Continuando con la conmemoración en este mes del Día de la Mujer Trabajadora, queremos destacar la figura de una mujer, icono y pionera del feminismo: Mary Wollstonecraft (1759-1797), autora del libro Vindicación de los derechos de la mujer (1792) considerado texto fundamental de los movimientos feministas.
Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley, autora de la famosa novela Frankenstein, nació en Inglaterra en el seno de una familia acomodada y tuvo una infancia y adolescencia marcada por la figura de un padre violento y alcohólico. Desde muy joven Mary es consciente de la injusticia que supone el hecho de que el primogénito varón sea el principal heredero de los bienes familiares y que las mujeres de la familias queden a merced de lo que el matrimonio o la buena voluntad fraterna les depare. Esta rabia y deseo de igualdad y autonomía la espoleará toda su vida.
Para huir de su familia y ser independiente, Mary trabajó en las únicas ocupaciones a las que tenía acceso una mujer de clase media: dama de compañía, profesora en una escuela para señoritas, e institutriz. Estas experiencias laborales la sumen en una profunda depresión ya que se siente prisionera de las convenciones sociales. Consciente de que necesita aprender y formarse para ser autosuficiente, lee todos los escritos filosóficos de su época, se entusiasma con Emilio de Rousseau, libro que la influirá poderosamente aunque disienta en el papel que éste atribuye al personaje de Sophie, fiel compañera, abnegada y sumisa a los deseos del hombre. De alguna forma su respuesta será su obra más importante, "Vindicación de los derechos de la mujer".
Gracias al apoyo del editor J. Johnson comienza una nueva vida dedicada a la traducción y a la escritura. Sus escritos giran en torno a la importancia de la educación, haciendo hincapié en la superficial y nefasta formación de las mujeres de la época, donde lo principal es la apariencia y la belleza, que las convierte en seres incapaces y dependientes. A partir de aquí, su vida intelectual despega y se codea con los mayores intelectuales del momento: Thomas Paine, Henry Fuseli, William Blake, entre otros. Entusiasmada con la Revolución Francesa, viaja a París en 1792 y vive de primera mano sus momentos más sangrientos, estando incluso en peligro de entrar en prisión. Al mismo tiempo, coincidiendo con las turbulencias políticas, su vida personal entra en una espiral de amor pasional y sufrimiento, que desembocará en su embarazo y en el posterior abandono de su pareja. Destrozada anímicamente y tras dos intentos de suicidio, conoce al que será su futuro marido, William Godwin, considerado padre del anarquismo y de ideas contrarias al matrimonio. De hecho, Mary, que de nuevo se encuentra embarazada, tiene que convencer a William para que se casen. Finalmente, a la temprana edad de 38 años, muere tristemente 10 días después de dar a luz a la que será también una gran escritora, Mary Shelley.
Godwin, tras su muerte, publica el libro Memoirs, un homenaje a su esposa en el que cuenta con total sinceridad su vida, y donde quedan expuestos los embarazos fuera del matrimonio y sus intentos de suicidio. Esto es más de lo que la sociedad de su época podía tolerar y la valiente y audaz Wollstonecraft y su brillante obra permanecerán olvidadas durante casi un siglo, hasta que a finales del siglo XIX, los movimientos sufragistas sacan a las calles de Londres grandes pancartas con el lema "Mary Wollstonecraft Pionera" y su figura vuelve a ocupar desde entonces el lugar que se merece.