Si hablamos de libros singulares, el caso de este bulario es un buen ejemplo. Se trata de una recopilación de bulas que alguien, en el siglo XVII, se dedicó a coleccionar y ha llegado a nuestros días con la encuadernación algo destartalada por el uso y el envejecimiento propio de los materiales utilizados para su fabricación, resaltando el oscurecimiento debido al adhesivo utilizado para montar algunas de las bulas sobre segundos soportes de papel que, a su vez, eran bulas repetidas que quedan ocultas. El envejecimiento químico de este adhesivo no ha producido, sin embargo, una acidez tan alta que aconseje urgentemente una intervención de estabilización química para librar al soporte del ataque ácido.
Todo esto lo sabemos gracias al estudio del bulario, realizado por nuestra compañera del Departamento de Conservación Carla Delgado con motivo de su Trabajo de Fin de Grado, para adaptar su licenciatura en la especialidad de restauración de Bellas Artes al actual Grado de Conservación y Restauración del Patrimonio. Al estudio de los materiales y la estructura le sigue una descripción de las alteraciones presentes y sendas propuestas tanto de intervención como de medidas de conservación preventiva necesarias para prolongar en el tiempo la vida útil de este libro singular.
El magnífico trabajo está publicado en Documentos de Trabajo de la Biblioteca Histórica en este ENLACE. Nuestra enhorabuena a la autora.