. |
H se
impone dar respaldo al nuevo estado de cosas que, al menos en parte, las
palabras generan. |
H
manifiesta un supuesto fuerte sobre las posibilidades y aun sobre la condición
social de O. |
O es
parte del marco institucional donde se realiza la declaración y por ello debe
aceptarla. |
Resumen |
Cuando
hablo, me expongo. |
La
palabra empeñada me obliga |
Cuando
hablo, hago una opción que, obviamente, no es la de O. |
Cuando hablo,
inevitablemente pretendo que el otro haga algo. |
2.2. INVASIÓN DE
Ya se han analizado los actos de habla
no-descorteses. Sin embargo, puede ocurrir –y de hecho ocurre– que un acto de habla
sea directamente descortés (cfr. figura 1). En este caso, H tiene la intención
de ofender, dañar/invadir la imagen de O. Esta invasión puede darse, por
ejemplo, a través de un insulto como el
del caso (12) o de una amenaza kafkiana como la de (13).
12 Sos un imbécil
13 Mañana a las 5 te voy a
pegar, hijo
Los actos de habla descorteses dañan al mismo
tiempo la imagen de H y de O. Efectivamente, todo acto amenazador de imagen
(AII) perjudica muy seriamente la imagen de O y, tal vez de forma inevitable o
paradójica, al estilo de la ley de acción y reacción, ataca la imagen de H. En
conclusión, cuando alguien efectúa un AII, emite un enunciado que daña, en
primer lugar, la imagen de O y, en segundo término, la suya propia. La invasión
adopta aquí también cuatro modalidades distintas.
1. Invasión de la
imagen positiva de H. Al decir algo descortés, H se expone, i.e., expone sus
valoraciones, expresa una consideración fuertemente negativa de O. Si te
insulto, no seré considerado positivamente por la mayoría.
2. Invasión de la
imagen negativa de H. Al decir algo descortés, H se impone ser consecuente
con sus palabras altamente controversiales y con su desaprobación de O. Como el
contenido proposicional ataca a O, la imposición sobre H es muy fuerte.
3. Invasión de la
imagen positiva de O. Al decir algo descortés, H hace manifiesto que
desvaloriza a O.
4. Invasión de la
imagen negativa de O. Al decir algo descortés, H le impone un tema o incluso
una acción que desvaloriza (ejemplo 12) o perjudica (ejemplo 13) a O.
La tabla 2 resume
los conceptos precedentes.
Tabla 2. Invasión de la imagen según dos
tipos de actos de habla
|
|
Tipo |
de
amenaza |
|
Tipo de
acto de habla |
Imagen |
del
hablante |
Imagen |
del
oyente |
/
enunciado |
Positiva |
Negativa |
Positiva |
Negativa |
Insulto |
H expone
su valoración altamente controversial sobre O. |
H se
impone ser consecuente con la valoración negativa que hace de O. |
H
desprecia a O. |
H le
impone a O un tema que, previsiblemente, no le gustará. |
Amenaza
propiamente dicha |
H admite
que desea hacer algo que va a perjudicar a O.
Hace manifiesto un supuesto sobre su capacidad e intereses en función
de O. |
H se
impone una acción futura que va a perjudicar a O. |
H hace
manifiesto que es más poderoso que O. |
H le
impone a O una acción que supuestamente lo va a perjudicar. |
3. CONCLUSIÓN: DOS PRINCIPIOS
SOBRE EL USO DEL LENGUAJE
Como se había anunciado al comienzo de este trabajo,
las consecuencias de la inevitable afección de la imagen (por amenaza o
invasión directa) son dos principios que tal vez rigen la comunicación humana.
1. Principio
pragmático de amenaza de la imagen. Todos los actos de habla
no-descorteses (incluyendo los corteses) amenazan simultáneamente la imagen
positiva y la imagen negativa de H y de O.
2. Principio
pragmático de invasión de la imagen. Todos los actos de habla
descorteses invaden simultáneamente y en grados distintos la imagen positiva y la
imagen negativa de H y de O.
La distinción entre enunciados no-descorteses
y descorteses será tal vez el fundamento para establecer algunas conclusiones
sobre otros temas pragmáticos. Por ejemplo, la ironía podrá definirse como el
efecto pragmático de algún tipo de reprobación que amenaza intrínsecamente la
imagen positiva del oyente. De modo similar, el sarcasmo podría interpretarse
como una fuerte reprobación a través de
la cual la imagen positiva del oyente se invade.
BIBLIOGRAFÍA
Austin, J. L. (1962) Cómo hacer cosas con palabras, Barcelona: Paidós, 1988. Prólogo de Genaro Carrió y Eduardo Rabossi.
Brown, P. & Levinson, S.
(1978) "Universals in language usage: Politeness phenomena",
en Goody, E. N. (ed.) (1978) Questions and Politeness,
Brown, P. & Levinson, S. (1987) Some
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Goffmann, E. (1967) Interactional ritual: essays on
face to face behavior, Nueva York: Garden City.
Leech, G. (1983) Principles of Pragmatics, Londres:
Longman.
Searle, J. (1975) "A classification of illocutionary acts". Language in Society 5. 1-23.
Gil., J.M. (2001) Introducción a las
teorías lingüísticas del siglo XX, segunda edición, Mar del Plata y
Santiago de Chile: Melusina y RIL Editores.
Sperber, D. & Wilson, D. (1995) Relevance. Communication and Cognition, Second edition, Oxford y Cambridge (EUA): Blackwell.
© José María Gil. Círculo de lingüística aplicada a la comunicación (clac) 22, mayo 2005. ISSN
1576-4737.
http://www.ucm.es/info/circulo/no22/gil.htm