Otra serie de imágenes del mismo eclipse de 27 de julio de 2018 tomadas por Víctor Rufo Pastor. Esta serie incluye otro factor emocionante y lleno de física. El
color rojizo se debe a que la luz que llega a la Luna es la que ha sido desviada
al atravesar la atmósfera terrestre. Vea la figura un poco más abajo. La
atmósfera esparce en mayor medida la luz azul, por ello el cielo es azul, y en
menor medida la luz roja, por ello el ocaso y
el amanecer son rojos en la dirección del Sol y en la contraria. La luz que
llega a la Luna en el eclipse es la que
atraviesa la atmósfera, siendo por tanto predominantemente de color rojo.
Ve también sobre ocasos estos enlaces: uno dos tres cuatro.