Foucault (1926-84)

   Michel Foucault fue uno de los artífices de la transformación del estructuralismo en lo que se ha dado en llamar postmodernismo junto con Roland Barthes, Jacques Derrida o Julia Kristeva.

   Las palabras "análisis del discurso" se encuentran estrechamente relacionadas con la figura de Foucault cuya obra consiste en una serie de investigaciones históricas sobre determinadas instituciones o "discursos". El discurso es, para Foucault, la matriz de los textos, de los lenguajes específicos y de las redes y relaciones de poder que operan en un determinado campo. Para Foucault el poder y el conocimiento son sinónimos.

   La locura y la civilización (1961), el primero de los grandes estudios de Foucault, examina el tratemiento de la locura desde la Edad Media. El Orden de las cosas (1966) fue una obra muy vendida en Francia y le consagró como crítico. Se trata de un estudio de como desde el Siglo XVII las disciplinas de psiquiatría, medicina, biología, lingüística y economía han establecido un orden rígido en la estructura del mundo occidental. En La Arqueología del conocimiento (1969) Foucault definió la metodología que gobernaba sus trabajos anteriores. Distanciandose del trabajo de los historiadores convencionales, Foucault se apoyó en el concepto de discontinuidad, una idea casi opuesta a la concepción de la historia como narrativa. Las ideas de Foucault tienen un gran parecido con la noción de cambios de paradigma de Thomas Kuhn.

   La afirmación más radical de Foucault es que el concepto de "hombre" es una creación dterminada por ciertas contingencias históricas, consecuencia de los cambios en las relaciones de poder en una sociedad determinada. Es decir, una forma de discurso.

   El último gran proyecto de Foucault fue su Historia de la sexualidad . En los tres primeros volúmenes Foucault intenta echar por tierra la "hipótesis represiva" que mantiene que el debate modernista acerca del sexo representa un distanciamiento positivo de la época victoriana de represión y silencio. Foucault argumenta que, por el contrario, la época victoriana favoreció la multiplicación de los discursos que intentaban explicar, delinear y, por último, controlar el comportamiento sexual. Indicó que las modernas ciencias de la sexualidad, especialmente el psicoanálisis, son simplemente una continuación del deseo de poder y control, asumiendo la forma del deseo por conocer. El segundo y tercer volúmenes, publicados en 1984, presentan una serie de estudios que muestran como el comportamiento sexual se desarrolla a partir de la época clásica, donde no se ocultaba la homosexualidad, pasando por el Cristianismo y la preocupación por el matrimonio y las relaciones heterosexuales.