Margarita de Prades se convirtió en la segunda mujer de Martín I el Humano con el fin de engendrar un heredero legítimo al trono. No pudo ser. Su reinado fue tan corto, apenas ocho meses que no hubo tiempo para dejar cierta impronta, pero al menos contamos con un manuscrito para abordar la figura de esta reina ejerciendo la posición de viuda con sus ventajas e incomodidades en la Corona de Aragón. De esta reina consorte, de las últimas del casal de Barcelona y oriunda del reino, la Biblioteca Histórica conserva un documento en pergamino que data de 1411, enmarcado en pleno periodo Interregno, que comprende desde la muerte de Martín I el Humano hasta la llegada al trono de la dinastía Trastámara, con Fernando de Antequera. Una pieza originaria de la Colección de Diplomas de la Escuela Superior de Diplomática, cuyo objetivo fue instruir a los alumnos de dicha Escuela en los ejercicios prácticos de la asignatura de Paleografía; aunque hoy sigue dispuesta a revelarnos información de interés y la Biblioteca Histórica a concederle la importancia que merece. [Seguir leyendo]

Pero antes de todo, pasemos a presentarla. Dama y doncella de María de Luna, primera mujer de Martín I, ocupó un papel destacado en las ceremonias de la coronación de esta reina. Se educó en las refinadas y cultas prácticas de la vida cortesana y trashumante, que incluían la poesía, la música, las artes de los juglares y las lecturas piadosas o históricas. De hecho, tras la muerte del monarca, mandó realizar el inventario de los 349 libros de su librería, donde tienen cabida libros de literatura, geometría, medicina y filosofía; sus preferencias lectoras son de un gusto bibliófilo refinado que sin duda compartieron. Y no sólo eso; ordenó, desde Perpinán donde se encontraba  participando de las negociaciones por la extinción de Cisma, paralizar la venta de libros de la librería Bellesguard, que había mandado su madre, a pesar de las dificultades económicas que estaba atravesando.

En la Corte destacó además por ser una mujer de una belleza extraordinaria, musa inspiradora de una serie de  poetas, que no podían resistirse a los encantos de esta joven. Será la protagonista de diversos poemas escritos en occitano por Arnau d'Erill, Arnau March i Lluis Icart; y en castellano por Pedro de Santa Fe e Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, que alude a ella como "la mejor de las mejores".

"Venid, venid, amadores de la mi flecha feridos e sientan vuestro sentidos, tormentos, cuitas, dolores pues que la muerte levar ha querido e rebatar la mejor de las mejores"

Incluso, el poeta y viajero tirolés Oswald von Wolkenstein (1377-1445) al que conoce en Perpiñan, en una obra autobiográfica en alemán califica a Margarita de Prades como "schon und zart" (bella y genial). Y es que a la reina no se le ocurre otra cosa que colocarle unos pendientes en las orejas, al gusto incipiente de los trovadores de la época.

En la literatura e iconografía, la reina ideal del medievo siempre aparece representada haciendo una función de intermediaria y mediadora entre el rey y sus súbditos. Sin embargo la reina Margarita no tuvo una participación activa en el gobierno, pues al no dejar heredero, no contó con apoyo institucional o nobiliario. Además en la Corona de Aragón no existía un estatus oficial para una reina viuda. Gracias a la autonomía e independencia que le otorga la propia configuración de la casa reginal, podrá moverse  fácilmente por la Corte. Como reina viuda y virtuosa, aparece documentada en diferentes ciudades, monasterios y palacios, en Barcelona, Valencia y Perpinán. Y a menudo rodeada de una corte de poetas que componen sobre su belleza y  solicitan su amor, vivirá toda una aventura típica de la literatura medieval, de amor cortés. El poeta Jordi de Sant Jordi, contraviniendo todas las leyes del secreto amoroso elogia el nombre de la dama que le inspira "Reyna d'honor, excelhents Margarita".

