La encuadernación: ese "forro o cubierta de cartón, pergamino u otra materia, que se pone a los libros para resguardo de sus hojas" (RAE), es la frontera entre el agresivo mundo exterior y la apacible quietud del interior de un libro. Por este motivo, la función de resguardar provoca que las cubiertas reciban el daño producido en el uso y el impacto de la polución del aire y de la luz. Actualmente, no hay duda de que las encuadernaciones deben ser consideradas como parte integral del objeto bibliográfico, especialmente en las colecciones de reserva y que, cada vez más, son objeto de estudio como una disciplina más del mundo del libro. [Seguir leyendo]
No podemos considerar una encuadernación como el mero vestido exterior, ya que en el "Juntar, unir, coser varios pliegos o cuadernos y ponerles cubiertas" (RAE) se realizan múltiples operaciones que se culminan al cubrir la estructura y realizar su decoración: el tipo de costura y cabezadas, el acabado de los cortes, los elementos de refuerzo del lomo, etc. Las técnicas empleadas y los materiales utilizados para la realización de estas operaciones, varían sustancialmente dependiendo de la época de la encuadernación y el lugar donde se realizó, por ello es posible distinguir entre una encuadernación italiana y otra flamenca por sus características estructurales. El estudio de la decoración es una de las herramientas disponibles para situar y datar una encuadernación, pero no debería ser la única utilizada, ya que los grabados utilizados pueden pasar de unos talleres a otros, de un país a otro, o pueden haber sido utilizados a lo largo de decenas de años. No obstante, gran parte de los proyectos relacionados con este aspecto del libro, se basan en las características ornamentales de las encuadernaciones, véase el trabajo realizado en la Real Biblioteca inspirado en la British Library Database of Bookbindings, donde, al menos, podemos realizar búsquedas por el material de cubierta. Un salto cuantitativo es el desarrollo del catálogo colectivo de encuadernaciones artísticas, en fase de creación, no sólo por que amplía las posibilidades de descripción física, sino porque sería una base de datos abierta a las colecciones de múltiples instituciones. Pero aún en este logro, fruto del tesón del Prof. Dr. Antonio Carpallo, se echa de menos una descripción sistemática con mayor peso de las características estructurales. En este sentido, en el catálogo antedicho la información se introducirá en campos de texto libre, en los que los destinados a los estilos decorativos son mucho más profusos que los dirigidos a técnicas y materiales, intuyéndose que gran parte de las encuadernaciones que no destacan por su ornamentación, como las flexibles en pergamino -sin duda las más abundantes en cualquier colección de fondo antiguo-, quedarán fuera de este tipo de proyectos, no en vano esto ya es anunciado con el atributo "artísticas" en el nombre del proyecto. En todo caso, las búsquedas en un campo de texto libre, aunque posibles, quedarán supeditadas a la unificación de los términos utilizados en las descripciones y esto parece un gran obstáculo para una herramienta científica.
La historia de la encuadernación parece estar despertando como disciplina científica o, en palabras de Nicholas Pickwood, "is still in its infancy" (está aún en su infancia). El estudio histórico científico debe basarse en la descripción detallada de todos los elementos de las encuadernaciones, previamente situadas en el tiempo, sin descartar todas aquellas en las que el ánimo del encuadernador no ha sido crear un libro meticulosamente decorado. De esta forma, el investigador de encuadernaciones podrá determinar el tipo prevalente en cada época, país o región. Es precisamente en los libros humildes, p. e. pergaminos flexibles, en los que más características estructurales pueden ser observadas debido a su, generalmente malo, estado de conservación (véase la ilustración). Por desgracia, la reencuadernación ha sido una práctica muy habitual en prácticamente todas las colecciones de fondo antiguo. En un muestreo realizado en la Biblioteca Histórica, con los impresos españoles de la primera mitad del siglo XVI, la encuadernación no era la original en la gran mayoría de los casos. Por ello, en el departamento de conservación tenemos, como unas de nuestras líneas de trabajo a corto plazo, la identificación de libros que presenten su encuadernación original para aumentar su protección confeccionándoles una caja de conservación a medida.
La aproximación del propio Prof. Pickwood junto al Dr. Athanasios Velios, al asunto de crear una herramienta para el estudio de las encuadernaciones, a través de la unidad de investigación "LIGATUS" consiste en la construcción de una base de datos jerárquica en la que las jerarquías se basan en la estructura de un libro, lo que permite al usuario navegar por la estructura e incluso encontrar términos que no son conocidos por ellos. Por ejemplo, en el grupo "Tapas" estarían jerarquías como "materiales" donde estaría "cartón" y dentro de esta "de papel reciclado". Esto debe ser apoyado ineludiblemente por un glosario multilingüe definitivo que los autores tienen el propósito de establecer en el marco de un proyecto europeo en 2011.
Probok project es otro proyecto de la Uppsala University Library junto a la University Library of Lund para la construcción de una base de datos que recogerá, entre otras, información relativa a las encuadernaciones.