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Día de los enamorados: Animales monógamos. Carlos Lobato

14 de Febrero de 2017 a las 12:28 h

Vamos a aprovechar que hoy es 14 de febrero para hablar de Biología. El tema de hoy será la monogamia, íntimamente relacionada con el Día de los Enamorados, aunque es cierto que podríamos hacer un montón de matizaciones y entrar en un interesantísimo debate sobre el origen cultural o biológico de la monogamia de nuestra especie. Vamos allá y comencemos con este listado de animales monógamos.

Comencemos por el principio y definamos el concepto de monogamia, cuya definición sería la siguiente según la RAE:

Monogamia.
Del lat. tardío monogamĭa, y este del gr. μονογαμία monogamía.
1. f. Estado o condición de la persona o animal monógamos.
2. f. Régimen familiar que no admite la pluralidad de cónyuges.
Leída esta definición, no nos queda otra que buscar la de monógamo/a, para complementar la anterior y aclararla. Veámosla:

Monógamo, ma.
Del lat. tardío monogămus, y este del gr. μονόγαμος monógamos.
1. adj. Casado o emparejado con una sola persona. U. t. c. s.
2. adj. p. us. Casado una sola vez. U. t. c. s.
3. adj. Zool. Dicho de un animal: Que se aparea con un solo individuo del otro sexo.
4. adj. Perteneciente o relativo a la monogamia o a la persona o animal monógamos. Familia monógama.
La tercera acepción, que hace referencia al significado zoológico de la palabra, nos deja claro que la monogamia se refiere al hecho de tener una sola pareja con la que aparearse, y por lo tanto, conecta el término con la reproducción, aunque evidentemente en el caso humano, somos nosotros mismos los que le añadimos la relación con el amor.

Entre las muchas especies monógamas que habitan en nuestro mundo vamos a elegir algunas representativas, que iremos presentando en este post, y para empezar nos iremos a los vertebrados más primitivos, los peces, donde podemos encontrar los primeros ejemplos de parejas de este tipo.

 

#1. Pez cíclido convicto.


El nombre vulgar se debe al parecido con el traje de un preso (convicto) de su patrón blanco con rayas negras verticales. Por esto mismo también se les conoce como cíclidos cebra. Su nombre científico, Amatitlania nigrofasciata, también hace referencia a ello en el epíteto específico nigrofasciata, que quiere decir, con rayas negras. Estos peces, son conocidos por su comportamiento territorial y agresivo, una vez que han realizado la puesta, ya que el macho y la hembra forman una pareja monógama muy unida. Son peces que habitan en lagos y ríos de América Central, y entre sus características se encuentran que los machos pueden llegar medir unos 10 cm de longitud, mientras que las hembras son un poco más pequeñas. Una característica diferencial es que los machos adultos suele presentar una protuberancia en la cabeza y tienen las aletas más puntiagudas que las hembras.

Diversos estudios han demostrado que las parejas se pueden formar antes de que se tenga un territorio de cría buscado, llevándose el establecimiento en dicho territorio después de que se haya establecido la pareja monógama. Las hembras normalmente eligen a los machos más grandes, que tienen un potencial mayor para darles más descendencia, y además tienen ventaja a la hora de protegerlos. Si pueden comparar entre los tamaños de dos machos, las hembras siempre escogerán al mayor de los dos, y si no están al lado para establecer esta comparación, la elección es más aleatoria.

Una vez formada una pareja, ambos protegen y crían a sus pequeños en grietas o cuevas del fondo de los lagos en los que habitan, que protegen y defienden con gran pasión y dedicación. Tanto el macho como la hembra se reparten las tareas de cuidado de los huevos y las crías por igual, aunque tienen a especializarse más en tareas diferentes. Resumiendo un poco, el macho dedica más tiempo y esfuerzo a expulsar a los intrusos que merodeen por su territorio, mientras que la hembra dedica más tiempo y esfuerzo a estar junto a sus crías. En estudios con individuos "viudos", es decir cuando se pierde el macho o la hembra, se corrobora esto mismo, y aunque ambos hagan todas las tareas y puedan sacar adelante a los pequeños por si solos, el macho no dudará en dejarlos solo para perseguir a los extraños, mientras que la hembra se quedará junto a las crías aunque haya un extraño.

