El pasado 8 de julio tuvo lugar, en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, la lectura y defensa pública de la tesis doctoral La Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Segunda República y la Guerra Civil, por Marta Torres Santo Domingo. Ha sido dirigida por Mercedes Fernández Valladares y Luis Enrique Otero y Carvajal. Este trabajo de investigación aborda una etapa trascendental en la historia de la Biblioteca de la Universidad de Madrid: su nacimiento como biblioteca moderna a la vez que su destrucción debido a uno los episodios más trágicos de nuestra Historia reciente, la Guerra Civil. [Seguir leyendo]
La Biblioteca de la Universidad de Madrid vivió durante el primer tercio del siglo XX un desarrollo sin precedentes que la situaron al nivel de las más prestigiosas instituciones europeas. El impulso que la cultura y la educación tuvieron en España durante las primeras décadas del pasado siglo, se reflejó plenamente en la evolución de la biblioteca. Desgraciadamente la guerra civil afectó plenamente a la Biblioteca de la Universidad, cortó de raíz el desarrollo alcanzado y supuso un enorme retroceso en el tiempo.
La tesis está estructurada en tres períodos históricos. En primer lugar se hace un recorrido por la situación de la ciencia y la educación universitaria en España previa a la llegada de la Segunda República, y sus implicaciones en las bibliotecas universitarias. Se revisa la organización del sistema bibliotecario durante el primer tercio del siglo XX, las reformas legislativas que impulsaron el crecimiento de la biblioteca universitaria en este período, y el alcance de la autonomía universitaria, que facilitará muchas de las reformas acometidas durante la Segunda República.
La Segunda República apuesta por la lectura pública, pone en valor la función social del libro y la lectura y subraya la noción de biblioteca como servicio público. En relación con las bibliotecas universitarias es muy importante el Decreto de 1932. En este contexto, la Biblioteca de la Universidad de Madrid emprendió un proyecto modernizador que tuvo su reflejo en el nuevo Reglamento de la Biblioteca de 1933, que estableció unas bases que darán lugar a un desarrollo de la biblioteca sin precedentes. Dicho desarrollo se apoya en un nuevo concepto de la Biblioteca Universitaria como unidad al servicio de estudiantes y profesores. Este Reglamento permite que la biblioteca se organice de forma descentralizada, lo que la convierte en una estructura más flexible y próxima a su institución. En este proceso, la figura del Director de la Biblioteca es un importantísimo eslabón que, junto a la Comisión de Biblioteca, hará posible esa relación directa con la Universidad. Por primera vez se materializan servicios tan actuales como el préstamo domiciliario, los catálogos en libre acceso, aparece un primer esbozo de préstamo interbibliotecario, la información bibliográfica, la formación de usuarios o la extensión bibliotecaria. Periodo apasionante e intenso en el que los bibliotecarios contaron con la colaboración de profesores de la talla de Teófilo Hernando o José Ortega y Gasset.
Los capítulos dedicados a la Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Guerra Civil hasta abril de 1939, constituyen el segundo período histórico estudiado. Durante la contienda, una parte muy importante del patrimonio bibliográfico de la universidad se perdió para siempre; pero también se pudieron rescatar y conservar algunas colecciones gracias a la ayuda del personal destinado en la biblioteca. La República intentó mantener la organización bibliotecaria durante la guerra mediante la creación de organismos cuya labor estuvo centrada en la continuidad de la actividad bibliotecaria y la protección del patrimonio bibliográfico español. La Comisión Gestora del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, la Sección de Bibliotecas del Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico, la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico tuvieron esa misión. En las Facultades de Derecho y Medicina se estableció un servicio de lectura para médicos y combatientes. Se recogieron libros en distintos idiomas para los que combatían en las filas de las Brigadas Internacionales. Emocionado y emocionante es el capítulo dedicado a El salvamento de bibliotecas en la Ciudad Universitaria. El capítulo en su conjunto es un relato casi en directo de todos los que participaron en el rescate, sin cuyo esfuerzo, heroico en no pocas ocasiones, no se hubieran podido recuperar algunos de los fondos más valiosos.
El tercer período histórico estudiado se centra en la situación de la Biblioteca Universitaria en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil, desde mayo de 1939 hasta el año 1945. Una de los hechos menos conocidos que tuvieron lugar durante los primeros años del franquismo fue que la Biblioteca de la Universidad de Madrid se convirtió en un depósito de libros incautados. La incautación de libros y bibliotecas privadas fue un instrumento más de represalia sobre los vencidos con el que se pretendía rellenar las lagunas existentes en las instituciones públicas, sin pudor alguno sobre la procedencia de los libros. Es el caso de las bibliotecas personales de José Giral, Américo Castro, Teófilo Hernando, Fernando de los Rios, Agustín Millares, etc. entre otros.
Esta tesis realiza de forma rigurosa la identificación de ejemplares de las colecciones de manuscritos, incunables e impresos antiguos perdidos que constituyeron el patrimonio bibliográfico de la Universidad a lo largo de sus 500 años de historia y, por primera vez, se plantea una estimación en cifras de la colección perdida. En ella se apuntan diversas hipótesis acerca de los momentos en que pudo tener lugar la desaparición de los ejemplares en escenarios distintos y con posterioridad a la Batalla de la Ciudad Universitaria.
El último capítulo está dedicado al personal que prestaba servicio en la biblioteca en aquellos años. Historias personales y profesionales que, tras la guerra, terminaron en expedientes de depuración, destierro y trágica muerte en algunos casos y que este trabajo de investigación ha podido recuperar y rescatar del olvido. A partir de esos años la biblioteca de la Universidad de Madrid comenzará un lento proceso de recuperación. La falta de recursos humanos y económicos además de las pérdidas materiales y la falta de organización de la propia Universidad prolongarán durante varias décadas su reconstrucción, hasta alcanzar de nuevo las cotas anteriormente conseguidas.
La tesis doctoral de la Directora de la Biblioteca Histórica recibió la máxima calificación de Sobresaliente cum laude por parte del tribunal con unanimidad. Es una lúcida contribución a los estudios de las bibliotecas en España, pero también lo es para la Historia de la Educación en España y por consiguiente para la historia de la Universidad de Madrid.
Desde esta página queremos trasmitir a Marta Torres nuestra felicitación y agradecimiento por el trabajo realizado y por su contribución a la historia de la Biblioteca de la Universidad Complutense.
El texto completo ha sido publicado en el Archivo institucional E-Print Complutense