El robo de las colecciones especiales es un problema en todo el mundo, es obvio que la seguridad de las colecciones se hace más necesaria a medida que aumenta su visibilidad y utilización. Como ya anunciamos en un post anterior, la Asociación de Bibliotecas Universitarias y de Investigación americana en su Sección de Libros Raros y Manuscritos (ACRL/RBMS) publicó en 2009 la revisión de las Directrices sobre el acceso a material de investigación en Archivos y colecciones especiales. Pues bien, nuestro comentario de hoy está dedicado a resaltar que ya está disponible su traducción al español de la mano de Ramón Abad Hiraldo, director de la Biblioteca Universitaria de Zaragoza. [Seguir leyendo]
Este trabajo ha sido el resultado de una Actuación del Grupo de Trabajo de Patrimonio Bibliográfico de REBIUN y será presentado en la próxima Asamblea Plenaria. Mientras, se pueden consultar en la Web de la Asociación Americana para bibliotecas de investigación. También la IFLA a través de la Sección de Libros Raros y Manuscritos tiene prevista en breve su aprobación.
Estas Directrices proporcionan un excelente conjunto de instrucciones que ayudarán a las bibliotecas a desarrollar políticas de seguridad que les permita responder mejor a los ladrones potenciales. Además, ofrecen una orientación general en relación con el acceso de los investigadores a los materiales de archivos y bibliotecas de libros raros y manuscritos.
Este documento actualiza las anteriores Directrices y facilita su consulta. Se han eliminado las referencias específicas a las bibliotecas, por lo que son aplicables a todas las colecciones especiales, y aunque mantienen algunas referencias a situaciones concretas de Estados Unidos, hay un intento de reflejar las mejores prácticas a nivel internacional. En términos generales son muy manejables y fáciles de implementar.
El documento está dividido en dos partes, la primera dedicada a Medidas de Seguridad y una segunda parte en la que se establecen las pautas a seguir en caso de robo.
Medidas de seguridad, hay que destacar la aparición de un nuevo perfil profesional en la Gestión de las colecciones: el Responsable de Seguridad de la Biblioteca (RSB).
La designación de un Responsable de Seguridad de la Biblioteca (RSB) y el desarrollo por escrito de una política de seguridad puede ayudar a asegurar que todo el personalsea consciente de sus responsabilidades legales y de procedimiento a seguir a la hora de aplicar medidas de seguridad. RSBl Será el encargado de planificar y administrar el programa de seguridad. Este programa deberá incluir la supervisión de las colecciones, el examen de las instalaciones y la formación del personal de la institución. El RSB no está pensado para ejercer de encargado de seguridad, sino para establecer relaciones activas de trabajo con la ayuda del personal apropiado, administradores de la institución, asesores de la corporación, responsables de prevención y seguridad, así como consultores externos de los cuerpos de seguridad y compañías de seguros.
Instalaciones, El edificio o zona dónde se custodian las colecciones especiales debe tener el menor número posible de puntos de acceso. Debe existir un control estricto de salidas de incendios y de emergencia con las alarmas activadas. Se recomienda el acceso sólo a los espacios públicos y no a las zonas de trabajo o de depósito. El personal de la biblioteca o de seguridad debe examinar los materiales de investigación que llevan los investigadores tanto al entrar como al salir del área de consulta.
Los Investigadores. Es necesario un equilibrio entre la disponibilidad de los materiales custodiados y su seguridad. Las normas que rigen las colecciones deberán ser visible a través de todos los medios de difusión disponibles: página Web, etc.
Las Colecciones . Es necesaria la identificación de todos los materiales custodiados, por lo que es preciso que la catalogación se haga de un modo lo más exhaustivo posible que permita la identificación inmediata de los materiales en caso de pérdida.
La Segunda parte de estas Directirices está dedicada a establecer las pautas que faciliten el camino a seguir en caso de robo. Se contempla la formulación de un plan que nos permita una respuesta ágil y bien organizada, así como la colaboración con los cuerpos de seguridad , asesoría legal, etc.
Otro aspecto a tener en cuenta en lo que a seguridad se refiere, es la política de adquisiciones de materiales especiales La seguridad debe comenzar entre los propios libreros/anticuarios, quienes deben identificar siempre los objetos que ofrecen a la venta. Los responsables bibliotecarios deben esforzarse al máximo en hacer que los libreros se familiaricen con los sistemas bibliotecarios de identificación de fondos, reduciendo así las posibilidades de que alguien pueda pueda aprovecharse de los robos.
Estas directrices proporcionan un valor añadido, como son buenas prácticas en catalogación y gestión de colecciones especiales en general. Llama la atención, al final del documento la recopilación de una serie de recursos como son, publicaciones, tecnología de marcado, direcciones para notificar robos, etc. en definitiva información de gran interés para cualquier institución que mantenga entre sus colecciones material especialmente valioso.
APENDICE I
Directrices para sellado de libros, manuscritos y otras colecciones especiales
APENDICE II
Borrador de un Modelo de Legislación: Robo y Mutilación de Materiales de Bibliotecas
APENDICE III
Directorio de recursos