Se piensa que las grietas o cuevas donde viven cumplen una doble función, siendo la principal la de la defensa de su prole, pero estando también como secundaria la función de evitar a los peces adúlteros. Así, la defensa en común de la grieta, cual fortaleza, estrecha los vínculos entre la pareja y evita visitas innecesarias por parte de otros peces. De todas maneras hay pocas evidencias aún sobre ello, y es un tema que hay que seguir estudiando.

 

#2. Rana venenosa imitadora.

 

 

Es difícil encontrar especies monógamas entre los anfibios, pero el caso de Ranitomeya imitator es bastante peculiar. Esta pequeña ranita peruana es una de las especies más estudiadas dentro de la familia de los dendrobátidos, es decir, las ranas dardo. Se le conoce como rana venenosa imitadora o mímica. El nombre de imitadora se lo deben a que recuerdan a los patrones de coloración y formas a otras especies diferentes de ranas dardo, por ejemplo, el patrón rayado, punteado o bandeado, recuerda a la especie Ranitomeya variabilis. Los colores varían entre el azul, el verde-azulado y el amarillo. En comparación con otras ranas parecidas, el veneno que producen es de efectos más leves y además lo hacen en cantidades muy pequeñas. En cautividad no producen este veneno, puesto que lo obtienen de insectos de los que se alimentan en libertad.

Podemos considerar que Ranitomeya imitator es el primer caso de anfibios monógamos que se conocen y sorprende saber que quizás se deba a un solo factor limitante, como puede ser el tamaño de las charcas en las que desovan y crían a sus renacuajos. Las ranas se emparejan, y tras el apareamiento, la hembra pone sus huevos sobre la superficie de las hojas de diversas plantas. Posteriormente, los machos se llevan a los renacuajos, de uno a uno y pegados a sus espaldas a las charcas que se crean entre las hojas de las plantas de Bromelia, que a veces crecen en las zonas altas de árboles tropicales. Las crías son cuidadas concienzudamente por el macho una vez están ubicadas en estas pequeñas piscinas naturales. Las hembras son las encargadas de alimentar a las crías, acudiendo a la llamada del macho para depositar huevos estériles en la charca, que servirán de alimento para los renacuajos.

Se han hecho algunos estudios con Ranitomeya imitator y otras especies parecidas, y en las otras se ha comprobado un alto indice de promiscuidad, mientras que en la mímica las parejas permanecen fieles durante toda su vida. Parece ser que el hecho de que otras especies pongan sus huevos en charcas muchos más grandes y por lo tanto con mayor cantidad de nutrientes disponibles para los renacuajos, hace que los progenitores puedan dejar a sus crías sin cuidado y estas saldrán adelante sin problemas. Las ranitas imitadoras, al utilizar charcas mucho más pequeñas se ven condicionadas a alimentar y cuidar a sus crías, por lo que machos y hembras se ven obligados a cooperar para sacarlas adelante y de esta manera los adultos permanecen unidos formando parejas monógamas.

Recientemente se ha descubierto, que la especie Ranitomeya variabilis, tiene estos comportamientos promiscuos desde hace no mucho tiempo, influenciada por el cambio climático, que está modificando poderosamente su hábitat, lo que forzaría a estas ranas a diversificar sus parejas para asegurar una mayor descendencia. Este cambio de estrategia habría acabado por convertir a una especie monógama que ponía un par de huevos y criaba a sus renacuajos como lo hemos descrito para la rana venenosa imitadora.

 

#3. Escíncido de cola rugosa

 

En el mundo de los reptiles, uno de los ejemplos de monogamia más estudiados es el de los lagartos de la especie Tiliqua rugosa, un tipo de escíncidos de cola rugosa, que a veces reciben también el nombre de lagartos dormilones australianos. Son unos reptiles de aspecto extraño y cola corta, y a pesar de su tamaño y aspecto robusto, son bastante flexibles. La cola corta se asemeja a una cabeza, para así confundir a los depredadores, lo cual es una estrategia común con otros lagartos habitantes de zonas desérticas. Por ello también se les conoce con el nombre de eslizón de dos cabezas. La cola almacena grasas que sirven de reserva al animal, y no presenta autotomía ni capacidad regenerativa como otras especies de lagartos y lagartijas. La cabeza es triangular y tiene una llamativa lengua azul oscura.

