Ligados con frecuencia a bibliotecas privadas, de las que se presentaban como complementos, los gabinetes de curiosidades surgen a partir de la segunda mitad del siglo XV en Europa como el lugar donde los coleccionistas de objetos de las clases pudientes exponían sus tesoros arqueológicos, escultóricos, pictóricos, naturales, mecánicos etc. Unas piezas que comenzaban a llegar de todos los rincones del mundo por medio de las nuevas rutas marítimas y que se exhibían en gabinetes llenados de manera abigarrada para poder ser contemplados por uno mismo o por las visitas.

A partir de la llegada del movimiento de la Ilustración en el siglo XVIII y de su búsqueda de la Razón, entendida como la capacidad de entender el mundo, los objetos de los gabinetes de curiosidades comienzan a ser ordenados y rotulados de manera sistemática e, incluso, se abren a la clase media y a los estudiosos.

Aumentan los gabinetes especializados por temáticas, como el del farmacéutico italiano Francesco Calzolari de cuyo catálogo Musaeum Franc. Calceolari iun. veronensis, con un grabado a toda plana de Girolamo Viscardi, se conservan 2 ejemplares [BH FLL 21199], [BH MED 2955] en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla.

También guarda la Biblioteca varios ejemplares del catálogo del Museum Wormianum seu Historia rerum rariorum, tam naturalium quam artificialium, tam domesticarum quam exoticarum ..., colección del médico y naturalista danés Ole Worm y que destaca por sus descripciones e ilustraciones, en especial la del calcógrafo G. Wingendorp [BH FG 3523], [BH MED 2069] [BH MED 2071] 

Esta ordenación sistemática de los gabinetes de curiosidades privados es el antecedente de los museos de los que disfrutamos hoy en día. Muchos de ellos surgieron, de hecho, de la conversión de antiguos gabinetes, especialmente los de historia natural. Ejemplo de ello es el Real Gabinete de Historia Natural de Carlos III, que en 1815 se convirtió en el Real Museo de Ciencias Naturales y, que hoy en día, nutre las colecciones de museos nacionales españoles como el de Ciencias Naturales, el Arqueológico o el de América.
También el Museo Nacional de Historia Natural de Francia cuenta con aportaciones de gabinetes de curiosidades, como el del célebre coleccionista francés Joseph Bonnier de la Mosson, del que la Biblioteca Histórica custodia varios ejemplares de su biblioteca particular, identificados con el distintivo super libros.

Una descripción del fondo y de la creación de este museo puede consultarse en la obra Histoire et description du Muséum Royal d'Histoire Naturelle (1823), en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla [BH MED 16927],[ BH MED 16928]