Italia. Primera mitad del siglo XVII.
La familia Barberini, mecenas y una de las más influyentes de Italia se vincula con el fenómeno del feminismo que surgió en esa época en Roma.
Gracias a sus políticas, protección y encargos, mujeres como la pintora Artemisia Gentileschi, la arquitecta Plautilla Bricci o la pintora y grabadora Anna Maria Vaiani pudieron comenzar sus carreras, alcanzar la excelencia en su profesión artística y abrir el largo camino hacia la emancipación femenina.
Una de esas mujeres fue Anna Maria Vaiani (Florencia, 1604 - Roma, 1660), hija del pintor florentino Alessandro Vaiani, que se había trasladado a Roma con su familia en la década de 1620.
Trabajó en el Museo Cartaceo de Cassiano y estuvo afiliada al gremio de pintores y miniaturistas Accademia di San Luca y al gremio científico Accademia dei Lincei, cosa poco común para una mujer de la época.
Anna Maria intercambió cartas con Galileo Galilei de 1630 a 1638 y fue éste quien le presentó al príncipe Taddeo Barberini y al mecenas y cardenal Francesco Barberini. También fue quien promovió su habilidad artística ya que, aunque era una artista universal, en esa etapa era conocida principalmente por sus composiciones florales. Practicó numerosas técnicas como el óleo, el fresco y el grabado, y trabajó en todos los géneros, desde el bodegón hasta la pintura histórica. Una de sus pinturas más famosa es la Virgen y el Niño Jesús con Juan Bautista y los querubines.
Vaiani comenzó su carrera artística pintando como asistente de su padre y tras su muerte, completó muchas de las obras iniciadas por él. La más importante fue la finalización de la decoración de la capilla del papa Urbano VIII (cuyo nombre de pila era Maffeo Barberini) en el Palacio Apostólico del Vaticano. En ella, los frescos narran Historias de la Pasión de Cristo: en los lunetos, la Flagelación, la Coronación de espinas y el Encuentro de Cristo con la Verónica; mientras que en la bóveda, el recuadro central con Cristo en el huerto está rodeado por angelitos con elementos de la Pasión.
Pero aunque comenzó con la pintura, es más conocida por sus grabados. Contribuyó con grabados en placas de cobre en 1633 para ilustrar De Florum Cultura de Giovanni Battista Ferrari (BH FLL 36622), basado en el jardín botánico del cardenal Francesco Barberini.
Galleria giustiniana del marchese Vincenzo Giustiniani (BH DER 16547 (GF)) es un catálogo de la colección de estatuas romanas antiguas de Giustiniani. Vaiani grabó tres planchas para esta colección: dos bustos de mujeres, dos bustos de ancianos y la estatua de Palas Atenea.
Galleria giustiniana del marchese Vincenzo Giustiniani (BH DER 16547 (GF))
Detalle de su firma
Un suceso relacionado con la vida privada de Anna Maria arroja más luz sobre su relación con los Barberini y la protección que le brindaron. En 1647 se casó con el pintor francés Guillaume Courtois. La unión no fue tan afortunada y pacífica como ella hubiera esperado. Fue arrestada y encarcelada por orden de su esposo bajo la acusación de abandonar su hogar conyugal. Poco después, fue liberada de la cárcel y decidió divorciarse y reclamar su dote. El acta legal de separación fue firmada en presencia de un testigo, Domenico di Guido Vaiani, vicecastellano de Castel Sant'Angelo y miembro destacado del séquito de Barberini, el cual sin lugar a dudas, operaba tras bambalinas para asegurar este importante acto legal y así ayudar a una mujer a obtener independencia legal.
Después de este período de mecenazgo bajo la ilustración Barberini y su círculo, que terminó alrededor de 1660, pasarían muchos años antes de que las mujeres artistas tuvieran otra oportunidad de avanzar hacia el profesionalismo.