Podemos hablar de descubrimiento porque de lo que vamos a tratar es de algo que estaba cubierto. Hace tiempo que sabemos que una colección de folletos del fondo de Derecho, estaban almacenados en varias cajas de archivo y que estas cajas, ya muy viejas, estaban rompiéndose, dificultando la manipulación de los folletos.
Llegó el momento de sustituir las viejas cajas por nuevas cajas de conservación, más estables y funcionales... y así se hizo. Y nos preguntamos...¿qué hacemos con las cajas viejas? Estaba claro que una de ellas se iba a quedar de testigo. De hecho, hace algunos años se restauró un libro que estaba en una caja de este tipo y esa caja la guardamos como testimonio. Cuando hemos buscado esa caja... ¡oh, qué sorpresa! Era del mismo encuadernador y con idénticos materiales -¿posiblemente se hicieron en el mismo lote?-
Tomada la decisión de conservar una de las cajas, las otras estaban destinadas al expurgo, y que mejor que sirvan como cartón para reciclaje. Así que procedíamos a desguazar las cajas para depositarlas en el contenedor cuando...
¡se produjo el descubrimiento! Bajo el lomo hueco de una de las cajas, asomaba un militar en posición de descanso, apoyado en su rifle y con aspecto pensativo. Para descartar que no había sido un capricho del encuadernador, sino el uso de material de desecho, reciclado en artículos de encuadernación, como ha sido muy habitual en toda la historia, procedimos a descubrir el resto de cajas -salvo la que se quedará de testimonio- y efectivamente todas tenían escenas de lo que posteriormente vimos que era un almanaque militar.
Al examinar detenidamente las cajas, comprobamos que sus paredes estaban formadas por cartones dobles, estando adheridos con las litografías hacia dentro. Posiblemente todos los cartones eran reciclados, así que decidimos desmontar dos de las cajas.
El resultado fue que el cartón utilizado procedía de un almanaque militar litografiado por A. Fortuny, con taller en la calle de Santa Engracia 12. El tamaño del plano de las cajas era menor que la litografía completa, pero superponiendo todos los fragmentos se consigue completarla salvo una pequeña parte de la esquina superior derecha.
Las litografías se incorporarán a la colección de obra gráfica de la Biblioteca Histórica