Con motivo del V Centenario del nacimiento de Diego de Covarrubias y Leyva (Toledo, 1512-Madrid, 1577), la Universidad de Salamanca, en colaboración con su Biblioteca General Histórica, ha organizado una exposición conmemorativa, celebrada dentro del Espacio de Cultura Científica de la Hospedería del Colegio Fonseca de la Universidad de Salamanca, inicialmente programada entre el 28 de noviembre de 2012 y el 27 de enero de 2013, y que ha sido prorrogada y podrá visitarse hasta el próximo 3 de febrero. Además ha sido publicado un interesante libro titulado: Diego de Covarrubias y Leyva: el humanista y sus libros, publicado por Ediciones Universidad de Salamanca y coordinado por Inmaculada Pérez Martín (CSIC) y Margarita Becedas González (Directora de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca). [Seguir leyendo]
En las primeras páginas de presentación del libro, Margarita Becedas nos informa del contenido del volumen: "Varios expertos participan en los ensayos reunidos en este libro, estudiando la figura de Diego de Covarrubias desde distintos puntos de vista, sin olvidar su biografía o la contextualización de la época que le tocó vivir. En este volumen encontraremos al Covarrubias universitario, al hombre de Estado, al religioso y al jurista y, en suma, al humanista. Especial atención, tanto en la exposición como en el catálogo, ha merecido su biblioteca particular, ya que, además de haberse localizado un gran número de ejemplares que le pertenecieron, se analizan en profundidad la formación y los avatares de su colección, así como sus huellas personales de propietario, lector y estudioso. Tras los artículos, el volumen recoge las descripciones de todas las obras exhibidas en la exposición, acompañadas de fotografías y estudios de cada pieza. Son 65 los textos expuestos y comentados, fundamentalmente libros, aunque también documentos procedentes del Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca, todo ello distribuido en varias secciones. La primera sección, destinada a la vida y obra de Diego de Covarrubias, alberga un conjunto de fuentes biográficas y universitarias que ilustran diferentes momentos de su vida y diseccionan las etapas de su relación con la Universidad de Salamanca, como estudiante de Derecho, colegial del San Salvador de Oviedo, profesor de Cánones y reformador de la Universidad. Sigue el recorrido con la producción intelectual de Covarrubias, representada en sus manuscritos autógrafos y en una selección de las sucesivas ediciones de sus obras publicadas desde el siglo XVI al XVIII en Salamanca, Lyon, Ginebra, Venecia, etc. La última sección ha sido dedicada a su biblioteca particular, mostrando por una parte los distintos modelos de marcas de propiedad, anotaciones y ex libris, y por otra parte, una antología de sus variados intereses como lector y estudioso, organizada por materias: libros que le pertenecieron de derecho civil y canónico, de historia eclesiástica, romana y bizantina, de teología y otros temas variados, tanto científicos y técnicos como literarios o filológicos. El volumen finaliza con la transcripción del inventario de su biblioteca, redactado en 1569 y conservado en la Biblioteca Nacional de España".
En efecto, Arantxa Domingo Malvadi (Real Biblioteca de Madrid), nos confirma en el trabajo titulado: El viaje de los libros de Diego de Covarrubias, incluido en este volumen, que en esta institución se conserva una copia del Catálogo de mis libros hecho en Segovia, en fin del año de MDLXIX, mandada hacer por Fernando José Velasco hacia 1755 (BNE Mss/12932/56). El inventario, prosigue Arantxa Domingo, ofrece información sobre el título y autor y alguna referencia a la lengua y al tamaño. Los libros, es decir, las entradas o ítems, están agrupados por materias, divididas de manera muy general y casi todas ellas vinculadas con la teología. Este inventario no incluye el total de sus libros, ya que por ejemplo no figuran en él los impresos en griego de autores clásicos, que separó para ofrecer a El Escorial y que llegan casi al centenar de obras y alguno más que se ha localizado en la Real Biblioteca. Por otra parte, incluye impresos posteriores a 1569, pero en cambio no incluye sus manuscritos en latín o castellano. Con todo, el inventario permite hacerse una idea del volumen de su biblioteca. En ella, los libros que tienen que ver con religión son los que más abundan, le siguen los jurídicos y en menor número están los libros de historiadores, de literatura y un grupo pequeño de medicina. También se sabe que utilizaba obras de referencia como enciclopedias.
