A lo largo del año 2024 en la Biblioteca Histórica hemos proseguido con las líneas de trabajo emprendidas en ejercicios anteriores, logrando mantener resultados similares en las actividades y los servicios prestados a la comunidad universitaria complutense -principal centro de atención de nuestros esfuerzos-; sin olvidar los ofertados a la ciudadanía -que obligan a todas las instituciones patrimoniales- y a los que también hemos concedido la debida consideración. Nuestro apoyo a las tareas docentes se vio correspondido con un número de sesiones lectivas celebradas en nuestra aula semejante al año anterior, al igual que el número de docentes y asignaturas implicadas en las mismas, pertenecientes a 19 titulaciones de 7 facultades distintas. Estas actividades congregaron a 1.178 estudiantes que recibieron formación académica reglada en nuestra aula con ejemplares de fondo antiguo, lo que, sin duda, enriquece su experiencia en el aprendizaje y sitúa a la BibliotecaHistórica como un recurso educativo fundamental para las disciplinas más afines al patrimonio bibliográfico. Buena parte de estas sesiones lectivas se complementaron con visitas a nuestras instalaciones, con explicaciones a cargo del personal bibliotecario y de conservación y restauración.
Esta implicación en el apoyo a los procesos de aprendizaje no se pudo manifestar de igual modo en el número de estudiantes que realizaron prácticas curriculares relacionadas con el patrimonio bibliográfico, debido, en parte, a los efectos del Real Decreto‐ley 5/2023, de 28 de junio, sobre su inclusión en el sistema de la Seguridad Social, y a los problemas de personal. Si en 2023 recibimos a 17 estudiantes, en 2024 fueron 5 que realizaron un total de más de 900 horas en nuestras instalaciones, bajo la supervisión y tutoría del personal de la Biblioteca Histórica. Si nuestro compromiso con el apoyo a la docencia y el aprendizaje siguió dando tan buenos resultados en 2024, también lo fueron las actividades abiertas a toda la ciudadanía, fruto de nuestra responsabilidad en la difusión del patrimonio bibliográfico complutense al conjunto de la sociedad. Así, logramos mantener en 2024 una programación regular de visitas guiadas a las exposiciones bibliográficas, lo que se expresó en el mantenimiento del número de visitantes, al igual que los asistentes a las actividades culturales celebradas en nuestra sede.
Muchas personas acceden a nuestros servicios, actividades y contenidos a través de la página web de la Biblioteca Histórica. La evolución de estas visitas todavía sigue siendo compleja, debido a la implantación en 2023 de nuevas herramientas de análisis del tráfico web, que hacen que no se pueda establecer una comparación con las métricas obtenidas en años anteriores; no obstante, enriquecerán los análisis en años venideros, ya que ofrecen nuevos datos sobre los canales de procedencia o los países de consulta. Todo apunta a que, tanto en la página como en el blog Folio Complutense, siguió disminuyendo levemente el número de vistas y usuarios, mientras que creció el de seguidores en Facebook. En lo que se refiere a los contenidos, en 2024 avanzamos en la apuesta por promover nuevas perspectivas de género con la creación del portal de Mujeres que recopila y organiza la numerosa información dispersa en la página web.
Los servicios de apoyo a la investigación continuaron las líneas emprendidas en años anteriores: la Biblioteca Histórica siguió colaborando en proyectos complutenses de innovación docente, siete en total, así como en otros proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales. Del mismo modo, prosiguió la labor editorial con el lanzamiento del número 37 de la revista Pecia Complutense, que este año ha logrado mejorar sus indicadores bibliométricos en Dialnet Métricas. También vieron la luz seis Documentos de Trabajo, elaborados tanto por el personal bibliotecario como por los estudiantes en prácticas, cuyos trabajos más notables se publican en esta colección.
El Departamento de Conservación y Restauración mantuvo en 2024 una intensa actividad relacionada con la restauración (130 obras, 27 para las exposiciones programadas) y la preservación de la colección: además del control de humedad relativa, temperatura, calidad del aire y otros factores ambientales (como las plagas), se protegieron 305 libros (169 de ellos con cajas de conservación y 136 con protecciones sencillas), se revisaron 1.208 libros para clases, visitas, exposiciones y digitalización y se fabricaron 2.012 contenedores individuales de papel para la instalación de documentos en fondos personales, actividades para las que se contó con el apoyo de una estudiante en prácticas (con 300 horas de tutoría). También se mantuvo la labor de seguimiento y supervisión de las exposiciones propias y externas, así como de asesoramiento en materia de conservación y restauración a distintas instituciones y profesionales dentro y fuera de la UCM.
