Leonardo Padura, escritor cubano nacido en 1955, es uno de los autores más conocidos del género negro en español gracias a la serie protagonizada por el detective Mario Conde en la que sobresale La neblina del ayer, publicada por Tusquets en el año 2005. Su última novela publicada en España es El hombre que amaba a los perros, magnífico relato sobre el asesinato de Trosky por Ramón Mercader. En La neblina del ayer el Conde, expolicía y librero, nostálgico empedernido, nos sumerge en un verano habanero en el que los días sólo traen calor y humedad y las noches se impregnan de ron y humo. [Seguir leyendo]

Amante de los libros desde su niñez, aprendió de Cristobal el Cojo, bibliotecario de su instituto, "la convicción de que el mundo podía ser un campo de batalla pero que una biblioteca era un terreno inviolablemente neutral y colectivo". Militante del club de los inconformes, a los 48 años sobrevive al síndrome del cansancio histórico gracias al grupo de amigos con los que comparte sueños y frustraciones: Carlos el Flaco, Yoyi el Palomo, la vieja Josefina y Tamara, su amor desde Preu.

Su visita a una decrépita mansión y el descubrimiento de una biblioteca fascinante llena de libros antiguos desencadena una aventura y el recuerdo de un misterio en La Habana de los nightclubs y cabarets de los años cincuenta. Desde ese momento, el Conde queda atrapado entre dos paisajes: aquella ciudad de la música donde el bolero se vestía de ceñidos lamés dorados, y un santuario perdido en el tiempo habitado sólo por libros míticos, legendarios, clásicos de la imprenta española y, sobre todo, libros inencontrables de la historia de la imprenta cubana.

De entre todos ellos, había uno que el Conde nunca olvidará:

- "Ven acá, Conde, ven acá... Mira esto...

El índice del Palomo recorría los lomos de varios libros y el Conde se acuclilló para observar mejor.

- ¡Mi madre¡ No, no puede ser...

... Percibiendo como se le aceleraba del corazón, Conde abrió el primero de los libros y luego de leer el lema que advertía "Labore et Constantia", dejó desfilar ante sus ojos los grabados, coloreados a mano, que reproducían con tal precisión las figuras de unos peces que daba la impresión de que habían sido fotografiados, recién sacados de los mares tropicales, húmedos áun....

- Estos son dos joyas. No tienen precio. No tienen comparación - consiguió decir, sintiendo torpe la lengua, pensando qué adjetivos podía atribuirles a aquellas maravillas invaluables de la impresión cubana. - A éste todo el mundo le llama "El libro de los peces", pero su verdadero título es - abrió la tapa y leyó la portadilla - Descripción de diferentes piezas de historia natural las más del ramo marítimo representadas en 75 láminas. Es el primer libro importante impreso en Cuba..., lo hicieron en 1787... - la emoción del Conde no remitía, la sequedad bucal se incrementaba, como si hubiera sido invadido por una fiebre fulminante...

...- Nunca los había tenido en las manos. - El Conde se había olvidado de Dionisio y, sin apartarlos de su pecho, acariciaba la piel de los libros -. Si Cristobal los pudiera ver..."

La aventura continúa y perdemos al Conde por lo viejos barrios de La Habana buscando el rastro de un misteriosa mujer. No queremos contar más. Invitamos a nuestros lectores a seguirle.

Mientras, querido Conde, desde el corazón de otra vieja ciudad, quiero enviarle un regalo a tu amigo Cristóbal el Cojo, aquel bibliotecario para el que "cada uno de los libros que están allá atrás - señaló el almacén del fondo - tiene su alma, tiene su vida..., es insustituible, cada uno tiene una palabra, una frase, una idea que espera por su lector...". En el fondo del depósito de otra biblioteca de una vieja universidad, la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, ha aparecido "El libro de los peces", rarísimo ejemplar de Antonio Parra y unas de las joyas de la imprenta cubana [BH FOA 3967]. Lo hemos digitalizado para que lo disfruteis tu y tus amigos en alguna de esas tardes interminables que compartís. "Nos hicieron creer que todos eramos iguales y que el mundo iba a ser mejor"... No desmayes, Conde, conseguirás encontrar un imposible bolero con final feliz.

Para saber más de La Neblina del ayer:

Gómez Jarque, Noelia, "La neblina del ayer y la miseria de Cuba", en Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid, 2005.

Rondón, Cesar Miguel, "La neblina del ayer de Leonardo Padura", en Letras Libres, enero 2006

Entrevista con Leonardo Padura en Youtube