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Ramon Llull en la Biblioteca Histórica

Isabel Corullón Paredes 15 de Diciembre de 2016 a las 14:27 h

Compendium artis demonstrativae  BH MSS 107 

El séptimo centenario de la muerte de Ramon Llull, en un año con conmemoraciones tan importantes como el cuarto centenario de la muerte de Cervantes y la de Shakespeare, ha quedado inevitablemente en segundo plano, a pesar de la muy notable exposición que organizó entre febrero y mayo la Biblioteca Nacional, y las actividades que la acompañaron. La popularidad de Llull está muy lejos de alcanzar la de los anteriores, pero este mallorquín, que dedicó su vida a intentar convencer a los infieles de la verdad de la fe cristiana, es una de las grandes personalidades de la cultura occidental y se le reconoce hoy como precursor del razonamiento automático, y con ello, de la inteligencia artificial [Seguir leyendo].

Ramon Llull nace en Mallorca en 1232, en el seno de una familia catalana de origen noble llegada a la isla a raíz de su conquista por Jaime I. En su juventud su vida transcurre en la corte, donde desempeña diversos cargos. A pesar de su matrimonio y ser padre de dos hijos, llevó una vida disoluta hasta que tuvo la visión de Jesucristo en la Cruz. Ésta visión se repitió en cuatro ocasiones y como consecuencia, en 1263 Ramon Llull decidió seguir esta llamada, orientando su actividad a la predicación entre musulmanes y judíos, y a demostrar la irrefutabilidad del cristianismo. Para ello desplegó una actividad diplomática en diversos países del ámbito mediterráneo, que compatibilizó con el desarrollo de una extensa obra. Moriría los 83 años a consecuencia de los golpes recibidos en su tercera y última predicación en Túnez. A pesar de su inspiración mística, fue un verdadero intelectual independiente y su obra es ajena a las corrientes ideológicas de la época.

 

Ramon Llull es autor de una obra rica y muy compleja. Escribió sobre teología, mística, filosofía, ciencias e incluso una novela de tema caballeresco, pero no puede decirse que sea un autor disperso, pues parte de una jerarquía que engloba todo cuanto existe, en cuyo vértice está Dios. Toda su obra está orientada a demostrar la superioridad del Cristianismo. En 1274, tras recibir la iluminación del método para ordenar sus ideas de cara a conseguir sus propósitos, se desarrolla la parte principal de su obra. Comienza a entonces a idear su Arte, o sistema para resolver cualquier cuestión, independientemente del tema al que correspondieran. Tras varias reelaboraciones, considerará su sistema acabado a partir de 1308. Había advertido que no era posible apelar al principio de la autoridad de la Biblia, dado el valor del Corán y el Talmud, y por ello reconocía que las tres religiones, además de compartir valores y moral, tenían creencias, ciencia y filosofía similares. Por ello partió de unas verdades elementales, comúnmente reconocidas, que combinadas tendrían que producir una verdad más compleja, igualmente válida, que suponía un nuevo conocimiento. Se trataba de una nueva lógica que demostraba la superioridad de la fe cristiana. Su pretensión de que la capacidad humana puede llegar a un conocimiento superior, que tocaba el misterio, le valió la desconfianza de la Inquisición, que llegó a incluir en el Índice de libros prohibidos algunas de sus obras. Su figura es, por ello, controvertida en la Iglesia, y su nombramiento como Beato fue muy discutido.

 

La Biblioteca Histórica conserva una rica colección de libros lulianos. Hablar de ésta supone hablar de la expansión, recepción e interpretación de la obra de Llull en los círculos académicos de Madrid entre los siglos XVI y XVIII, que determinaron la formación de la colección luliana que se conserva aquí actualmente. Particularmente importante es la colección del Colegio de San Ildefonso, fruto del interés de Cisneros por la figura de Llull. En un momento en que estaba muy extendida una opinión negativa sobre la obra luliana, Cisneros se rodeó de secretarios pertenecientes a círculos lulistas e incluyó las obras de Llull en la colección fundacional de la Biblioteca de San Ildefonso. En la ordenación de esta primera biblioteca, expresión del nuevo modelo de organización del conocimiento planteado por Cisneros, los libros lulianos ocupaban un lugar entre la filosofía y las ciencias naturales. Esto indica que el interés de Cisneros estaba relacionado con la posibilidad planteada por el lulismo de un lenguaje universal, a través del cual todas las disciplinas podían ser entendidas. La obra de Llull era valorada como una herramienta intelectual que permitía organizar todo lo cognoscible.

