La Biblioteca Nacional de España, en colaboración con la Fundación de Amigos de la BNE (FABNE) y la Fundación ACS, presenta la exposición Arte y Anatomía en el Renacimiento. Juan Valverde de Amusco y la Historia de la composición del cuerpo humano, que podrá verse en la Antesala del Salón de Lectura María Moliner hasta el 1 de marzo de 2025.
Esta exposición conmemora los 500 años del nacimiento del médico y anatomista Juan Valverde de Amusco (Amusco, Palencia, c.1525 - Roma, c.1587), autor de un libro fundamental en la historia de la ciencia europea del Renacimiento: la Historia de la composición del cuerpo humano. Esta obra, que puede consultarse digitalizada en la Biblioteca Digital Hispánica, está considerada como uno de los libros anatómicos ilustrados más destacados de la Edad Moderna. La Biblioteca Nacional de España conserva diversos ejemplares de este tratado, tanto de su primera y única edición en castellano, como de las sucesivas en italiano, latín y holandés.
Comisariada por David García López, José Ramón Marcaida y Sergio Ramiro Ramírez, especialistas en el estudio de la ciencia y el arte de la Edad Moderna, con una asentada trayectoria en la investigación de esta temática, la muestra sitúa la Historia de la composición del cuerpo humano en el contexto cultural y científico de su época, incidiendo en su relevancia como uno de los ejemplos más representativos de la compleja e indisociable relación entre el arte y la anatomía en el Renacimiento. Las numerosas ediciones y traducciones del libro avalan su relevancia en el contexto intelectual del siglo XVI, así como su estatus y consideración como objeto de prestigio social y cultural.
La representación del cuerpo humano como fuente de inspiración artística
Las 33 obras de la exposición, todas ellas de las colecciones de la Biblioteca Nacional de España, entablan un diálogo de letras e imágenes que nos transportan al siglo XVI. Ciencia y arte conviven en tratados anatómicos ilustrados y la representación del cuerpo humano es fuente de inspiración para los artistas. Con la proliferación de la imprenta, estampas y libros ilustrados se convierten en recursos al servicio de las ciencias, reforzando el papel de las imágenes como instrumentos de conocimiento.
Organizada en tres secciones, la muestra ofrece una contextualización pormenorizada de la Historia de la composición del cuerpo humano. La primera parte sitúa la obra, publicada en Roma en el año 1556, en el contexto del desarrollo de la ciencia anatómica de su época, marcado por la importancia asignada a la observación directa y el conocimiento. El tratado de Valverde de Amusco bebe de una tradición previa de tratados anatómicos ilustrados en la que De humanis corpori fabrica libri septem de Andrea Vesalio (1543) juega un papel crucial. En su mayoría, las imágenes de la Historia de la composición del cuerpo humano son versiones, con ligeras modificaciones, de las contenidas en el tratado de Vesalio, un aprovechamiento que fue una constante en la época.
Una obra colaborativa de compleja producción
La segunda parte explora diversos aspectos del proceso de producción de la Historia, y la naturaleza colaborativa de procesos como la elaboración de las imágenes. El proyecto contó con la participación y el apoyo de figuras destacadas del contexto cultural romano de mediados del siglo XVI, como los impresores Antonio Salamanca, Antoine Lafréry y Antonio Blado, los artistas Gaspar Becerra y Nicolas Beatrizet, y el cardenal Juan Álvarez de Toledo.
En su dedicatoria a Juan Álvarez de Toledo, fechada el 13 de septiembre de 1554, Valverde señala, entre los motivos que le llevaron a escribir su tratado, la "gran falta que la nación nuestra tiene de hombres que entiendan de anatomía". Escrito en castellano, entre las razones que llevaron a Valverde a elegir esta lengua está el desconocimiento del latín por parte de los cirujanos españoles.
La Historia de la composición del cuerpo humano describe los elementos anatómicos más relevantes del cuerpo humano. Estructurado en siete libros, cada uno consta de un texto principal, dividido en capítulos y acompañado de una serie de paratextos en los márgenes que remiten a las figuras. Estas se agrupan en una serie de tablas a toda página, situadas al final de cada libro y acompañadas de unos índices explicativos. La obra incluye 42 tablas anatómicas.
Un legado clave para la ciencia...y para el arte
La tercera parte de la exposición profundiza en la recepción y apropiación del contenido visual de la Historia de la composición del cuerpo humano por parte de los artistas y teóricos del arte durante la Edad Moderna.
Valverde de Amusco realizó un notable esfuerzo por exponer la constitución del cuerpo humano de una forma sistemática, accesible y actualizada, a través de recursos como el uso del castellano como lengua vehicular o la inclusión de imágenes de gran calidad y claridad expositiva.
Poco después de la publicación de la primera edición en castellano vieron la luz diversas ediciones y adaptaciones en italiano, latín y holandés, lo que hizo de la obra de Valverde un fenómeno editorial en el ámbito de la literatura médica de la época, con repercusiones en otros contextos como el de la práctica artística.
En las Academias italianas del siglo XVI se realizaron disecciones de cadáveres en las que estaban presentes los artistas, que tomaban apuntes y podían aprender el funcionamiento interno del cuerpo humano que, cada vez con mayor perspicacia, habían estudiado los médicos más avanzados. A ello se sumó la consulta de los tratados médicos que, como los de Vesalio y Valverde, ofrecían unas estampas de gran atractivo y sentido didáctico. De este modo, la confluencia de arte y ciencia médica se hizo constante en la época.
Fuente: