La Biblioteca Nacional de España organizó el pasado 8 de febrero una Jornada dedicada a analizar el incremento del patrimonio bibliográfico y replantear su papel en nuestros días. La puesta en valor del patrimonio implica a las bibliotecas, pero también a otros sectores de la sociedad como son los libreros anticuarios, coleccionistas y bibliófilos e investigadores.
La presentación de la Jornada corrió a cargo de Isabel Moyano, Jefa del Servicio de Reserva Impresa de la BNE, quién recordó el valor que los libros han tenido desde la Antigüedad. La exposición Tesoros al descubierto es una muestra de cómo el concepto de documento histórico se ha ampliado a otras tipologías documentales. La exposición recoge incunables, grabados, impresos manuscritos, pero también epehemera, carteles, documentos sonoros etc., que han sido elegidos por su valor cultural, histórico y pedagógico.
La conferencia "Claves y funciones para la valoración pública y el incremento del patrimonio bibliográfico. Investigación y bibliofilia" fue impartida por Pedro M. Cátedra García, catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca. En su exposición el profesor Cátedra nos habló de tres tipos de bibliofilia: La bibliofilia interior, entendida como un proceso creativo a través del cual el coleccionista establece una relación profunda con el libro que adquiere, el libro cobra una identidad distinta cuando el bibliófilo conoce su peripecia vital, el libro se convierte en muchos libros superpuestos que nos aportan datos para su valoración.
La bibliofilia privada. Una colección bien hecha, reestructura un pasado. Esta clase de bibliofilia necesita un programa. Los intereses de algunos bibliófilos del pasado pueden llegar a distorsionar la historia. De alguna manera todo lo que nos llega es el resultado de una selección, por lo que la bibliofilia privada juega un papel significativo en la conservación del Patrimonio. Por último y como consecuencia de las dos anteriores está el Proyecto público o cultura pública, es decir la vinculación que puede tener una biblioteca de bibliófilo con la recuperación histórica, colectiva del patrimonio público.
La Mesa redonda que siguió a continuación estuvo dedicada a la Adquisición y comercio del libro. Participaron Eulalia Iglesias Matas, Jefa del Servicio de Valoración e Incremento de Patrimonio, Carlos Clavería Laguarda, librero anticuario y Justo Fernández Bargues como coleccionista y bibliófilo
Eulalia Iglesias expuso los criterios establecidos por la BNE en la selección previa a la adquisición de obras patrimoniales. Se establece el valor cultural de la obra a través de la valoración y su posterior traducción económica que es la tasación. Las instituciones públicas compran a través de los catálogos de libreros anticuarios, a particulares y casas de subastas. Es importante tener los conocimientos necesarios para la identificación correcta del documento y poder hacer por consiguiente una correcta valoración.
Carlos Clavería comenzó su exposición con una frase rotunda "el libro pertenece a la posteridad" a partir de ahí todos los sectores implicados: bibliotecas, libreros, bibliófilos e investigadores deben aplicar un criterio de Excelencia e investigar en el conocimiento del libro. Si bien en la actualidad hay suficientes técnicas de difusión que acercan su conocimiento a todos los sectores de la sociedad, es necesario el fomento de la investigación que extraiga sus contenidos.
Para cerrar la sesión de la mañana Justo Fernández Bargues nos habló de su experiencia como coleccionista. Cómo nace una colección, cuales son los sistemas de compra habituales, qué instrumentos se utilizan para la identificación de ediciones, su localización, hasta llegar a la decisión final de compra. La colección privada Carmen & Justo Fernández ha reunido 1300 ediciones de El Quijote. Incluye acuarelas, óleos estampas, dibujos originales , etc., sobre escenas de El Quijote. Desde el 2003 colabora con el Banco de imágenes de Quijotes. del Centro de Estudios Cervantinos. ¿Cómo se plantea un bibliófilo el destino de su colección? Justo Fernández nos dio algunas claves...
Incremento de colecciones en bibliotecas patrimoniales fue el tema con el que se abrió la Mesa Redonda de la sesión de la tarde. Yolanda Ruiz Esteban, directora del Departamento de Adquisiciones de la BNE, desarrolló las líneas mas importantes de la política de adquisiciones de la institución. La BNE además de ser la biblioteca depositaria del Patrimonio tiene la misión de reunir toda la producción editorial española, lo que origina importantes problemas de espacio derivados del extraordinario crecimiento documental. ¿Todo lo que ingresa hoy será considerado Patrimonio en un futuro? Interesante cuestión que se puede plantear en un plazo de tiempo no muy lejano. También se hizo patente la necesidad de mayor coordinación entre las Comunidades Autónomas.
Antoine Coron, Director de la reserva de libros raros, de la Biblioteca Nacional de Francia nos habló de la política de adquisiciones de la Biblioteca Nacional de Francia. Existe bastante competitivadad entre las instituciones patrimoniales en Francia, por lo que es el Ministerio de Cultura francés quien regula las compras. Desde hace 6 años existe una Ley que favorece la adquisición por parte del Estado. En la actualidad es necesario la búsqueda de soluciones que permitan afrontar las adquisiciones más costosas. Una medida, entre otras, podría ser favorecer el mecenazgo a través de rebajas fiscales. Un dato particularmente interesante en tiempos de crisis; la Biblioteca Nacional de Francia no compra ningún ejemplar que se encuentre disponible en otra biblioteca de París.
Las conclusiones finales fueron presentadas por las relatoras Marta Torres Santo Domingo, Directora de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid y Yolanda Ruiz Esteban quienes nos invitaron a reflexionar sobre algunas de las cuestiones planteadas: la aportación de la bibliofilia y su responsabilidad en el incremento del Patrimonio de un país, la función de las bibliotecas de depósito que se enfrentan a nuevos retos derivados del incremento de la documentación, la necesidad de políticas que favorezcan el mecenazgo y, por último resaltar el papel de toda la sociedad en la conservación del patrimonio que es en definitiva el puente entre el pasado y el futuro.