El pasado viernes nos honró con su visita el profesor Frédéric Barbier, una de las grandes personalidades en el campo de la investigación en la historia del libro y de las bibliotecas. Es autor de una extensa bibliografía acerca de la historia de la imprenta y el comercio del libro, especialmente en Francia. Algunos de sus libros han sido traducidos y editados en varios países, como la ya popular Historia del Libro editada por Alianza en 2005, que podemos encontrar en las baldas de todas las bibliotecas. Actualmente es director de investigación del CNRS y director de estudios de la École Pratique des Hautes Études.
La renovación de la sensibilidad religiosa que se produce en torno a 1500 es un tema que ha suscitado su atención en los últimos tiempos. En este contexto se inscribe su interés por la obra Stultifera navis (La nave de los locos), obra satírica original de Sebastian Brandt publicada originariamente en alemán, (Narrenschiff), en Basilea en 1494. Aprovechando su estancia en España, el profesor Barbier visitó la Biblioteca Histórica para consultar nuestro incunable Stultifera naves, Burgos, 1500 [BH INC I-216(4)]. Del interés de este impreso se hace eco en una nota recientemente aparecida en su blog Histoire du livre.
Se trata de una adaptación de la traducción latina realizada por Josse Bade para uso de las damas. Este texto fue impreso en París poco después de 1498, en una traducción francesa, para hacerlo más accesible a las lectoras. Curiosamente, la primera edición de este texto de Bade en su lengua originaria, no se produce en Paris, sino en Burgos, como muestra este incunable de 1500.
Fadrique de Basilea, ejemplo de impresor itinerante, llamado a Burgos por el cabildo de la Catedral, será el encargado de llevar este texto a la imprenta. Esta edición hará que el texto de Brandt no se conozca en España más que a través de la adaptación de Bade. Sin embargo, en esta edición burgalesa el impresor hace una referencia a la edición original alemana impresa en Basilea, pues utiliza una marca tipográfica tomada de Johannes Bergmann, el impresor del texto original alemán.
Este incunable de Burgos, con todos los intervinientes en su gestación, sirve a Barbier para ilustrar cómo se realizaban las transferencias culturales en la época, mediante la reconstrucción de una parte de las "redes de negocios e influencias" por las que circulaban los libros. En este caso observa la conexión entre Basilea, Lyon -donde Bade, que ejerció allí como profesor, descubrió la obra de Brandt- y París, donde Bade trabajó junto a los hermanos Marnef, que preparaban la traducción al francés de la obra. De este contacto surge la idea de adjuntar un pequeño suplemento para las lectoras, de cuya redacción se encargó. Este sistema triangular de transferencia que ligaba Basilea, Lyon y París acababa en Burgos, demostrando que las innovaciones en materia de edición no se producían solo en los grandes talleres, sino que también llegaban a los talleres pequeños de los tipógrafos itinerantes, como el de Fadrique de Basilea.
Muchas gracias, profesor Barbier.