El Proyecto de Conservación de Montefiascone fue desarrollado para salvar a la biblioteca del Seminario Barbarigo en la ciudad italiana de Montefiascone, que se encontraba en estado de abandono. Esta biblioteca medieval no sólo contiene la colección del cardenal Barbarigo, sino también importantes obras de otras procedencias, incluyendo algunas ediciones únicas. [Seguir leyendo]

La biblioteca consta de unos 5000 volúmenes y está ubicado en un local histórico de Montefiascone que ya no se utiliza por el seminario para su actividad docente que fue trasladada, junto a algunos de los libros, a la ciudad vecina de Viterbo. Los libros que se quedaron fueron descuidados durante muchos años. Además de la situación general de polvo y abandono, había una serie de problemas graves y urgentes.

Dada la situación, en 1987 se pidió consejo sobre el cuidado y mantenimiento de la Biblioteca histórica del Seminario Barbarigo a Cheryl Porter, un conservador de libros profesional, el cual contó con la ayuda de Nicolas Barker, un experto internacional en libros raros y manuscritos, entonces director de colecciones especiales de la British Library. Barker hizo hincapié en la importancia de la colección, e instó al seminario a tomar medidas urgentes para salvaguardar la biblioteca.

Los riesgos para la conservación eran evidentes. Hubo una gran inundación de los baños en el piso superior que había mojado una zona de la biblioteca. La madera de los estantes de la zona afectada se había deformado y  el daño por el agua a los libros provocó una infección generalizada por hongos, especialmente en el estante más bajo. El techo y las paredes de la biblioteca también habían sido dañados, desmoronándose el revoco de yeso encima de los libros. Además, las ventanas y el balcón no cerraban completamente, permitiendo las fluctuaciones ambientales exteriores, la entrada de polución e incluso la entrada de animales. En este estado, la biblioteca era el paraíso de roedores, aves e insectos. Se encontraron ratas momificadas tras los libros, nidos de aves y la plaga de carcoma era generalizada. Además no existía un catálogo adecuado de la colección.

En el verano de 1988, un grupo de la Biblioteca Británica y  estudiantes de Camberwell College of Arts comenzaron a trabajar en la recuperación de la biblioteca. Posteriormente muchos conservadores de todo el mundo han acudido para ayudar a la preservación y conservación de la biblioteca y sus colecciones. Se inició un programa de catalogación que continúa cada verano, con la matrícula disponible para aquellos que quieran aprender los fundamentos de la catalogación de libros raros y manuscritos.

En el año 1992 se estableció un programa de escuelas de verano que continúan funcionando en paralelo con el proyecto de la biblioteca. Se ofrecen cuatro cursos de una semana de duración para  bibliotecarios, conservadores, catalogadores, bibliógrafos e interesados ​​en  historia y conservación. El proyecto es sin afán de lucro y los beneficios producidos por los cursos son invertidos en la catalogación, conservación y restauración de la colección.

Uno de los cursos para el verano próximo, previsto para la semana del 13 al 17 de agosto,  es sobre la encuadernación mudéjar, a cargo de la conservadora-restauradora, afincada en España, Ana Beny. El grupo realizará una réplica de la estructura de un libro con encuadernación mudéjar. Ana localizó en el catálogo de la exposición Encuadernaciones en la Biblioteca Complutense,  el incunable con signatura BH INC I-168 que presentaba las características ideales para servir de modelo para la elaboración de la maqueta de encuadernación mudéjar y acudió a nuestra biblioteca para examinar el ejemplar. El libro, de un tamaño asequible, presenta tapas de madera, costura sobre tres nervios de piel al alumbre, guardas de pergamino, cabezadas bordadas sobre núcleo de piel, broches metálicos y decoración gofrada en estilo mudéjar de bandas. Deseamos desde aquí suerte a Ana en este proyecto.