En el Seminario del pasado 4 de diciembre de 2019, Lexie Cook presentó su trabajo sobre el islario del humanista portugués Valentim Fernandes, y Sandra Sáenz-López nos habló de algunos islarios que forman parte del fondo histórico complutense.
Tanto en su dimensión mítica como geográfica, las islas fueron un elemento formativo de la expansión ibérica durante las primeras incursiones en el Mar Océano a mediados del siglo XV. Aunque la conquista de las míticas Ilhas afortunadas desveló los auténticos archipiélagos atlánticos, islas desconocidas hasta entonces comenzaron a materializarse en el horizonte.
La subsiguiente ampliación de horizontes geográficos y la emergencia de la idea de un além-mar presentó un desafío de representación en términos estéticos, jurídicos y administrativos. ¿Cómo transformar estas nuevas islas en escalones hacia la incursión en el espacio oceánico?
Valentim Fernandes Alemão, impresor moravo, cartógrafo aficionado y escudeiro de Leonor de Viseu, estaba destinado en Lisboa durante los momentos inaugurales de la navegación oceánica. En la segunda década del siglo XVI, en los que presumimos fueron los últimos años de su vida, Fernandes envió el manuscrito de un isolario inacabado -Ilhas do mar oceano- a Konrad Peutinger en Augsburg, antes de desaparecer de los registros para siempre. El manuscrito consiste en una serie de dibujos de islas en color con una descripción textual de cada isla, comenzando por las Canarias, desplazándose hacia el sur por la costa de África y continuando hacia la que sería conocida como Carreira da Índia. Inspirándose en el popular género italiano de los isolarii, Fernandes presenta la reelaboración de un género medieval mediterráneo en el contexto de la formación del teatro de la Expansión imperial ibérica. Al hacerlo, ofrece un formato para la configuración espacial de un mundo cuyos horizontes geográficos están agrandándose.
La topología específica de las islas permite establecer un equilibrio entre las visiones de lejos, que lo abarcan todo y que estructuran proyecciones del mundo como una entidad única, y las visiones de cerca, que incluyen aquello que es inmediato y que presenta como encontrado. Cuando se compara con sus predecesores mediterráneos más literarios, casi pseudo-cartográficos, el islario ibérico adquiere una nueva dimensión geopolítica, se nos presenta como una especie de proto-Atlas. Usando el islario de Fernandes como punto de partida, en este seminario se mostró el modo en que la representación de las islas fue conceptualmente importante y estructuralmente integradora del imaginario cartográfico. Este imaginario tuvo importantes consecuencias conceptuales en el diseño de estructuras burocráticas en las cuales se traduce la jurisdicción imperial.