La integración paulatina de los fondos trasladados a la Biblioteca Histórica desde distintas procedencias ocasiona, de vez en cuando, sorpresas insospechadas, especialmente cuando aparece alguna edición que por su importancia echábamos de menos entre nuestros fondos y que ya habíamos desistido de encontrar. Es el caso de la que hoy presentamos, el Boletín de la reproducción fototipográfica de la primera edición de Don Quijote, publicado en Barcelona en diez números entre los años 1871-1880. [Seguir leyendo]

Con motivo del cuarto centenario de la publicación de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, y en el marco de las numerosas celebraciones que se sucedieron aquel año de 2005, tuvimos la ocasión de estudiar la primera obra facsimilar del Quijote que, coordinada por el ingeniero López Fabra, vio la luz entre 1871 y 1879. La Biblioteca Histórica contaba con un ejemplar de cada uno de los cuatro tomos de la obra (vol 1: facsímil de la primera parte de Juan de la Cuesta, 1605; vol. 2 facsímil de la segunda parte de Juan de la Cuesta, 1615; vol. 3: Notas de Hartzenbusch; vol. 4: Iconografía. Ver la obra en el catálogo CISNE) y que formaron parte de la exposición que la Biblioteca Histórica organizó entonces, Don Quijote en el Campus: tesoros complutenses. Meses más tarde, tras darse a conocer la correspondencia de López Fabra con Hartzenbusch se pudo describir mejor la obra en el trabajo "El primer facsímil del Quijote: la aventura editorial de Francisco López Fabra (1871-1879)", que se publicó en el catálogo correspondiente a otra de las exposiciones en las que la Biblioteca Complutense colaboró entonces, El Quijote en las Bibliotecas Universitarias Españolas, organizada por REBIUN y la Universidad de Castilla La Mancha.

El estudio de esta edición sacó a la luz la existencia del Boletín de la reproducción Foto-tipográfica de la Primera edición de Don Quijote, obra esencial para conocer tanto la génesis del facsímil como su forma de venta a través de suscripción e innumerables detalles del proyecto como los suscriptores que se fueron sumando, las sesiones solemnes de las primeras tiradas, las ediciones que se van descubriendo, o las traducciones que se encargan. Se asiste así, a través de los diez números que salieron del Boletín desde mayo de 1871 hasta 1880, a un relato pormenorizado del desarrollo de la publicación desde sus inicios.

De este Boletín sólo se habían localizado a través de los catálogos colectivos de REBIUN y CCPB, ejemplares en la Biblioteca de Catalunya, Biblioteca Nacional y Biblioteca Regional de Madrid. Pues la buena noticia es que, con la integración y revisión (tanto de ejemplares como de descripción bibliográfica) de los fondos del siglo XIX de la Biblioteca de Filología trasladados en el año 2013 a la Biblioteca Histórica ha aparecido un ejemplar completo del Boletín de la reproducción Foto-tipográfica de la Primera edición de Don Quijote, en excelente estado de conservación, que había pasado desapercibido por estar encuadernado al final del vol. 4 (Iconografía) del ejemplar depositado en Filología. Esperemos poder tenerlo digitalizado próximamente.

Ya se he mencionado la cantidad de información que da el Boletín sobre la historia editorial del facsímil. Hoy recuperamos para nuestros lectores sólo un detalle. Cuenta el Boletín, en su número 3 de noviembre de 1871, que en la Exposición general que se estaba celebrando en Barcelona en ese momento, se había levantado un monumento dedicado a Cervantes:

"En el centro del salón num. 27, que se divisa desde los demás en que se hallan las pinturas, porcelanas, cristalería, pianos, etc. se levanta un monumento de cuatro metros de elevación, que se halla coronado por el busto del inmortal Cervantes cercado de laureles. En la base de tres frentes se hallan otros tanto escudos...

Sobre dicha base se eleva un cuerpo de seis lados, en forma de estrella, y en cada uno se ostenta un cuadro que contiene los 48 clichés que constituyen una entrega de las 26 que constará la obra. En tres pupitres se halla lo impreso hasta el día, las explicaciones y un álbum con los nombres de las personas que dan su apoyo a esta nueva y rarísima reproducción..."

Sin ninguna duda, el inicio en la historia del libro de la edición facsimilar merece un capítulo propio en el que subrayar cómo la tecnología de vanguardia aplicada a la producción de libros permitió, en aquellos años de la segunda mitad del siglo XIX, un salto en la difusión sólo comparable, en su contexto, al producido hoy por la reproducción a través de la digitalización.