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Ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva)
sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades
(como el rendimiento laboral o escolar), que se prolongan
más de 6 meses.
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Al individuo le resulta difícil controlar este estado de
constante preocupación.
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La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los
seis síntomas siguientes (algunos de los cuales han persistido
más de 6 meses).
- Inquietud o impaciencia
- Fatigabilidad fácil
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
- Irritabilidad
- Tensión muscular
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Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o
mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño
no reparador)
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El centro de la ansiedad y de la preocupación no se limita a los síntomas
de un trastorno; por ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen referencia
a la posibilidad de presentar una crisis de angustia (como en el trastorno
de angustia), pasarlo mal en público (como en la fobia social), contraer una
enfermedad (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), estar lejos de casa o
de los seres queridos (como en el trastorno de ansiedad por separación),
engordar (como en la anorexia nerviosa), tener quejas de múltiples síntomas
físicos (como en el trastorno de somatización) o padecer una enfermedad grave
(como en la hipocondría), y la ansiedad y la preocupación no aparecen
exclusivamente en el transcurso de un trastorno por estrés postraumático.
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La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo.
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Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej.,
hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de un
trastorno del estado de ánimo, un trastorno psicótico o un trastorno
generalizado del desarrollo.
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