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Mujeres en la Biblioteca Histórica: María Sibylla Merian, la científica de las mariposas

Aurora Díez Baños 10 de Marzo de 2014 a las 15:40 h

María Sibylla Merian (1647-1717), naturalista, exploradora, científica y pintora alemana, revolucionó el mundo de la botánica y la zoología haciendo uso de sus habilidades de aguda observación. Desde su más tierna infancia se interesó por el ciclo vital de las plantas e insectos que la rodeaban y pasó de ser la hija de un maestro grabador a una verdadera mujer de ciencia gracias a sus observaciones y a sus hermosos y detallados dibujos sobre la metamorfosis de las mariposas. Revolucionó la ciencia de la entomología con sus observaciones e impresionantes láminas, en especial las del duro viaje científico que la llevó dos años a Surinam para observar del natural la flora y fauna del país. [Seguir leyendo]

 

María Sibylla Merian nació el 2 de abril de 1647 en Frankfurt am Main. Su padre, Matthias Merian el Viejo era un famoso editor y grabador, conocido en toda Europa por sus libros científicos y de viajes y por los grabados de paisajes de ciudades. Murió cuando María contaba tres años y el negocio editorial pasó a manos de sus hijos varones, Matthias el Joven y Caspar Merian, fruto de un matrimonio anterior, quienes continuaron la tradición de su padre, estableciéndose como grabadores, editores y pintores.

 

La madre de María, Johanna Sibylla Heim, contrajo nuevamente matrimonio con el viudo Jacob Marrel, grabador, marchante de arte y pintor de naturalezas muertas,  en cuyo taller, junto con los alumnos varones, pudo María aprender de su padrastro a dibujar naturalezas muertas, a pintar a la acuarela y el difícil arte del grabado sobre planchas de cobre.  Tenía a su disposición grandes colecciones de láminas, libros y pinturas y, lo más importante, orugas reales, tomadas de los alrededores del taller además de gusanos de seda  que le pudo proporcionar el hermano de su padrastro, dedicado al comercio de la seda.  Con tan sólo 13 años  comenzó a interesarse en el estudio de los insectos vivos: gusanos, orugas, mariposas diurnas y nocturnas, y a coleccionarlos para observar su ciclo vital, estudiar su metamorfosis, dibujarlas al natural y pintarlas con colores fieles. Marrel no solo reconoció el talento de su hijastra sino que la apoyaba incondicionalmente en su pasión por los insectos y las plantas.

 

En 1665, con 18 años, María Sibylla contrajo matrimonio con Johann Andreas Graff, el discípulo favorito de Marrel. Durante cinco años vivieron en Frankfurt, donde nació su primera hija y de allí se trasladaron a Núremberg, ciudad natal de Graff. La pareja se relacionaba con un selecto grupo de artistas y pintores y tuvieron su segunda hija, Dorothea María. Sibylla continuó pintando y grabando, enseñó a pintar a un grupo de alumnas y nunca abandonó sus observaciones a los insectos que encontraba en su jardín y en los de sus amigos, alimentándolos con las plantas apropiadas, para poder dibujar y pintar sus transformaciones vitales.

 

Publicó su primer libro Blumenbuch (Llibro de flores) una colección de flores pintadas al natural, sin texto, grabada sobre planchas de cobre y  representada con gran belleza y precisión, que apareció en tres partes entre 1675 y 1680 y que serviría de modelo para artistas y bordadoras.

 

Poco después, en 1679 apareció el primer volumen de Der Raupen wunderbare Verwandlung und sonderbare Blumennahrung... (La maravillosa transformación y singular alimentación con flores de las orugas... pintadas del natural y grabadas sobre cobre) -el segundo aparecería en 1683- publicados en lengua alemana, lo que la hizo muy popular en la alta sociedad, convirtiéndose en una de las primeras artistas-naturalistas que observó realmente los insectos y detalló su evolución y su vida.

 

Las cien láminas que conforman los dos volúmenes ilustran del natural los diferentes estadios del insecto: huevo, oruga o larva, pupa con capullo o sin él, mosca, mariposa del día o de la noche, en vuelo, en reposo o en ambos estadios...  El corazón de la lámina lo ocupa la planta que albergaba y servía de alimento a cada oruga, representada bien en fruto, bien en florecimiento, mostrando las hojas y tallos donde la hembra depositaba los huevos. Cada plancha se acompaña de detalladísimas descripciones con las observaciones de María sobre la apariencia y conducta de cada insecto.

