Aldo Manucio fue el más importante e innovador editor del Renacimiento. La imprenta aldina fue responsable de la mayoría de las primeras ediciones de los clásicos de la literatura, la filosofía y la ciencia. Aldo fue el primero en concebir el libro como entretenimiento, ubicando al lector como protagonista. E intentaba establecer además un diálogo con el lector de sus ediciones a través de sus prefacios o advertencias, algunos de los cuales se recogen en esta selección, y traducción por primera vez al castellano, de Ana Mosqueda.
Los libros tal como los conocemos no serían lo mismo sin Aldo Manucio. En el siglo xv, el impresor y humanista italiano fue el artífice de un magnífico proyecto editorial dirigido a un refinado círculo de estudiosos, pero también a los estudiantes. Manucio editó e imprimió hermosos ejemplares que por su tamaño y por la claridad de los textos pudieran llegar al mayor público posible. Para eso implementó con regularidad la numeración de las páginas y los índices, y utilizó elegantes caracteres tipográficos. Además, en la gran mayoría de los títulos que publicó, entre los que se cuentan obras de Aristóteles, Esopo y Virgilio, agregaba cartas dirigidas a sus lectores. Esta selección de esas cartas prologales de Manucio, que inaugura la colección Territorio Postal, puede ser leída como una única y larga epístola, y funciona como manifiesto estético sobre el quehacer editorial.
Fuente: De re impressoria: cartas prologales del primer editor /Aldo Manucio ; selección, traducción y notas de Ana Mosqueda ; introducción de Tiziana Plebani. Madrid : Ampersand, 2022