La Biblioteca y Museo Morgan en la ciudad de Nueva York presentan "Poesía y patrocinio: la biblioteca Laubespine-Villeroy redescubierta". La exposición reúne, por primera vez en casi 450 años, algunas de las encuadernaciones más espectaculares de la biblioteca de Claude III de Laubespine, uno de los grandes pero poco conocidos bibliófilos del Renacimiento francés.

Durante el Renacimiento, las bellas encuadernaciones que envuelven y singularizan a los manuscritos e impresos eran símbolos que utilizaban importantes bibliófilos y coleccionistas, haciendo gala de su riqueza y distinción. Claude III de Laubespine (1545-1570) cumplía con todos los requisitos.

Joven, guapo y noble, el cortesano francés Claude III de Laubespine (1545-1570) vivió en el lujo después de casarse con una heredera y obtener el favor del rey Carlos IX. Se convirtió en secretario de Estado y ascendió lo suficiente en el séquito real como para que se le confiaran misiones diplomáticas en el extranjero. Los poetas Pierre de Ronsard y Philippe Desportes, buscando el patrocinio de la familia de Claude III, compusieron elegantes homenajes en verso elogiándolo; su padre, Claude II; su hermana, Madeleine; y su esposo, Nicolás de Villeroy, quien también fue secretario de Estado. 

La brillante carrera de Claude III en la corte se truncó cuando murió a la edad de veinticinco años. Dejó una espléndida biblioteca, que se dispersó luego de pasar por manos de su hermana y cuñado; Sólo recientemente se han identificado y apreciado debidamente sus libros por su excelente calidad y sus finas encuadernaciones. Laubespine ahora se encuentra entre los grandes coleccionistas del Renacimiento francés. Por primera vez desde su muerte hace 450 años, esta exposición reúne algunas de las encuadernaciones más espectaculares de su colección, exquisitos ejemplos de diseño ornamental renacentista que dan fe del conocimiento, la riqueza y el gusto de un noble estadista. 

Los libros pertenecientes a la Biblioteca de Laubespine no disponían de alguna marca explícita de propiedad que los individualizara;de ahí, que identificar sus libros y rastrear su paradero no fue fácil. Sin embargo, desde 1993,  Isabelle de Conihout, intrigrada por la dispersión de esta colección, dedicó años de investigación y viajó a numerosas bibliotecas en Europa y en los Estados Unidos para comprender primero el alcance de su colección, investigar el material y luego reunirlo para esta exposición. 

En una entrevista de 2015, cuando de Conihout se unió a Christie's como especialista en libros parisinos, se le preguntó sobre el momento más memorable de su carrera. Su respuesta fue "mi descubrimiento de la biblioteca renacentista de Claude de Laubespine". Describió un momento en la Bibliothèque nationale de France donde encontró dos libros de arquitectura bellamente encuadernados de alrededor de 1560, cada uno con una marca distintiva en una estantería escrita a mano del siglo XVI, pero sin más identificación de a quién pertenecían. En sus palabras, "Seguí buscando y finalmente encontré en los BnF 40 volúmenes en encuadernaciones extraordinarias, todos con las mismas marcas de estantería, que llamé 'cotes brunes'. Continué mi búsqueda en otras bibliotecas parisinas donde encontré alrededor de 40 volúmenes adicionales, aún sin revelar nada sobre su propietario original. También en bibliotecas británicas y estadounidenses.

"Fue en un manuscrito literario donde finalmente recogí el rastro. Se creía que el manuscrito finamente encuadernado, con doble C repetida, pertenecía al rey Carlos IX. Al abrirlo, me sorprendió encontrar mi 'cote brune' escrito en la hoja. El volumen era una lujosa edición caligráfica temprana de los poemas de amor del poeta cortesano francés Philippe Desportes, y contenía un soneto final de aproximadamente el año 1570. En él Desportes llora a su amigo "sabio, feliz y perfecto", Claude de Laubespine . Esa fue la pista que necesitaba y finalmente pude resolver el misterio ".

Fuente: The Morgan Library & Museum