 

La tercera parte del Raupenbuch aparecería con las otras dos partes en una edición holandesa publicada de forma póstuma en 1717, seguida de una edición latina completa de las tres partes, editada en 1718.

 

Mientras tanto, en 1681, la familia Graff tuvo que trasladarse a Frankfurt para pleitear por los bienes  heredados tras el fallecimiento de Jacob Marrell y fue en ese escenario de disputas familiares donde María experimentó la conversión religiosa que la llevó, junto con su madre y sus dos hijas, a ingresar en la comunidad labadista, una colonia formada por protestantes puritanos en Wieuwerd (Frisia, Países Bajos)  y a divorciarse de su marido en 1685.

 

Tras seis años en la comunidad religiosa, la abandonó y, junto con sus dos hijas y su colección de especímenes, planchas de cobre y pinturas, se trasladó a vivir a Amsterdam. Su hija mayor, Johanna Helena, se casó con Jacob Hendrik Herolt, quien era muy afortunado en el comercio con Surinam, nueva colonia holandesa en Sudamérica. Retomó la enseñanza y la pintura, se afianzó su posición social y sus obras fueron muy bien recibidas en los círculos de los coleccionistas y naturalistas de la ciudad. Esto le abrió las puertas al Jardín Botánico, a los gabinetes de curiosidades de familias influyentes, como Nicholas y Jonas Witsen y otros, y a las colecciones de plantas e insectos de América, África y el Pacífico llegados por medio de los comerciantes y altos cargos holandeses de la Compañía de las Indias Orientales, aunque ella sentía en su interior que a éstas colecciones  de especímenes, bellos pero estáticos, les faltaba el poder estudiar los orígenes y las transformaciones de los insectos. Y de ahí surgió la firme idea de emprender un viaje artístico-científico a Surinan, para poder estudiar la flora y la fauna del natural.

 

Para poder costear la expedición encargó la venta de parte de sus colecciones de pinturas y especímenes y obtuvo financiación privada gracias, en parte, a su amistad con Nicolas Witsen, burgomaestre de la ciudad y director de la Compañía de la Indias Orientales y Jonas Witsen, noble y Secretario de la ciudad.  Tras ocho años de preparativos y habiendo hecho testamento a favor de sus dos hijas, en abril de 1699, María, con 52 años, junto a su hija pequeña, Dorothea, embarcó en una travesía de tres meses que las llevaría a la colonia de Surinam.

 

Durante dos años y sin compañía masculina, la pareja de mujeres exploró los jardines de los asentamientos y las plantaciones a lo lago del río Surinam y el interior de la jungla, una arriesgada aventura llena de peligros, desavenencias, serpientes, mosquitos y hormigas que picaban, enfermedades y  muertes. Su infinita curiosidad la llevó a interesarse no sólo por las plantas y las mariposas, sino  por todo tipo de insectos, arañas, pájaros, lagartijas, serpientes, sapos, conchas del fondo del Atlántico...  Tras un primer esbozo al natural, ella y su hija Dorothea pintaban sobre vitela las orugas, las crisálidas y su alimento, en unas durísimas condiciones de calor, humedad y con un continuo zumbido de insectos que, como la propia María indica, nunca paraba...  En algunos casos, etiquetaba escarabajos, mariposas, larvas, orugas... los prensaba o sumergía en coñac, para guardarlos y pintarlos en Amsterdam.

 

Descubrir, criar y anotar el ciclo vital de los insectos fue su día a día en una estancia de dos años que hubo de acortar por problemas de salud al contagiarse de malaria y el 18 de junio de 1701, María y su hija se embarcaron en su viaje de regreso a Amsterdam, cargadas de pinturas enrolladas, cajas llenas de insectos, mariposas sumergidas en coñac, botellas con crisálidas,  serpientes, cocodrilos, huevos de lagartijas, bulbos...

