Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

María Ana Victoria, Reina consorte de José I, Rey de Portugal, en la Biblioteca Histórica

Fátima López Recio 26 de Enero de 2023 a las 14:15 h

Algunas procedencias pasan inadvertidas hasta que la pericia de algunos investigadores logra identificarlas, e incorporarlas a las bases de datos y portales. En los ejemplares de la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla" de la Universidad Complutense de Madrid se conservan marcas de un gran número de antiguos poseedores institucionales y personales que ya han salido a la luz, pero algunas están esperando todavía a que miradas curiosas se sigan sumergiendo entre las páginas de sus ejemplares para ampliar nuestro conocimiento y enriquecer nuestra historia.

 

En esta ocasión, la curiosidad obtuvo su fruto. Haciendo un trabajo de una asignatura impartida por el profesor Fernando J. Bouza en el Máster de Historia de la Monarquía Hispánica de la UCM, he tenido la oportunidad de aportar mi granito de arena al enriquecimiento del Portal de Procedencias de la Biblioteca Histórica. Fue la inquietud por conocer la procedencia de un supra libros lo que me llevó a esta, para mí, singular situación. Lo vi en la cubierta y contracubierta del Tácito español ilustrado de Baltasar Álamos de Barrientos, libro impreso en 1614. Después de varias búsquedas infructuosas, consulté con dos de mis compañeras del Grado de Información y Documentación y una de ellas, Analía Zhang, me dio la clave: la base de datos de Ex Libris de la Real Biblioteca. Es ahí donde pudimos encontrar el nombre de la propietaria de este maravilloso monograma que me había encandilado. Lo que no sabía es que su propietaria lo haría aún más. Se trata de María Ana Victoria, Reina consorte de José I, Rey de Portugal.

 

María Ana Victoria era hija de Felipe V e Isabel de Farnesio. Nació en Madrid un 31 de marzo de 1718. Tal y como nos cuenta Mª Victoria López Cordón en un artículo de 2016 dedicado a esta Reina consorte, con poco más de tres años, la enviaron a la corte francesa ya que habían consensuado su matrimonio con Luis XV de Francia. En este país fue muy querida y feliz, incluso se le definía como una niña dulce e ingeniosa que se dejaba querer por todo aquel que la conocía. Fue difícil para sus cuidadoras separarse de ella cuando, en 1725, con siete años tuvo que regresar a España debido a la anulación de su matrimonio por cambio de intereses y afinidades de las Coronas. Fue entonces cuando hubo una nueva propuesta de matrimonio y dos años después se firmó su compromiso con José I de Portugal, hijo de Juan V de Portugal y María Ana de Austria. En 1729 la infanta cruzó la frontera portuguesa, portando consigo sus muchas ganas de bailar, leer, cazar y montar a caballo, aficiones que adoraba y que compartía con su prometido. En ese mismo año se casaron y con 16 años tuvo a la primera de sus cuatro hijas, María, futura reina de Portugal. Se sintió presionada por no tener varón descendiente, achacándole de ello por su afición de montar a caballo. La relación con su suegra María Ana de Austria no fue muy buena, ya que era una mujer estricta y la impedía disfrutar alegremente de la música y los bailes que tanto le gustaban. Por otra parte, siendo José I rey de Portugal, su regencia se vio marcada por la mano derecha del Rey y secretario de asuntos exteriores, el Marqués de Pombal, de quien nunca se llegó a fiar nuestra Reina, a pesar de que fue una figura importante en la reconstrucción de Lisboa tras el gran terremoto de 1755. Durante el reinado de su esposo tuvo libertades a la hora de administrar la Casa de la Reina, pero estas libertades se vieron limitadas por efecto de la centralización pombalina. Fue en 1777, durante el reinado de su hija María I de Portugal, cuando volvió a ser cotitular de la Casa de la Reina. Siempre intentó mediar entre las Coronas portuguesa y española aunque no siempre le fue posible. Fallecido ya su marido José I y siendo su hija María I reina de Portugal, tuvo lugar un acercamiento entre ambos países como resultado de la firma del Tratado de San Ildefonso, concretándose algunos puntos de éste un año más tarde en el Tratado de El Pardo en 1778, que se firmó estando María Ana Victoria de visita en Madrid, donde se reencontró con su hermano el Rey Carlos III. Volvió a Portugal y falleció con 63 años en la Real Barraca de Ajuda el 14 de enero de 1781.


Fuente: Cortezo, M. V. L. C. (2016). Mariana Victoria de Portugal: una infanta y muchas cartas. Pedralbes: Revista d'història moderna, (36), 17-53.

 

 

Bookmark and Share
Ver todos los posts de: Fátima López Recio

Comentarios - 0

No hay comentarios aun.


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]