Este podcast de meditación histórica titulado "De la ventana al sótano" ha seguido el cauce de las aguas del río Manzanares y su papel en la Defensa de Madrid ante el asedio de las tropas golpistas en 1936. Más allá de sus aguas, compartimos la experiencia de las que a día de hoy han trabajado con estos libros, preservando y compartiendo las memorias de quienes los rescataron. Este documento sonoro se enmarca dentro del proyecto "350 páginas" de la artista Irene de Andrés.
El grado de penetración de las balas es de unas 350 páginas según nos cuenta uno de los combatientes que, tras las trincheras del frente de Filosofía y Letras en Ciudad Universitaria, se protegía del fuego enemigo con incunables, enciclopedias y también biblias. Entre sacos de arpillera las obras de Voltaire, Goethe y Cervantes sirvieron de barricadas improvisadas y en los tiempos muertos del combate fueron leídas por los soldados y brigadistas que defendían el frente de Madrid del asedio de las tropas franquistas.
En este podcast participan desde arqueólogos a compañeros de la Biblioteca de la Universidad Complutense.
Alfredo González Ruibal y Carlos Marín Suárez (arqueólogos) narran que en el año 2008 iniciaron un proyecto sobre los restos arqueológicos de la guerra civil en un lugar tan cotidiano como eran los edificios de la estrenada Ciudad Universitaria. Estos testimonios gráficos del frente son, entre otros, las fachadas con metralla, la guerra de minas, las trincheras, etc, encontrados principalmente en los campos de Medicina (actualmente las Facultades de Farmacia, Medicina y Odontología). Para estos arqueólogos, los libros con impactos de bala son también un documento arqueólogico, testigos materiales de los combates, al igual que otros restos encontrados en este frente de la guerra.
Javier Pérez Iglesias, director de la Biblioteca de Bellas Artes, relata que en este proyecto "350 páginas" se resalta el papel de estos libros que salvaron vidas, instrumentos de guerra que sufrieron expolios, mutilaciones, balas, incendios... y que a la postre, esto se convirtió en una tragedia para el patrimonio bibliográfico de la universidad.
Marta Torres Santo Domingo, autora de la tesis "La Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Segunda República y la Guerra Civil", explica que la Facultad de Filosofía y Letras era donde en esos días de la guerra estaban las Brigadas Internacionales. La Facultad fue escenario de muchas batallas cuerpo a cuerpo. Los soldados utilizaron los libros más voluminosos que estaban en la Biblioteca como parapetos, pero también para distraerse de la guerra con la lectura en tiempos de espera. También nos cuenta la historia y las distintas procedencias de los fondos que en ese momento estaban en la Biblioteca de Filosofía y Letras, entre ellos muchos de los tesoros bibliográficos de la universidad.
Por su parte, Javier Tacón Clavaín, responsable del Departamento de Conservación y Restauración de la Biblioteca de la UCM, expone lo que supone la restauración de estos fondos "malheridos" de la Biblioteca. Señala que estos libros deteriorados por la guerra son testimonios históricos y por tanto hay que conservar también esos vestigios del proceso histórico para posteriores investigaciones. Apunta que al terminar la contienda, los libros estaban dispersos principalmente por las facultades de Derecho, Filología y Medicina. Desde la la creación de la Biblioteca Histórica en el año 2001, los libros se encuentran en depósitos que cumplen con todos los requisitos de seguridad y climatización para su correcta conservación.
En definitiva, un relato de la guerra con la mirada enfocada en los libros. Pues después de haber transcurrido casi cien años, estos libros como artefactos silenciosos, siguen suscitando un gran interés y se han convertido en testigos de tan fragante batalla.