Un estudio reciente que hacía un seguimiento de cinco años de parejas de estos lagartos, demostró que solo un 18 por ciento de los machos se apareó con otras hembras aparte de su pareja, lo cual es un dato bastante bueno para una especie monógama, y más aún para un lagarto. La posible explicación para ello es que las hembras embarazadas obtienen la ventaja de que el macho aporta una vigilancia extra para evitar ser devorada, mientras que el macho se asegura así mismo que su descendencia nazca, por lo que el beneficio es mutuo. Los estudios indican que las parejas permanecen juntas incluso fuera de la temporada de cría que va de septiembre a noviembre y que se han hecho seguimiento de algunas parejas que han procreado juntos durante los casi 10 y 20 años de vida que suelen sobrevivir. 

Como curiosidad cabe mencionar también que son reptiles vivíparos, y la hembra pare una camada de entre una y cuatro crías bastante desarrolladas y grandes. Los jóvenes permanecen junto a sus padres durante un tiempo, antes de comenzar su vida como adultos, formando colonias familiares de lagartos estrechamente relacionadas entre sí.

 

#4. Grajilla. 

 

 

En cuanto a las aves, las más conocidas y mencionadas en todo el mundo por su monogamia suelen ser los albatros y los cisnes, pero hay muchísimos más ejemplos entre estos seres alados. En el caso de los albatros, como por ejemplo ocurre con la especie Phoebastria irrorata, el albatros de las Galápagos, el sentido de su monogamia está bastante claro. Estas aves anidan en lo alto de los acantilados, dónde hay otra aves compitiendo con ellas por el espacio, así como el peligro de ser atacados por depredadores aéreos y sobre todo el riesgo constante de que los polluelos caigan desde esa altura, por lo que es lógico que los progenitores se tengan que turnar para cuidar de las crías. La monogamia evidentemente tiene mucho sentido aquí, pero es un tipo de relación que podríamos llamar "monogamia social". Por eso pienso que es más interesante que comentemos el caso de las grajillas, Corvus monédula, ya que podemos decir que no son "monógamas sociales", sino "monógamas sexuales", o lo que es lo mismo, estrictamente monógamas.

Las grajillas son unas aves de la familia de los córvidos, que se distribuye por Europa, Asia y el norte de África. Su nombre, Corvus monedula, fue dado por Carl Von Linneo en su obra Systema Naturae, debido a la supuesta afición de recoger monedas, que se le atribuía a estas aves. La grajilla occidental mide entre 35 y 40 cm, y su plumaje es negro brillante, con la nuca gris. Es un ave gregaria y con un gran nivel de comunicación vocal, y vive en pequeños grupos con una compleja estructura social. Pero lo que más nos llama la atención es que las grajillas están, año tras años, con la misma pareja, sin que haya una razón potente aparente, como comentábamos en los albatros, por lo que podemos decir que son "supermonógamos sexuales". Es posible que las grajillas hayan seguido este camino evolutivo, extraño en el reino animal, debido a las complejas relaciones sociales que se dan en sus grupos, pero no lo sabemos.

En observaciones de grandes grupos (de alrededor de 10000 individuos), que suelen formarse en épocas invernales, muy lejos de su época de apareamiento, las grajillas siguen volando en pareja, siguen sin quitarse el ojo unas de las otras, entra tantas miles, permaneciendo siempre cerca de su compañero/a. Los encuentros sexuales son raros en esos momentos, y aún así, siguen juntas. Se piensa, a falta de estudios concluyentes en esta especie, que existe un vínculo neurohormonal entre los individuos de la pareja, que funciona del mismo modo que en muchos mamíferos, además de la producción de hormonas de recompensa, como también ocurre en nosotros, que sería alguna molécula similar a la oxitocina. En estudios con otra aves también monógamas, como los pinzones cebra, Taeniopygia guttata, se ha visto que esto es así, y que conductas como la de acicalamiento mutuo que se da entre ellos, refuerzan dicho vínculo. En este caso podríamos estar hablando de amor, casi con el mismo significado que el que tiene para nosotros, puesto que el mecanismo es similar.

