Entre el valioso fondo de tesis doctorales del siglo XIX de la Universidad Complutense de Madrid, destaca la tesis de Dolores Aleu i Riera, por ser la primera mujer en España en licenciarse en medicina, y la segunda en obtener el título de doctora en la misma carrera, cuatro días después de que lo hiciera Martina Castells Ballespí, aunque de las dos Dolores Aleu fue la única en ejercer la profesión. [Seguir leyendo]
Dolores Aleu fue la primera en terminar la carrera, pero realmente fue Martina Castells la primera mujer en doctorarse en medicina en España, no ejerciendo su profesión mucho tiempo ya que murió muy joven como consecuencia de una gestación poco afortunada. En esta universidad también se encuentra su tesis que puede ser consultada en el enlace siguiente: Martina Castells
Dolores Aleu nació en 1857 en el seno de una familia acomodada de la burguesía catalana y al asistir a la universidad rompió con muchos moldes sociales, morales e intelectuales que imperaban en aquella sociedad y que relegaban a la mujer a un papel doméstico. Ya desde niña había mostrado unas dotes muy agudas para el estudio y era capaz de leer perfectamente a los cinco años, habiendo recibido una educación en casa con profesores particulares hasta que empezó el bachillerato en un instituto de Barcelona.
Aleu comenzó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona en 1874, terminándolos brillantemente en 1879, al parecer con sobresaliente en todas las asignaturas. Quizá debido a las reticencias de la época, no obtuvo el permiso para acceder al examen de licenciatura hasta abril de 1882. Por fin, y tras romper con la oposición del rector de la Universidad de Madrid, única universidad en España con la potestad de expedir el título de doctor, se doctoró en octubre de ese mismo año con su tesis De la Necesidad de encaminar por una nueva senda la educación higiénico-moral de la muger.
En la tesis incluye, a modo de dedicatoria, una cita de su profesor Joan Giné y Partagás que mucho había influido en el ánimo de nuestra doctora para que no abandonara los estudios de medicina ante tantos obstáculos externos.
"Para colmo de injusticia, los mismos defectos de organizacion que, por el artificio de las leyes y por el automatismo de las costumbres, hemos ido provocando y acentuando, son de continuo invocados para legitimar la servidumbre que imponemos à la muger y el triste ostracismo cientifico à que la condenamos"
El objetivo de la tesis queda claro tras leer la primera frase de la misma: "La vida de la muger, desde los tiempos más remotos, viene siendo un continuo martirio". Señalaba que las diferencias entre niños y niñas respondían a las diferencias en la educación, y que se debería procurar que " los colegios para señoritas estén a nivel de los mejores que hay para señoritos". También criticaba las obligaciones que se imponían a las mujeres en la manera de vestir: " La prenda que más daño causa al cuerpo de la mujer es el corsé. Se lleva muy apretado, para aumentar la delgadez del cuerpo. ¡Como si lo delgado fuese equivalente de lo hermoso".
Tal es su compromiso con la mujer que en 1885 creó, junto a Clotilde Cerdá y Bosch, la Academia para la Ilustración de la Mujer, institución educativa femenina de alto nivel.
Mención aparte merece Clotilde Cerdá, hija de un ingeniero y la pintora Clotilde Bosch. Fue una afamada concertista de arpa, más conocida como Esmeralda Cervantes, seudónimo que, al parecer, le regaló Victor Hugo, Esmeralda (por su heroína más conocida) y Cervantes (por el escritor español). Fue periodista, escritora, viajera y concertista, y ejerció un interesante mecenazgo cultural en Barcelona en pro de la mujer.
Dolores Aleu se especializó en Ginecología y Pediatría y ejerció con mucho éxito su profesión en Barcelona durante más de veinticinco años, en la Rambla de Cataluña nº 31. Además, y de forma altruista, prestó sus servicios a los niños de la Casa de la Caridad. Asimismo, fue la primera doctora que ingresó en la Société Française d'Hygiène, que la acogió como miembro extranjero asociado, ante la reticencia de organismos españoles de similar categoría.
Al final de su vida fue golpeada por una gran desgracia. Su hijo pequeño, también médico, falleció a los veintitrés años debido a una tuberculosis aguda, circunstancia que precipitó su muerte en 1913, a los cincuenta y seis años.
En Barcelona y otros lugares de Cataluña puede verse su nombre dedicado a plazas, calles y jardines. Como no podía ser de otra manera, un centro médico lleva también su nombre.
Su tesis puede consultarse en el siguiente enlace:
Bibliografía:
- IBERO CONSTANSÓ, Alba. "Aleu i Riera, Dolors", en Mujeres en la Historia de España (Madrid: Planeta, 2000), pp. 388-390.
Enlaces de interés:
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