ProJesArt es un proyecto financiado por la Agencia Estatal de Investigación del gobierno de España. Lanzado en el 2022 y de duración de tres años, tiene su sede en el Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y lo integran quince investigadores pertenecientes a ocho universidades y a un museo repartidos por seis países.
La investigación se centra en los procuradores provinciales de la Compañía de Jesús y su impacto en el ámbito de la historia cultural e histórico-artística del mundo hispánico en la edad moderna, con un especial interés en estudiar las relaciones de intercambio y circulación entre Europa y los virreinatos americanos, así como con los territorios del Pacífico con presencia hispánica.
Estos procuradores se elegían dentro de cada provincia jesuítica, normalmente cada tres años, para asistir a las reuniones de la orden en Roma. Para aquellos que viajaban desde los virreinatos americanos, su principal responsabilidad adicional era reclutar misioneros y comprar materiales necesarios para las misiones.
"Conseguidores" es el término que hemos elegido para caracterizar y llamar la atención sobre la heterogénea actividad que realizaban estos procuradores que llegaban a Roma atravesando muchas localidades para efectuar sus gestiones y adquisiciones, aunque la historiografía los ha calificado igualmente de gestores, delegados, agentes, mediadores o incluso lobistas. Los procuradores compraban decenas de libros y objetos de devoción para sus colegios e iglesias, incluyendo medallas, rosarios, crucifijos, reliquias, altares portátiles, telas para ornamentos litúrgicos, pinturas, esculturas y estampas. De por sí, se trataba de una enorme empresa de compra, transporte y distribución. Pero, además, eran "conseguidores" porque todo tipo de personas en sus sitios de origen les encargaban gestiones personales y compras de la más variada índole, ya fuera una vajilla de cristal de roca para un noble en Venezuela, pigmento azul para un pintor novohispano, perlas falsas para unas mujeres en Chile, un Niño Jesús de Nápoles con una especial encarnación de pulimento para un cura en Paraguay, o un Cristo de marfil para un colegio en Valladolid (España). Ante tan heterogénea realidad, el proyecto no se limita al ámbito de los estudios jesuíticos, pues incide en áreas de investigación de mayor espectro relacionadas con la cultura material y la globalización. En esta época el mundo estaba conectado por muchos canales, pero el papel de los procuradores jesuitas constituye uno de los capítulos no escritos de esa historia compartida.
La recuperación de la vida de los objetos es otro de nuestros objetivos, ya que a través de la figura del procurador es posible visibilizar obras y objetos que la historia del arte ha ignorado y que existen arrumbadas en los almacenes de museos, tanto en España, como en Hispanoamérica, o apartadas en iglesias donde ocupan lugares secundarios. Este patrimonio ha sido olvidado porque no pertenece a las grandes narrativas que la historia del arte ha construido en torno a cuestiones de autoría, estilo y calidad, las mismas que han determinado qué se expone y qué historias contar. Confiados en que los objetos tienen capacidad de generar nuevas narrativas y que los documentos permiten recuperar esas historias, este proyecto procurará devolver visibilidad a este patrimonio y a los agentes que hicieron posible su movilidad a través de grandes distancias.