"En el principio no fue el verbo, sino la imagen". Así comienza el prólogo que Elisa Ruiz dedica a la obra Cum figuris: texto e imagen en los incunables españoles. Catálogo bibliográfico y descriptivo, de Julián Martín Abad, publicado por Arco Libros en 2018, un "monumento bibliográfico que será indispensable para los estudiosos en general y, en particular, para cuantos trabajamos en ese universo mal definido que llamamos cultura escrita".

Julián Martín Abad nos regala otra hazaña bibliográfica (y ya son varias e imprescindibles en nuestra Historia). Y en este caso, además, sienta las bases de cualquier trabajo futuro en amplias áreas del conocimiento pues ofrece no sólo un corpus bibliográfico determinado, los incunables ilustrados españoles, con indicación rigurosa de ediciones, ejemplares y referencias bibliográficas, sino que ofrece, con exhaustividad y novedosa metodología, relación detallada del material iconográfico contenido en cada edición en su contexto, punto de partida para múltiples aproximaciones al libro como producto material.

444 (precioso número) son las ediciones de incunables españoles con ilustraciones controladas por Martín Abad. Y de todas ellas enumera cada estampa impresa, indicando sus características con una catalogación rigurosa que hace fácil lo difícil: localización dentro de la obra, tamaño (en mm), descripción, uso consecutivo de dicha estampa con enlace a su uso en otras partes de la obra o en otras ediciones, imagen en muchos casos, referencia a los facsímiles publicados y digitales en caso de existir, etc.

Como dice la propia Elisa Ruiz, "se presenta a la comunidad científica una obra de excepcional valor. Se trata de un "instrumentum", una herramienta singular y valiosa que nos facilitará la tarea de identificar y localizar con todo rigor el aparato iconográfico y artístico que se halla diseminado en los incunables hispanos, material inabordable por su variedad temática y por la dispersión de los ejemplares conservados".

Julián Martín Abad ha seguido las huellas de sus antecesores en este campo, especialmente la obra de Martin Kurz, una obra ingente para la época que había quedado ya superada pero con la que entabla una especie de "sacra conversazione" que le permite avanzar y dar un paso de gigante, planteando una presentación del corpus más acorde con la investigación bibliográfica del último siglo. En su introducción, nos encontramos la historia bibliográfica de este país, sus desarrollos y carencias, los estudios de los principales incunables ilustrados, la metodología empleada.

Es una gozada pasar las páginas de los dos volúmenes e ir encontrándonos con estas estampas, algunas muy conocidas, otras no tanto, y hacernos una idea de conjunto de la labor de los impresores del siglo XV, de sus elecciones artísticas y temáticas, de sus habilidades artesanales, de los tacos y planchas que almacenaban en sus talleres, del mundo iconográfico que iba poblando las mentes de los lectores de aquellas primeras bibliotecas con estos libros nuevos.

La obra, ya de por sí ingente, se completa con varios índices. Al de autores, editores y títulos se suman dos muy originales, utilísimos e imprescindibles para una obra de esta naturaleza. Un índice temático e iconográfico que agrupa las imágenes por su contenido partiendo de una clasificación interesantísima. Y, lo más difícil todavía, un índice de primer uso de cada estampa con enlaces a los otros usos de dichas estampas. Además, las correspondencias de este repertorio con las obras de Haebler, Kurz, GW, IBE, e ISTC. Inmenso.

Cuando han pasado más de cien años desde la obra de Haebler, cuando el Repertorio de Incunables Españoles es un proyecto todavía en marcha, la aparición de esta obra de Julián Martín Abad es otro hito en la incunabulística española que debe motivar a las nuevas generaciones a seguir un ejemplo hecho durante años con trabajo, sabiduría y tesón. Gracias, Julián.

Nos da el autor la justificación a esta obra al final de la introducción, usando las palabras del periodista y viajero Robert D. Kaplan: "Mi biblioteca es una carga. En ella se acumulan las notas que temo perder hasta el momento en que las uso". Necesitaba dar forma a toda esa montaña de datos y de imágenes, y descargar así estantes, cajas y memoria. Pues, como concluye ese gran viajero estadounidense: "De ese modo puedo librarme de papeles y continuar deshaciéndome de posesiones; la principal humillación de la vejez". Afortunadamente, Julián, nos consta que tu mesa de trabajo está llenísima de papeles, de montañas de datos, de imágenes y de memoria. Son muchos los trabajos por hacer, algunos de ellos muy queridos para ti. Los esperamos.

La presentación del libro será el 8 de noviembre a las 18:30 h. en la Biblioteca Histórica.

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