Retrato de Covarrubias por Alonso Sánchez Coello |
Como dice Inmaculada Pérez Martín, en su ensayo titulado "Diego de Covarrubias y Leyva: La virtud y las letras", el testimonio de la autobiografía de Covarrubias es más un informe burocrático que la narración que esperaríamos bajo ese título, y es poco informativo sobre la personalidad del autor. Tampoco se conserva la correspondencia de Covarrubias, probablemente porque nunca fue reunida ni organizada, algo especialmente lamentable, ya que el epistolar es el género que más se presta a reflejar la personalidad de un escritor. El trabajo realizado conjuntamente por Carmen Codoñer y Juan Signes: "Una red de lecturas: las anotaciones marginales de Diego de Covarrubias", señala que cuando se profundiza y sistematiza en el estudio de estas notas, se descubre lentamente un sentido, se aprecian intereses centrales, se descubren jerarquías y prioridades, se establecen incluso cronologías (notas juveniles, notas adultas) y poco a poco emerge, no sólo ya la técnica de lectura del humanista en concreto, sino su propia personalidad, que se define y perfila de una manera nueva, más privada, más auténtica que la que nos muestra su obra impresa o incluso su correspondencia: el diálogo con los libros retrata, mucho mejor que nada, el alma de nuestro autor en la privacidad de su biblioteca, a salvo de toda mirada ajena. Este tipo de análisis es especialmente válido para el siglo XVI, especialmente en lo que se refiere a la lectura de los clásicos, porque por aquel entonces la imprenta todavía convivía con los manuscritos y no existían todavía ediciones comentadas de muchos autores, que los estudiosos realizaban sobre los márgenes de las obras originales a través del cotejo con otros textos y obras de referencia.
Otro importante colaborador en este homenaje: Oscar Lilao Franca (Jefe del Fondo Antiguo de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca), nos informa en su trabajo titulado "A la búsqueda de los libros de Diego de Covarrubias", que la figura de Diego de Covarrubias pronto mereció referencias en letra impresa. En ellas no faltaron noticias sobre su afición al estudio y su biblioteca, destacándose un rasgo que, varios siglos después, facilita reconstruir su colección, puesto "que no ay libro (que son muchos) que no esté marginado, corregido, rayado, o añadido de su mano" [González Dávila (1623, p. 376)]. Estas anotaciones, junto con los ex libris manuscritos -que no son tan frecuentes como sería deseable, puesto que no utilizó estas marcas de propiedad de manera regular-, eran los rasgos más evidentes de la pertenencia de determinados libros a esta biblioteca. Cuando se comenzó a preparar este homenaje-exposición, se tuvo la idea de reunir algunos de los libros ya identificados de Covarrubias, con la esperanza de que presentaran algunos rasgos externos que revelaran ciertas semejanzas y, por tanto, una posible idéntica procedencia. El resultado fue tan feliz como la idea, puesto que algunas de estas características permitieron ir examinando los anaqueles y encontrar en ellos libros semejantes a los ya controlados y al abrirlos hallar en sus páginas bien sus ex libris, o bien, lo que es más frecuente, sus marcas de lectura y/o anotaciones. Casi todos sus ejemplares presentan los cortes delanteros rotulados con el nombre del autor y/o título de la obra. También se repite, en bastantes de ellos, un tipo de encuadernación en piel sobre tablas, con una tonalidad que oscila entre el marrón avellana y el marrón oscuro y con unas estructuras decorativas semejantes que son probablemente las originales. La decoración consiste básicamente en un filete en seco que enmarca otro filete también en seco en forma de rombo, en el centro y en los ángulos aparecen pequeños hierros en seco o dorados de diferentes motivos que pueden ir desde el simple florón vegetal, hasta grifos, rostros con cascos, etc. Los lomos presentan nervios y las cabezadas están cosidas con hilos de colores. Muchos de los ejemplares conservados tienen trazas de haber tenido pequeños broches metálicos. Esto hace pensar que en su biblioteca particular los libros estaban visibles por los cortes y no por el lomo. La semejanza de tantas encuadernaciones lleva a pensar que el poseedor enviaba sus libros a un mismo taller ligatorio. Hasta el momento de cerrar la edición del libro se han localizado en Salamanca 383 ediciones pertenecientes a Covarrubias y en la Real Biblioteca se han identificado otras 14. Puesto que alguna edición está formada por más de un volumen llegarían a unos 423 volúmenes. Teniendo en cuenta que solo en el inventario matritense se contabilizan unos 765 ítems - algunos con varios volúmenes - y sabiendo que no se recogen allí todos sus libros, se comprende cuánto queda por hacer para localizar la totalidad de su biblioteca.
La exposición "Diego de Covarrubias y Leyva en el V Centenario de su nacimiento. El humanista y sus libros" podrá visitarse en la Hospedería Fonseca hasta el 3 de febrero de 2013, de martes a sábado de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 h. y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h.