Durante el periodo denominado de Interregno, solicitó al Parlamento de Cataluña el disfrute de los bienes que fueron del rey Martín y ser alimentada de ellos en el año de duelo, para más tarde cobrar sus frutos hasta que fuese pagada su dote y lo que le correspondía. Los parlamentarios aceptaron esta reclamación hasta que se declarase un sucesor de la Corona. Fernando de Antequera, cuando en 1412  fue elegido rey de Aragón por el Compromiso de Caspe, seguirá manteniendo buenas relaciones con la reina, al que alude en sus cartas como "rey molt alt, molt car e molt amat nebot nostre". Y es que ante las quejas de Margarita por sus considerables apuros económicos, será el "rey molt amat" quien le asigne una pensión de dos mil florines. Obviamente si no vuelve a casarse, conservará el titulo de reina viuda hasta el final de sus días.

Tras una relación amorosa con el noble Joan de Vilaragut, mantiene en secreto su matrimonio y al hijo de ambos, Joan Jeroni de Vilaragut. Finalmente encontró un lugar idílico para refugiarse, emancipada del control masculino, donde ejerce de abadesa hasta su muerte, en el Monasterio de Bonrepòs.

Margarita fue la reina que menos tiempo se mantuvo en el trono aragonés en aquel agitado siglo XV, apenas ocho meses, y con una tarea asignada, la de ser madre. Pero la muerte prematura del rey vio truncada la continuidad de la dinastía, sin lograr que un nuevo vástago brotase de la casa real. Como reina viuda, el ambiente poético que la rodeaba le va a forjar una imagen de virtuosa, bella e inaccesible, encumbrándola como objeto de culto y con cierta reputación pública; un código que le permitió vivir y hacer lo que quería: casarse por amor y disfrutar de la vida palaciega con un matiz diferente.

El manuscrito en pergamino [BH GRA 96 (171)] está datado el 22 de abril de 1411, en el Palacio Real en Barcelona. Este documento se puede interpretar como la voluntad de la reina de organizar sus rentas, otorgando plenos poderes a Guillermo de Busquetis para que le administre sus bienes, así como los del rey fallecido El texto está escrito en latín medieval en escritura gótica cursiva de transición a la letra bâtarde por influencia francesa, con escasos nexos y abreviaturas. Las dimensiones del folio y de la caja de escritura son respectivamente 539 x 289 y 482 x 259 mm. Presenta un buen estado de conservación, salvo una rotura en el centro del folio, con pérdida de texto que dificulta la lectura. Respecto a las signaturas, de indudable valor para calibrar la autenticidad o falsedad de un documento, muestra dos signos notariales, precedidos de la palabra signum; el de Margarita de Prades, con su escudo de armas formado por barras a la izquierda y un campo de flores de lis a la derecha y sobre él un lambel de gules de tres puntas; el del escribano experimentado Petrus Suau exhibe un trébol de cuatro hojas, en cuyo interior se encierra un rombo, y rematado por el exterior con cuatro volutas.

Microexposición

Desde hoy 8 de marzo hasta el 15 de abril de 2016, este documento se encuentra expuesto en la Sala de exposiciones de la Biblioteca y puede visitarse de lunes a viernes de 9 a 20.30 horas, de forma libre y gratuita. Horario de las bibliotecas UCM en Semana Santa 2016: de 21 a 28 de marzo, CERRADO

Bibliografía

• Duran i Cañameras, Fèlix. "Margarida de Prades (I)." Butlletí de la Societat Catalana d'Estudis Històrics [en línia], 1953, , p. 47-51. http://www.raco.cat/index.php/ButlletiSCEH/article/view/245446 [Consulta: 07-03-16]
• Fort i Cogul, Eufemià. La llegenda sobre Margarida de Prades. Barcelona: Fundació Salvador Vives Casajuana, 1970
• Silleras-Fernández, Núria. "Dues reines per a un rei: Maria de Luna i Margarida de Prades, les mullers de Martí I l'Humà (r.1396-1410).En: Martí l'Humà: el darrer rei de la dinastia de Barcelona (1396-1410).Barcelona:Institut d'Estudis Catalans, 2015

Información complementaria

La Colección de Pergaminos procedente de la Escuela Superior de Diplomática de Madrid en la Biblioteca Histórica (Blog Folio Complutense, 26 de Febrero de 2016) 

VII Edición de "Mujeres en la Biblioteca Histórica" con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 marzo de 2016)