Con la mesa repleta de sus modelos de encuadernaciones coptas, Julia Miller inició su conferencia titulada "The Early Book and the Legacy of Coptic Bindings" llevada a cabo el 22 de mayo en el Salón de Actos del Instituto del Patrimonio Cultural Español y centrada en los primeros libros en formato de códice desarrollados en el Egipto del primer milenio. Julia Miller se define como una conservadora que estudia y escribe sobre estructuras de encuadernaciones históricas e imparte seminarios y talleres sobre identificación y descripción de encuadernaciones. [Seguir leyendo]
En 2010 fue publicado su libro: Books Will Speak Plain: A Handbook for Identifying and Describing Historical Bindings (The Legacy Press). Un tratado muy ilustrado que se ha convertido en una valiosa herramienta para la identificación de los diferentes elementos estructurales que intervienen en las encuadernaciones históricas de todo tipo, focalizando el trabajo en encuadernaciones comunes y no tanto en aquellas importantes y valiosas. También incluye guías para la creación de formularios para la descripción de colecciones de encuadernaciones, glosario, índices y un DVD con las imágenes en color y multitud de imágenes adicionales.
Acaba de salir al mercado el libro Suave Mechanicals: Essays on the History of Bookbinding. Volume 1, también de The Legacy Press, editado por Julia Miller y que contiene artículos de 9 autores que tratan un amplio abanico de temas relacionados con la historia de la encuadernación. Actualmente se encuentra en un proyecto de investigación acerca del estudio y descripción de los fragmentos de los primeros códices de la University of Michigan Papyrology Collection.
En primer lugar habló de los formatos de libro anteriores al códex, tales como el rollo y las tablillas, para seguir con los objetos a los que denomina proto-códex, como el libro de hojas rígidas, que no es mas que un conjunto de tablillas unidas por uno de sus márgenes, y los cuadernos de papiro y pergamino, que consistían en un cuaderno único cosido por el pliegue, bien a base de una costura continua con hilo sobre el margen o mediante segmentos de cuerda o tiras de piel que atraviesan el pliegue y son anudados por el exterior. Continuó su exposición analizando la estructura de las encuadernaciones coptas de cuaderno único que se utilizaron, al menos, desde el siglo II, y cuyo exponente principal lo constituye el grupo de los 13 códices del hallazgo de Nag Hammadi. Básicamente, la estructura de este tipo de códices consiste en un único y abultado cuaderno protegido por una cubierta de piel, reforzada por un cartonaje a base de hojas de papiro pegadas entre sí. El medio de sujeción del cuaderno a la cubierta se realizaba a través del pliegue con tiras de piel anudadas por el exterior. Un refuerzo central de pergamino protegía de la rotura del pliegue, como puede observarse en el modelo de la ilustración. Estas encuadernaciones contaban además con una solapa y largas tiras de piel utilizadas para su cierre y protección.
A continuación habló sobre las encuadernaciones de múltiples cuadernos, realizadas a partir del s. IV y de las que quedan muy pocos ejemplos conservados. En estos códices comienza a utilizarse el cosido con cadenetas para la unión de los cuadernos, uniendo el cuerpo de hojas a una cubierta fabricadas aparte con tapas de cartonaje de papiro o de madera, recubiertas de piel. Los ejemplos de códices con esta estructura que mencionó en la conferencia fueron: Schei Codex (Princeton University) del s. IV-V, Mudil Psalter (Coptic Museum Cairo) s. V-VI, Glazier Codex (Morgan MS G.67) s. V-VI, Chester Beaty s. VI-VII y el llamado Palau Ribes Codex, del siglo V, custodiado en la colección del mismo nombre en el Archivo Histórico de los Jesuitas en Cataluña, que la conferenciante acababa de examinar en Barcelona.
Avanzando en el tiempo, el último grupo de estructuras analizadas fueron las encuadernaciones coptas tardías, en las que las tapas de cartón de papiro ya eran sujetas al cuerpo de cuadernos cosidos mediante el propio hilo de la costura de los cuadernos. El grupo más numeroso de este tipo de estructura son los códices del hallazgo de Hamouli, gran parte de ellos custodiados en la Pierpont Morgan Library.
En todo momento, Julia Miller relacionó las técnicas de estos primeros ejemplos de códices con técnicas actuales de encuadernación. Comparó el códice de cuaderno único con los actuales folletos grapados; la costura con cadenetas, con la realizada a máquina en la encuadernación industrial y situó el nacimiento de la encuadernación en tapas sueltas, utilizada en la moderna encuadernación de edición, en el mismo momento del nacimiento del códex. Donde tapas y cuerpo del libro se confeccionaban por separado para unirlos posteriormente. En realidad, para ella, todos los elementos estructurales y decorativos de los códices primitivos han perdurado tras el primer milenio, influyendo en la evolución de todas las estructuras posteriores.
La autora lamentó el menosprecio histórico a las encuadernaciones de estos primeros libros, lo que ha impedido una investigación en buenas condiciones y recalcó que la investigación en el campo de la historia del libro y las encuadernaciones está muy abierta y quedan muchos estudios por realizar.
Personalmente, no puedo estar más de acuerdo con esta última reflexión. Si bien el estudio de estos primeros códices sólo estará al alcance de unos pocos investigadores, existe un campo muy amplio sin explorar en las estructuras de miles encuadernaciones que albergan las bibliotecas de fondo antiguo de nuestro país. Un paso muy importante en este sentido, ha quedado plasmado en el catálogo de la reciente exposición "Piel sobre Tabla: encuadernaciones mudéjares en la BNE" comisariada por los compañeros Antonio Carpallo y Arsenio Sánchez, que ha trascendido la mera ornamentación de las encuadernaciones, hasta ahora lo habitual, extendiendo su estudio a la de las estructuras.
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