El nombre de Guillaume Budé ¿os suena de algo?. Este bibliotecario, que fue el primero en tener el título de "Maestro de la Biblioteca Real" bajo Francisco I, estuvo detrás de la creación del Collège de France y de la Biblioteca Real con sede en Fontainebleau, precursora de la Biblioteca Nacional de Francia.

Humanista y filólogo francés, Guillaume Budé fue un verdadero amante del saber: sus conocimientos eran tan vastos que Erasmo le llamó «el Prodigio de Francia». Aprendió al mismo tiempo griego, matemáticas, ciencias naturales, filosofía, historia, teología, derecho y medicina. Desde el comienzo del reinado de Francisco I, abogó por la creación de un colegio en el que se enseñaran las lenguas de la Antigüedad (latín, griego y hebreo). Se trataba del Collège des lecteurs royaux, fundado en 1530 por Francisco I, el actual Collège de France.

Pero  este gran erudito no era sólo bibliotecario. Fue a su vez maître des requêtes, secretario del rey, preboste de mercaderes, embajador ante el Santo Padre y uno de los consejeros más escuchados de los dos reyes a los que sirvió: Luis XII y, sobre todo, Francisco I.

Su pasión por el saber enciclopédico perdura hoy en en las colecciones patrimoniales de la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla" de la UCM, donde disponemos de 16 obras de este humanista francés, que esperemos sean pronto objeto de estudio, con el fin de dinamizar nuestro fondo antiguo ya sea en las prácticas curriculares o bien en proyectos de investigación.