Todo comenzó con el Quijote. Como ya hemos comentado en Folio Complutense, a raíz de intereses comunes en bibliografía y coleccionismo de libros antiguos, salió en nuestras conversaciones con Carmen y Justo Fernández el tema de los tempranos facsímiles de las aventuras de Don Quijote, especialmente el primero, editado por Francisco López Fabra. Y de ahí, saltando de siglo en siglo y de impresor en impresor, con la vivacidad, curiosidad y sabiduría de quien conoce ya (casi) todo de su apasionante colección, la charla nos fue llevando a una orilla muy apartada de la historia del libro, la historia de la edición facsimilar, sus orígenes, sus más tempranas producciones, y algunos de sus más interesantes ejemplos.
Y así fue cómo, recordarán los lectores, nuestro Quijote de López-Fabra [BH FLL 28920-1] se vio un día acompañado del magnífico First Folio de Shakespeare [BH FOA 6184], gracias a la sabiduría de Carmen y Justo que supieron valorar su importancia adquiriéndolo para su colección y, sobre todo, gracias a su generosidad al depositarlo en la Biblioteca Histórica para uso y disfrute de todos los investigadores interesados.
Y las charlas continuaron entre amigos, libros y apasionantes tertulias. - ¿Cuál sería el primer facsímil español? ¿No era El Bastardo Mudarra? - Si, esta historia la contaron Víctor Infantes en 1982, en su fantástico estudio sobre las reproducciones fotolitográficas de Sancho Rayón, ampliado en 2003 y Marcelo Grota en 1984, pero yo no he visto ningún ejemplar, aunque debe haber alguno en la Biblioteca Nacional. - ¿Es el First Folio el primero en el mundo? - No, creo que hay alguno más antiguo. - Pero, ¿sabeis si hay algún capítulo en alguna Historia del Libro que cuente este apasionante aspecto de la edición? - Pues yo creo que está sin escribir. - Yo no lo sé, pero no conozco ninguna publicación de conjunto dedicada a este tema...- Y así, entre preguntas, grabados, y aventuras quijotescas fueron transcurriendo nuestras conversaciones.
Hasta que otro día volvimos a vernos para seguir charlando y disfrutando. Ese día, Carmen y Justo traían otra sorpresa para la Biblioteca Histórica. - ¿No os faltaba El Bastardo Mudarra? Pues buscando, buscando...- De repente, Carmen y Justo Fernández hacían entrega a la Biblioteca Histórica del que, probablemente es el primer facsímil de la historia editorial española. Una joyita [BH FOA 6185]
Sorprendidos y encantados estábamos todos en aquella reunión cuando Justo sacó de su bolsa mágica otro paquetito. - Si el First Folio no es el primer facsímil ingles, había que seguir buscando...- Y diciendo esto me entregó otra joya de Shakespeare. Se trataba de la comedia Much ado about nothing, editada también por Howard Staunton pero dos años antes que el First Folio, en 1864 [BH FOA 6186]. Estaba claro que estas conversaciones tenían que continuar...
Gracias, Carmen y Justo, por ayudarnos a escribir estas páginas de la pequeña historia de los tempranos facsímiles, historia que continua pues hay muchas cosas que contar. La Vida de Santa Teresa de 1873, los Documentos autógrafos de hombres célebres españoles de José María Asensio de 1872 y, especialmente, la fascinante aventura de las reproducciones fotolitográficas (burlas bibliográficas las llamó Víctor Infantes) de Sancho Rayón, primorosa colección de 27 facsímiles de rarísimos pliegos sueltos y otros folletos góticos publicados entre 1871 y 1874, de la que la Biblioteca Histórica sólo tiene la suerte de poseer uno, Los doce trabajos de Hércules [BH FOA 6187]. ¿No fue, entonces, El Quijote de López Fabra, el primer facsímil español de un libro impreso?