Los pasados 27-29 de abril se han reunido en Madrid los miembros del Comité Permanente de la Sección de Libros Antiguos y Manuscritos de la IFLA con el objetivo de desarrollar unas Directrices para la digitalización de material antiguo y de reserva, siguiendo el plan  propuesto en el transcurso del último Congreso Anual de la IFLA. Durante las sesiones de Gothenburg, se planteó la necesidad de elaborar unas directrices que dieran respuesta a los problemas grandes o pequeños que surgen en la actividad diaria de las instituciones que están llevando a cabo estos proyectos, evitando así posibles desencuentros entre bibliotecarios, personal técnico y de gestión implicados. [Seguir leyendo]

Con frecuencia se plantea la digitalización en términos tecnológicos y económicos, se toman decisiones en cuanto  al proceso de escaneo o elaboración de metadatos pero, en la práctica, los responsables de estos procesos deben tomar decisiones  a la vista del material a digitalizar, soluciones que en la mayoría de los casos no tiene carácter definitivo. Decidir  si se digitalizan las encuadernaciones, si se incluyen o no las páginas en blanco, los niveles de descripción, etc., forma parte de la actividad cotidiana de un proceso de digitalización. 

Paralelamente también hay que tener en cuenta que, el uso y acceso a las colecciones, se está comenzando  a evaluar a través de los materiales digitalizados. Esto supone que los proyectos actuales y los futuros deben cumplir sus objetivos en cuanto a las necesidades de los investigadores, pero también deben acercarse a un público nuevo y más amplio.

El principal objetivo de estas futuras Directrices será proporcionar una herramienta que ayude a las intituciones para que los medios digitales garantizen las  características específicas de los manuscritos y libros antiguos, no sólo como medio de preservación de los ejemplares, sino también manteniendo su integridad y complejidad como documentos, teniendo en cuenta sus condiciones físicas y estableciendo una relación más amplia con el resto de la colección dónde se encuentran.

La forma de actuación será la misma que en ocasiones anteriores para la elaboración de otras Directrices: contactos con instituciones internacionales dentro de su área, estudio de los problemas que plantea la digitalización y establecimiento de nuevas relaciones de cooperación dentro de la IFLA, como es el caso de la Sección de Catalogación, de forma que la accesibilidad de las  digitalizaciones  se enmarquen en normas de catalogación internacionales.

A partir de la información proporcionada por los miembros del grupo sobre las instrucciones utilizadas en cada institución o proyecto, se ha elaborado un primer borrador que incluye aquellos aspectos de los manuscritos y libros de fondo antiguo que forman parte de una colección y que deben ser tenidos en cuenta  en el diseño y ejecución de un proyecto de digitalización.

Especificar qué características y contenidos deberían incluirse en una reproducción facsimilar, definir cuales deben ser las expectativas de estas reproducciones y tender a unos resultados más homogéneos serán los  principales objetivos para, finalmente, ofrecer recomendaciones que permitan producir objetos digitales de calidad científica, al mismo tiempo que puedan ser ofertados a un espectro más amplio de posibles usuarios.

El resultado de este encuentro ha sido netamente positivo, además de una puesta en común sobre la digitalización de materiales patrimoniales, se han sentado  las bases para la elaboración de un primer borrador que será debatido y presentado durante el próximo  77º Congreso  anual de la IFLA en Puerto Rico. Por último nuestro agradecimiento a  Isabel García-Monge coordinadora de Información de la Sección de Fondo antiguo y Manuscritos de la IFLA y encargada  de  la organización de estas Jornadas, que han contado también con interesantísimas visitas a Bibliotecas patrimoniales madrileñas, como han sido: la  Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, la Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, la Biblioteca del Museo del Prado y la Biblioteca Nacional de España.