La Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense conserva un conjunto de veintidós volúmenes que pertenecieron a una de las personalidades más representativas de la Ilustración en España, Gaspar Melchor de Jovellanos. El contenido de estos libros gira en torno a la Historia de España, y algunos presentan interesantes anotaciones manuscritas de la mano de su propietario. Todos ellos pertenecieron también, posteriormente, a la condesa de Campo Alange, como consta en el ex libris heráldico presente en estos ejemplares.
Jovellanos comenzó su carrera como magistrado en la Audiencia de Sevilla, donde formó parte del círculo cultural de la ciudad, introducido por Pablo de Olavide, y comenzó a reunir una notable biblioteca de más de 1.300 volúmenes. En palabras de Manuel Sánchez Mariana, se trataba de "la biblioteca de un ilustrado al tanto de las cuestiones de su tiempo con una considerable base humanística cimentada en las lecturas del pasado". Predominaban los libros de tema jurídico, político e histórico, aunque también estaban presentes la lengua y la literatura, en especial la poesía, la filosofía y las ciencias de la naturaleza.A lo largo de su vida Jovellanos ocupó cargos de máxima responsabilidad política y también padeció destierros y persecuciones a causa de su espíritu crítico y libre. Como escritor cultivó distintos géneros literarios: poesía, teatro y, sobre todo, ensayos escritos en una prosa cuidada y elegante, la mejor de su tiempo.
La biblioteca de Jovellanos siguió una azarosa trayectoria paralela a la vida de su propietario. De Sevilla fue enviada a Madrid en 1778, momento en el cual se realizó un completo inventario. En ese documento ya no figuran los ejemplares que, en la actualidad, están en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, que posiblemente pasaron a formar parte de la colección bibliográfica de la Condesa de Campo Alange poco antes del traslado de Madrid a Sevilla. ¿Quizá un regalo de Jovellanos para enriquecer la biblioteca de sus amigos? No tenemos constancia de ello, pero la anotación manuscrita que identifica los ejemplares -"De don Gaspar de Jovellanos y sus amigos", fechada en Sevilla entre 1772 y 1774- da idea de su generosidad y su disposición a compartir su conocimiento y sus libros.
El destino definitivo de la colección, según se dispuso en el testamento redactado en 1795, fue el Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, fundado por Jovellanos y su hermano en Gijón. Tras la muerte del escritor se reunieron los libros que estaban dispersos en Sevilla, Madrid, Barcelona, Vega de Navia y Gijón y se entregaron al Instituto, en número de 4.854 volúmenes y 520 folletos, a los que habría que añadir los que Jovellanos había hecho llegar al centro a lo largo de su vida. Desgraciadamente, durante la Guerra Civil de 1936 el edificio del Instituto sufrió un incendio que ocasionó la desaparición de toda la biblioteca. Quedan como testigos estos pocos libros que Jovellanos hizo llegar a la Condesa de Campo Alange y que en la actualidad se conservan en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid a disposición de los estudiosos. Recientemente, investigadores del Instituto Feijoo de Estudios del siglo XVIII, que ha editado las obras completas de Jovellanos, se han interesado por los libros con anotaciones manuscritas y los han identificado con total certeza como del puño y letra del ilustre escritor.
Bibliografía
Aguilar Piñal, Francisco. La biblioteca de Jovellanos (1778). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones científicas, Instituto "Miguel de Cervantes", 1984.
Chamorro, Bonifacio. "Breve historia de la biblioteca de Jovellanos". En: Bibliografía Hispánica. Noviembre, 1945, págs. 744-775.
Sánchez Mariana, Manuel. Bibliófilos españoles: desde sus orígenes hasta los albores del siglo XX. Madrid : Ollero y Ramos, 1993.