En lo que se refiere a las colecciones patrimoniales, en 2024, además de alguna donación menor, hemos seguido recibiendo las entregas de ejemplares procedentes de otras bibliotecas complutenses, entre las que cabe destacar los libros de registro de entrada de obras de todas las bibliotecas complutenses, 369 volúmenes en total. En este ejercicio, con la incorporación de un nuevo efectivo, las labores de catalogación han avanzado a mejor ritmo. Siguiendo las líneas de trabajo de años anteriores, estas tareas se han centrado en la catalogación de las entregas y donaciones, así como de las adquisiciones y del fondo de las Residencias pendiente. En relación con las colecciones gráficas, otro eje de actuación, se logró terminar la catalogación en Cisne de las fotografías del Archivo Fotográfico de Lafuente Ferrari y se progresó con el fondo Hernández Pacheco, culminando la descripción de las fotografías de todas las regiones españolas. Un logro notable, que responde a otro núcleo de atención, ha sido la publicación de la descripción e inventario de las unidades de instalación de tres voluminosos fondos personales: Francisco Guerra, Manuel Ballesteros Gaibrois y Ángel Vián Ortuño; lo que no impidió el avance en el inventario de los documentos de Antonio Elorza o la clasificación, instalación e inventario de los fondos de Julián Marías y Lolita Franco, que facilitaron la selección de documentos para la exposición El vuelo del Alción. La programación expositiva fue muestra de nuestro compromiso con la difusión y divulgación de la cultura científica y el apoyo a las tareas de transferencia de conocimiento al conjunto de la sociedad. En 2024 inició el ciclo expositivo una producción de la Biblioteca Histórica: Tiempo para la alegría. Donación Alfonso Utrilla de la Hoz que, aunque se inauguró en noviembre de 2023, desarrolló la mayor parte de su andadura en el primer cuatrimestre de 2024. Las siguientes exposiciones contaron con la colaboración de grupos de investigación complutenses que asumieron la financiación y el comisariado de exposiciones con las que dieron a conocer sus diferentes estudios y líneas de investigación. El grupo Conectar los Trópicos presentó, Los saberes del mundo: misión y conocimiento en los siglos XVI‐XVIII, una exposición comisariada por el profesor Federico Palomo, en la que se mostraron piezas muy representativas de nuestra colección, mediante un discurso que se destacó el papel que, en la conformación de los saberes altomodernos, tuvieron los religiosos que se vieron implicados en los procesos de evangelización a lo largo de la Edad Moderna. Cerro el año una colaboración entre 8 la Biblioteca Histórica y la Biblioteca y la Facultad de Filosofía que asumieron el comisariado conjunto de El vuelo del alción: el fondo personal e Julián Marías en la Universidad Complutense. La exposición, cuyo hilo conductor es la biografía de Julián Marías, ofrece una muestra del copioso fondo documental, generosamente donado por la familia del filósofo a la Universidad Complutense en el año 2023.
Como en años anteriores la Biblioteca Histórica también organizó actividades abiertas al público en jornadas como El día de la Mujer, La noche de los libros o Madrid Otra Mirada y acogió en su sede actividades de la Semana de la Ciencia y la Innovación, en las que participó también el personal de la biblioteca. Todos estos servicios y proyectos se desarrollaron con una plantilla, que, aunque ha logrado incrementar en un efectivo técnico en 2024, sigue estando por debajo de las necesidades de la Biblioteca Histórica, pues seguimos contando con más de seis puestos vacantes a finales de año: subdirección, jefatura de proceso e información bibliográfica de tarde, jefatura de sala y préstamo de tarde y 3 puestos ayudantes base de mañana (en parte paliado por la incorporación de un responsable de archivo en adscripción de funciones) lo que supone más del 38 % deltotal de la plantilla de personal bibliotecario y el 50 % de la plantilla de tarde, sin olvidar una plaza vacante en el Departamento de Conservación desde 2023. Esta situación, que se arrastra desde hace ya demasiados años, vuelve a afectar especialmente a la jornada de tarde y, por ello, compromete seriamente la capacidad para mantener la apertura de la biblioteca en esa franja horaria. Además, necesitamos personal para seguir avanzando en la descripción del fondo documental aún pendiente de catalogar, así como en la atención a estudiantes e investigadores y en el desarrollo e impulso de los diferentes proyectos de apoyo a la docencia y el aprendizaje. No obstante, es de destacar que, a pesar de todas los inconvenientes y dificultades ocasionadas por esta carencia, el personal ha ofrecido, como siempre, lo mejor de su profesionalidad y, con gran determinación, ha logrado mantener el nivel y calidad de los servicios prestados por la Biblioteca Histórica.