Acaba de publicarse el tercer volumen de la trilogía de Javier Tacón dedicado a la conservación y restauración de materiales documentales aunque, en realidad, en orden de lectura debería ser el primer volumen ya que está dedicado a explicar lo que son los soportes y técnicas documentales y las causas de su deterioro. El segundo sería el dedicado a la Conservación en archivos y bibliotecas y el tercero el dedicado a La restauración de libros y documentos (noticia en Folio Complutense).[Seguir leyendo]
Muchas obras científicas y literarias adoptan la forma de "trilogía" como forma cuasiperfecta. La trilogía es algo distinto de una obra en varios volúmenes, pues en su misma esencia el Tres es un número simbólico que se acerca a la perfección armónica; para los masones, por ejemplo, Sabiduría, Fuerza y Belleza. Y si Javier Tacón ha elegido terminar su magnífica introducción a las artes de la conservación y restauración con un tercer (o primer volumen) algo habrá de mágico en la elección.
Comienza la obra con la definición de lo qué es y no es un libro, desde el punto de vista material, claro está. A continuación se centra en la descripción de los "artefactos documentales", desde el documento al codex, como continentes de la plasmación del saber, de la ciencia, de las inquietudes y del progreso de la humanidad. Para terminar la primera parte, se estudian los soportes (papiro, papel, pergamino, pieles y plásticos), las tintas (carbón, sepia, ferrogálicas, coloreadas, impresión) y las técnicas de impresión (las "clásicas", fotográficas, sonoras, digitales, etc).
La segunda parte de la obra responde, como nos explica el propio Javier Tacón, a la afirmación de Heráclito, de que todo fluye y nada permanece y, por ello, nuestros objetos documentales, desde que nacen, se oponen con más o menos vigor dependiendo de su origen a la permanencia física, debido a múltiples causas. Y así, la química del envejecimiento, el biodeterioro, el paso del tiempo, o el vandalismo de delincuentes, perturbados u otras causas físicas conducen, inexorablemente, a la destrucción de continentes y, con ellos, de contenidos imprescindibles para conocer el pensamiento del hombre. Pero como no nos resignamos a ese destino, seguimos luchando contra él y para ello están, entre otras herramientas, las artes de la conservación y la restauración. Y así, volvemos a empezar.
Es para la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid un privilegio que esté libro haya sido escrito por el que es, en la actualidad, responsable del Departamento de Conservación y Restauración de la Biblioteca. Su buen criterio le hacía consciente de la necesidad de difundir los conceptos básicos en esta materia, tanto para la formación de especialistas como para los que, sin ser especialistas, tenemos que tomar decisiones en materia de protección de patrimonio bibliográfico. Con este volumen termina brillantemente una etapa. Y le damos las gracias. A su gente, a la que le dedica la obra, a Julio Ollero que lo ha editado, a Jorge Mennella que lo ha maquetado con rigor para que las innumerables fotos estuvieran en el sitio adecuado, "a los trabajadores de Renfe Cercanías de Madrid, ya que buena parte del trabajo se hizo en los trayectos del tren" y, sobre todo, a él, por seguir enseñándonos a valorar, cada día más, su labor en contra de los que, además de los responsables de su creación, son los grandes enemigos del Libro: el Tiempo y la Humanidad.