A lo largo de la Historia se percibe una presencia constante, una mujer que inspira admiración y miedo: la bruja. La Edad Media y aun el Renacimiento fueron los periodos en que quedó definitivamente estructuda su figura en el imaginario de los hombres. Para ellos, la naturaleza femenina resultaba un misterio y, por lo tanto, una amenaza. La existencia de un personaje que aglutinara lo femenino, lo poderoso y lo pérfido resultaba para muchos la explicación de los múltiples males que aquejaban a la sociedad. Fue entonces cuando nació, se inventó y se fabricó la bruja.
Esta concepción surgió de la asociación de tres elementos: mujer, magia y sexualidad, que amalgamados dieron lugar al caldo de cultivo misógino que ha consolidado su función marginal y persecutoria a partir de un caudal de discursos que siguen fluyendo pese a los siglos. Implícitamente, este curso se concentra en los márgenes sexuales de la tradición occidental a partir de sus «sujetos esquivos» y de sus «objetos de escarnio». Pero también va a potenciar la revisión del fenómeno de la brujería con el propósito de arrojar nuevas luces sobre los territorios canónicos, pasados y presentes.
Por ello, en este curso, nos proponemos realizar un revisión rigurosa, transversal y multidisciplinar de las diferentes representaciones que la mujer heterodoxa y transgresora ha tenido durante los siglos XVI y XVII a través de cinco módulos estructurados en dieciséis sesiones.
Proponemos:
- Desmitificar el fenómeno histórico de la brujería a través del estudio de fuentes primarias, como los tratados de magia, los manuales de inquisidor y los procesos inquisitoriales.
- Determinar los rasgos demoniacos que se han ido modificando durante este periodo e intentar buscar una explicación a ello.
- Analizar la instrumentalización del miedo que realiza especialmente la Iglesia en estos siglos.
- Conocer las razones por las que se vinculó a la mujer con el diablo en este periodo histórico.
- Conocer cuándo empezó la brujomanía, cuándo se ejecutaron a las últimas brujas oficiales y concretar el papel que ocupó la Inquisición y los tribunales seculares en esas matanzas.
- Sensibilizar a la sociedad para restituir a la bruja como mujer transgresora a su lugar histórico y social.
- Implicar a los asistentes en el desarrollo del curso a través de un diálogo fluido en los debates desarrollados en cada una de las sesiones.
Deseamos presentar en este curso que está dirigido no solo a la comunidad universitaria, sino a cualquier persona interesada en el tema que desee asistir y participar en un espacio de análisis, diálogo y reflexión, ya que mostrando los miedos y las pesadillas de nuestro pasado, podremos comprender mejor la necesidad de seguridad que persigue nuestro presente.