 

Parte importantísima de esta colección de San Ildefonso son los manuscritos, obtenidos por Cisneros gracias a los Jurats de Mallorca, depositarios de la obra y la memoria de Llull, que se los enviarían agradecidos de tener tan importante aliado para la causa luliana en el interior de España, pues hasta entonces el lulismo había sido un fenómeno mediterráneo. Se trata de cuatro códices que contienen diversas obras de Llull. Son copias fechadas entre los siglos 14 y 15 y contienen varias obras de teología, filosofía, lógica, ciencias.Cisneros convirtió al Colegio de San Ildefonso en un centro de difusión del lulismo en el interior de España, que conservaba los libros de Llull, y además fomentaba su difusión mediante la imprenta. Fruto de ellos son las obras lulianas impresas en Alcalá por Arnao Guillén de Brocar, y en Valencia con el patrocinio del Cardenal.

 

Pero Llull también está presente en las bibliotecas jesuitas del Colegio Imperial y Noviciado, con una colección integrada por numerosos apócrifos de tema alquímico, que muestra nuevamente de los avatares de la tradición lulista en el siglo XVI. La similitud de algunos rasgos del pensamiento de Llull con los principios alquímicos, provocó que desde época temprana se le relacionara con los maestros alquimistas.  A partir del siglo XV se apoyaron también en el prestigio de la tradición luliana, la filosofía neoplatónica y el hermetismo

 

Por último, también el Colegio de San Carlos contó con una colección de obras lulianas de ciencia y alquimia, apócrifas en su mayoría. Se trata de impresos del siglo XVI que procederían de las antiguas bibliotecas jesuíticas, como se puede verificar por la doble marca de propiedad de algunos ejemplares. Llama la atención este interés en una época en que se estaban echando las bases de la medicina moderna. El mismo interés que sintió el doctor Antonio Hernández Morejón en el primer tercio del siglo XIX, de cuya biblioteca proceden algunos libros lulianos de la BH.

 

No podemos terminar sin referirnos a las obras de referencia. Recientemente se ha incorporado a nuestra sección el primer volumen de una obra monumental: Ramon Llull : vida i obres, publicada por el Institut d'Estudis Calalans con motivo de la celebración del centenario de su muerte. Se trata de una edición de carácter no venal, financiada por la Fundación Elsa Peretti. Su autor, Pere Villalba i Berneda, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona, culmina en esta obra una larga trayectoria de dedicación a la figura de Ramon Llull, y nos muestra su figura como la de un intelectual, un hombre entregado a la especulación, un verdadero filósofo. El primer volumen de los tres que contiene la obra, comienza con una amplia introducción sobre la historia política y cultural del medievo, para contextualizar la obra del filósofo mallorquín. Recoge a continuación los aspectos de su biografía, desde su nacimiento en 1232 hasta 1288, periodo que corresponde al de su cambio de vida registrado a los 31 años. El hilo conductor es el relato autobiográfico del propio Llull, que Pere Villalba va enriqueciendo con los testimonios de la extensa documentación conservada sobre aquél. Sobre este esquema biográfico va desgranando cada una de las obras, que resume y comenta.

 

Se trata de una obra exhaustiva que pretende acercar al lector la riqueza de la personalidad de Llull y la complejidad de sus escritos. Va acompañado de material complementario que muestra el afán divulgativo presente en el planteamiento de esta obra. Se trata de un DVD con el documental Ramon Llull, un home del nostre temps, un CD con la versión digital del libro y una carpeta con recortables. Se trata de un díptico con las figuras lulianas y unas cartulinas con dichas figuras, para ser recortadas y montadas, con el fin de facilitar la comprensión de la máquina lógica diseñada por Llull en su Arte, en la cual las sentencias, los sujetos y los predicados teológicos están organizados en figuras geométricas de las que se consideraban perfectas, tales como círculos, cuadrados y triángulos. Al hacer girar las diferentes proposiciones,  se detienen finalmente en una de las posibles posiciones que indica la respuesta. Gracias a estos recortables, podemos comprender más fácilmente el funcionamiento de esta máquina de pensar ideada por Ramón Llull, que le convirtió en precursor de la inteligencia artificial.

 

 

Bibliografía

 

Blanco Mourelle, Noel, Libros lulianos en la biblioteca del Colegio de San Ildefonso (1495-1518), Blogs, University of Columbia, Department of Latin American and Iberian Cultures.

http://laic.columbia.edu/blog/libros-lulianos-biblioteca-del-colegio-san-ildefonso-1495-1518/

Villalba i Varneda, Pere, Ramon Llull: vida i obres, Barcelona, 2015

 

 

 

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