 

Cuatro años después, en 1705, salió a la luz la Metamorfosis de los insectos de Surinam, en holandés y latín, en una edición en folio, con 60 planchas de cobre, con algunos ejemplares coloreados a mano por la propia Sibylla, de la que se decía que era la más bella obra jamás impresa.  El sistema de presentación era el mismo que el utilizado en sus Raupen: pinturas individuales, en esta ocasión de las más extrañas plantas y animales surinameses, desconocidos para los europeos, con textos acompañantes que trasladaban al lector a sorprendentes mundos exóticos. Hubo ediciones posteriores en latín (1719) y en francés (1726)

 

La Biblioteca Histórica cuenta con un ejemplar de esta edición en lengua francesa:

 

Dissertation sur la generation et les transformations des insectes de Surinam : dans laquelle on traite des vers et des chenilles de Surinam, des Plantes, fleurs, [et] fruits dont ils vivent ...  A La Haye : chez Pierre Gosse, 1726, [BH MED GF 42(1)]

 

El ejemplar está encuadernado junto a la traducción francesa de su Raupenbücher completo que contiene grabados de su Neues Blumenbuch de 1680:

 

Histoire des insectes de l'Europe, dessinee d'apres nature & expliquee par Marie Sibille Merian... A Amsterdam : chez Jean Frederic Bernard, 1730, [BH MED GF 42(2)]

 

En 1715 Merian sufrió una apoplejía que la postró en una silla de ruedas aunque, como gran artista y científica que era, no dejó de  trabajar hasta su muerte ocurrida el 13 de enero de 1717 en Amsterdam. En 1718 su hija publicó de forma póstuma la obra  Erucarum ortus, alimentum et paradoxa metamorphosis, un compendio en latín de las 3 partes del Raupenbuch.

 

En los últimos años del siglo XX, la figura de María Merian ha sido redescubierta y homenajeada. En 1992 su retrato ilustró la serie de billetes de 500 euros alemanes y también un sello postal de 0,40 marcos alemán, de la serie Mujeres en la historia alemana. Un buque de investigación alemán lleva su nombre, y, el 3 de abril de 2013, Google homenajeo a María, en el 366 aniversario de su nacimiento, con su doodle diario.

 

Desde la Biblioteca Histórica hemos querido también homenajear a esta artista, científica y naturalista, María Sibylla Merian, con esta breve reseña biográfica y con una microexposición donde se puede admirar su bellísima obra Dissertation sur la generation et les transformations des insectes de Surinam, tanto con el libro original mostrado en vitrina, como con las láminas que lo ilustran en un carrusel de imágenes creado ex profeso para acompañar al ejemplar.

 

Bibliografía:

  • European Commision. Women in Science [Recurso electrónico, pdf y audiolibro, última consulta 9 de marzo de 2014]
  • Jacob-Hanson, Charlotte. "Maria Sibylla Merian, artist-naturalist". Magazine Antiques (Jan 1, 2000). [Recurso electrónico a texto completo, última consulta 9 de marzo de 2014]
  • Rodríguez, Patricia. "María Sibylla Merian. La científica de las mariposas". Journal of Feelsynapsis, 2012(3), pp. 28-32
  • Shiebinger, Londa. "Maria Sybilla Merian y el negocio de los bichos". En: ¿Tiene sexo la mente? : las mujeres en los orígenes de la ciencia moderna. Madrid : Cátedra, 2004
  • Zemon Davis, Natalie. "Maria Sibylla Merian. Metamorfosis". En: Mujeres de los márgenes. Tres vidas del siglo XVII. Madrid, Cátedra, 1999
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Comentarios - 3

Amarres

3
Amarres - 9-08-2018 - 13:13:28h

Muchas gracias por este gran artículo, me encanta como escriben :)

Ocu-centros

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Ocu-centros - 20-03-2017 - 20:02:49h

Un artículo muy completo y sobre todo muy merecido sobre esta científica.

Marián López Fdz. Cao

1
Marián López Fdz. Cao - 14-03-2014 - 10:41:37h

Muy interesante y fascinante. Desde el grupo de investigación 941035 "Aplicaciones del arte en la inclusión Social", hicimos una guía educativa sobre mujeres botánicas y artistas que partían de la naturaleza, e incluía a Maríanne Sibylla Merian. "Sentir y dibujar las plantas", la realizamos en varios centros educativos, con niñas y niños de 7 y 8 años, que quedaron emocionados con la experiencia.


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