 

#5. Antílope dik-dik

 

 

Y terminamos este repaso en los mamíferos, en los que también es relativamente fácil encontrar algunos casos más de monogamia, sobre todo por la cuestión hormonal comentada anteriormente, por lo que vamos a centrarnos en uno de ellos, y esta vez será el turno de los extraños antílopes dik-dik. Su nombre vulgar es dik-dik de Kirk, y el científico es Madoqua kirkii, y llama la atención por ser uno de los antílopes más pequeños que existen, con una longitud de unos 70 cm solamente. Su aspecto también lo hace bastante peculiar, presentando unos pequeños cuernecillos, a veces ocultos, solo en los machos, y un hocico terminado en una corta trompa, así como unos ojos y orejas bastante grandes. Las dos poblaciones existentes se encuentran en África, una en la zona que va desde el sur de Somalia hasta Tanzania central, y la otra en la zona desde el sur de Angola hasta el norte de Namibia. El nombre de dik-dik viene de su estrategia de supervivencia, ya que, aunque prefieren esconderse agachándose tras los matorrales o la hierba alta, cuando se ven amenazados corren en zig-zag mientras emiten un sonido que recuerda a dik-dik, que se piensa que sirve para avisar a su pareja.

Estos antílopes forman parejas reproductoras de por vida, que comparten territorio, pero no por ello forman una familia, puesto que dejan ir a las crías bastante pronto, cuando estas tienen unos ocho meses de edad, lo que les permite reproducirse de nuevo. De esta manera, aunque el macho no ayude a la hembra, se ha seleccionado la monogamia en estos antílopes. El macho no ayuda a su pareja, ni detecta peligros, ni aporta en la crianza, pero al dejar ir a las crías pronto, la hembra se asegura de tener un macho disponible en su territorio para engendrar nuevos retoños. Una pareja de dik-diks, puede procrear y vivir en el mismo territorio durante toda su vida, y aunque no suele haber conflictos territoriales, el macho es el encargado de defender su parcela. Las hembras por sí sola no son capaces de defender y mantener un territorio, por lo que la monogamia ayuda también en este sentido. El territorio es marcado con orina y con las secreciones de las glándulas supraorbitales, mediante un proceso parecido al cortejo, que le sirve para indicar a la pareja si es el momento de la cópula. Durante el ritual la hembra excreta, seguido por el macho. Tras tocarse varias veces, la pareja impregna ramitas con las secreciones de sus glándulas supraorbitales y realizan un cortejo en el que el macho seduce a la hembra mediante la ejecución por detrás, con la cabeza y el cuello estirado y el hocico apuntando hacia el frente. El hecho de que exista un ritual de cortejo complejo, hace que los vínculos entre la pareja se fortalezcan y por tanto favorecen la monogamia.

Bueno, pues ya hemos hecho un pequeño repaso por algunas especies monógamas, aunque nos hemos dejado a muchas en el tintero, como la grulla canadiense, el zopilote, el ratón californiano, la rata gigante de Malgasy, el gibón de manos blancas, el águila calva, y muchos otros más, como el propio ser humano... ¡qué bonito es el amor! ¿verdad? Hasta en el mundo animal hay ejemplos, pero creo que ha quedado claro, que en muchos de los casos comentados, más que por amor, la monogamia es una cuestión de supervivencia y de conveniencia, tanto para los adultos que se emparejan, como para su descendencia. De hecho, una posible explicación de porqué la monogamia solo se da en una minoría de especies, y es que algunos estudios parecen sugerir que los animales monógamos tienen mayores tasas de extinción que los que no lo son.

 

En cualquier caso desde aquí quiero desear un feliz Día de los Enamorados a todos los que lo están, y a los que no, pues feliz día también. En cualquier caso, enamorados o no, espero que hayáis disfrutado descubriendo estas cinco especies de vertebrados monógamos, unos más enamorados que otros. No quiero terminar sin comentar que la inspiración para este post me vino este pasado verano mientras leía el magnífico libro "Sexo en la Tierra" de Jules Howard, que en su capítulo 14, "Mi romance químico" trata de algunas de estas especies, hablando de monogamia, amor y fidelidad animal, de una forma magistral. Sin duda recomiendo la lectura de dicho libro, puesto que es una obra de arte de la divulgación y como dice en su título secundario, es un bonito homenaje a la reproducción animal.

 

 

 

Fuente

 

Referencias:

 

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- Twomey, E., Vestergaard, J. S., & Summers, K. (2014). Reproductive isolation related to mimetic divergence in the poison frog Ranitomeya imitator. Nature Communications, 5, 4749.

- Schulte, L. M. (2014). Feeding or avoiding? Facultative egg feeding in a Peruvian poison frog (Ranitomeya variabilis). Ethology Ecology & Evolution, 26(1), 58-68.

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http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160217_vert_earth_monogamia_animales_yv

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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