Durante el curso 2017-2018, tres estudiantes del Máster de Historia de la Monarquía Hispánica que han realizado sus Prácticas externas en la Biblioteca Histórica de la Complutense han desarrollado, con el asesoramiento de su tutor, el profesor Bernardo García García, un proyecto expositivo de temática afín a la de su Trabajo Fin de Máster, seleccionando y comentando un conjunto significativo de libros e impresos entre los ricos y valiosos fondos históricos de nuestra universidad. Han elaborado, para ello, una memoria de su exposición que incluye el planteamiento y contextualización general del tema, los paneles explicativos de cada sección y las subsecciones en que se dividen, así como todas las cartelas con un breve comentario de cada una de las obras seleccionadas. El primero de estos proyectos expositivos, realizado por Benjamín Larrión Randez y que ahora se publica dentro de la serie Documentos de Trabajo de la Biblioteca Histórica de la UCM 2018/05, está dedicado a la educación en la modernidad.
La Modernidad manifiesta, respecto a las épocas anteriores, una conciencia de la importancia de la educación. Será el momento del florecimiento de miles de escuelas a lo largo y ancho del continente europeo. Aunque el Humanismo y el Renacimiento, así como la Reforma y Trento, fueron los catalizadores de esta explosión pedagógica, no será hasta el siglo XVII y el XVIII cuando cristalice de forma duradera un proyecto pedagógico de gran calado que se denominó Las Luces. Sus antecedentes más señeros se encontrarán en el siglo anterior, aunque sin desmerecer la originalidad de las formas nuevas de educar que surgirán como la recuperación de la historia como magistrae vitae, la democratización de la alfabetización o el empleo de novelas y cuentos como formas de enseñanza.
El siglo XVII viene marcado por dos hechos íntimamente unidos que van a ser decisivos en el desenvolvimiento y nacimiento de la pedagogía moderna. Por un lado, el factor religioso que catalizará las energías espirituales en pos de una re-evangelización de signo católico o protestante, pero que discurrirá necesariamente por la instrumentalización de las escuelas como armas ideológicas.
Por otro lado, y a raíz de las guerras de religión, se llevó a cabo la búsqueda de una base sobre la que construir un estado libre de teologías y confesiones específicas. De esa búsqueda, nacerá un lento aprendizaje de la tolerancia gracias a las corrientes naturalistas, encarnadas en los moralistas y el libertinismo erudito. El siglo XVIII, calificado como el siglo educador, nacerá tras la Disputa de los Antiguos y los Modernos, y el triunfo será, sin lugar a dudas, de los Modernos como continuadores de la obra iniciada por Newton y Descartes. Una educación que buscará ser universal y que se valdrá de nuevas formas como la novela, de reciente aparición como género, los cuentos o las nuevas modas en el teatro. El final de siglo supondrá la intensificación sobre los debates y el surgimiento de corrientes heterodoxas que buscarán una nueva educación fundada en filosofías materialistas, con un marcado carácter emancipador y estatalizador. La Modernidad ha tenido a la educación como columna vertebral y sobre la que se ensayaron múltiples formas de hacer al hombre más humano.
En la propuesta se analizan 135 obras seleccionadas sobre esta temática de acuerdo con las siguientes secciones:
1. El Barroco católico y la formación de la virtud: novelas, emblemas y teatro
• La educación religiosa
• La educación literaria
• La educación por imágenes: empresas de la memoria y emblemática
• La educación cortesana
2. El aprendizaje del escepticismo y de la tolerancia
• Naturalismo, moralistas y libertinismo erudito
3. El siglo XVIII: el siglo de la educación
• La nueva enseñanza y la Instrucción pública
• Un aprendizaje inacabado: cuentos, teatro y los antecedentes de la Bildungsroman
• Heterodoxos y educación