Una cosa es jugar con comida, y otra muy distinta es crear obras maestras en miniatura con los alimentos salidos de la despensa o el frigorífico.
Los paisajes de Carl Warner están construidos con frutas, verduras, quesos, pescado, carnes, cereales.
"Uno de mis detalles favoritos es que los tejados rojos del pueblo de queso Cheddar están hechos con pieles de manzanas rojas. Es algo difícilmente imaginable, un secreto que sólo conoce el autor [...] hasta ahora."
(Carl Warner. Food landscapes. New York: Abrams, 2010)