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La Mar del Sur, un hallazgo del Adelantado Nuñez de Balboa en la Biblioteca Histórica

Maite Rodríguez Muriedas 25 de Septiembre de 2014 a las 14:12 h

Imaden izquierda: Mapa de Descripción de las Indias Ocidentales ...(1729) . Antonio de Herrera y Tordesillas. Imagen derecha: Retrato de Vasco Nuñez de Balboa, por J. Maea. Madrid. 1791. En: Retratos de los españoles ilustres

"Y un martes, veinte y cinco de septiembre de aquel año de mil quinientos y trece, a las diez horas del día, yendo el capitán Vasco Núñez en la delantera de todos los que llevaba por un monte raso arriba, vio desde encima de la cumbre de él la mar del Sur, antes que ninguno de los cristianos compañeros que allí iban; y volviose incontinente la cara hacia la gente, muy alegre, alzando las maneras y los ojos al cielo, alabando a Jesucristo y a su gloriosa Madre la Virgen Nuestra Señora; y luego hinco ambas rodillas en tierra y dio muchas gracias a Dios por la merced que le había hecho, en dejar descubrir aquella mar, y hacer en ello tan gran servicio a Dios y a los Católicos y Serenísimos Reyes de Castilla, nuestros señores, que entonces era el Católico Rey don Fernando." (Fernández de Oviedo, Gonzalo. La historia general delas Indias). [Seguir leyendo]

 

El océano Pacífico fue la gran frontera en tiempos históricos, de ahí la conmemoración del V centenario que exige el hallazgo del "Mar del Sur" por Vasco Nuñez de Balboa, un 25 de septiembre de 1513 desde donde divisó con asombro el "Maris Pacifici".

 

Balboa era de Jerez de los Caballeros (Extremadura), de familia hidalga descendiente de Galicia. Nació allá por 1475 y tras servir como paje o escudero de un noble, señor de Moguer,  relacionado con los navegantes más famosos de aquellos días se siente tentado por la aventura americana. Ya con 26 años, en 1501 se traslada a las Indias para no regresar nunca más; lo hace en la expedición encabezada por Rodrigo de Bastidas, el descubridor del Darién.

 

En esa primera experiencia americana, Balboa contemplaría las costas atlánticas de Panamá, Colombia y el mar Caribe, retirándose a la isla de La Española, el "umbral del Nuevo Mundo", donde decide emprender nueva vida con el modesto botín obtenido. De su estancia en La Española contamos con noticias de un informante singular que coincidió con él y lo trató personalmente: fray Bartolomé de las Casas le dibuja así "era mancebo de hasta treinta y cinco o pocos más años, bien alto y dispuesto de cuerpo, y buenos miembros y fuerzas, y gentil, gesto de hombre, muy entendido y para sufrir mucho trabajo". Pero pronto le asfixiaron las deudas y arruinado, acosado por sus acreedores, no duda en  embarcar como polizón  en la escuadra del bachiller Martín Fernández de Enciso en 1510, en la que pronto asumirá el mando. El futuro descubridor iniciaba ahora un viaje sin retorno. Levanta el primer asentamiento estable en Centroamérica: Santa María de la Antigua de Darién, en el actual Panamá; y comienza así una nueva aventura: el istmo de Panamá.

 

Y si bien Balboa fue uno de los conquistadores menos crueles, según los cronistas de Indias, el 24 de septiembre protagoniza una lucha encarnizada contra los indios cuarecuá, que supuso el exterminio de una población con 120 siglos de presencia en el istmo y que se extingue casi por completo en menos de dos décadas. Sin embargo, siempre que pudo pactó con las tribus, entre ellas la del cacique Careta, que le entregó a su hija  Anayansi, "una mujer extraña, dotada de una belleza singular y de un espíritu sutil y delicado", que llegó a traicionar a su pueblo revelando a su amado que cinco caciques conspiraban para matarle. Pero la alianza con los pueblos nativos fue imprescindible, sin las informaciones que le proporcionaron los indios no hubiera sido posible la búsqueda del otro mar.

 

Y llegamos al ritual de la toma de posesión, cuando el descubridor se acerca a la cumbre, divisa el Pacífico e hinca ambas rodillas en tierra, el padre Andrés de Vera entona un "Te Deum Laudamus", y algunos soldados hacen una enorme cruz a modo de estandarte, clavándola con los brazos extendidos hacia los dos océanos. Tras su descubrimiento, Balboa lo comunica al monarca, que recompensa sus servicios con dos oficios, el de Adelantado del Mar del Sur y el de Gobernador de las provincias de Panamá y Coiba. Entretanto, en España se nombra  gobernador de Tierra Firme a Pedrarias Dávila, el gran villano como detalla Fray Bartolomé de las Casas "el año de mil e quinientos e catorce pasó a la tierra firme un infelice gobernador, crudelísimo tirano, sin alguna piedad ni aún prudencia, como un instrumento del furor divino". En la nueva ciudad de Acla le ordena reunirse con él, donde le apresa acusándolo de alta traición contra su persona y contra el Rey. Un juicio sumario acabó en el mes de enero de 1519 con la decapitación del Adelantado Balboa y otros cuatro compañeros.

 

En la Biblioteca Histórica se pueden consultar bellos ejemplares complutenses que sin duda, nos acercarán y permitirán ahondar sobre este hallazgo. La mayoría de los autores de estos libros son eclesiásticos, testigos presenciales de muchos acontecimientos, que con una cultura básica, narran tantas novedades, biografías, epopeyas, dramas, en definitiva un nuevo mundo. Entre ellas destacamos cuatro obras contemporáneas a los sucesos que narran: la Suma de Geographia (1519) de Martín Fernández de Enciso. Se trata de un compendio de la geografía universal donde plasma los recientes descubrimientos en el Nuevo Mundo, además de aportar referencias a técnicas de navegación más seguras para surcar los océanos.

 

Un clásico dentro de las obras históricas relacionadas con el periodo de la conquista de América: Descripción de las Indias Occidentales (1601) de Antonio de Herrera y Tordesillas, cronista oficial de las Indias y de Castilla. Su portada parlante encabeza un grabado alegórico con un continente americano distorsionado al que se añaden canoas, bohíos, figuras mitológicas y monstruos marinos. Ofrece además como historiador un amplio marco geográfico -descriptivo de las Indias conocidas hasta finales del s. XVI..

 

En la misma línea, con numerosas páginas geográficas- descriptivas, el incansable defensor de los indios, Bartolomé de las Casas en Breuissima relacion de la destruycion de las Indias (1552) traza largos relatos historiográficos sobre la historia de las Indias. Y describe a nuestro protagonista como "de buen entendimiento y mañosos y animoso, de muy linda disposición y hermoso de gesto y presencia" ; de su gesta da detalles únicos no conocidos por otros autores.

 

Su gran antagonista, Gonzalo Fernández de Oviedo, en su obra la hystoria general delas Indias...(1535) supo dar vida a sus relatos, por su participación activa en el centro de operaciones, al embarcar en la expedición de Pedrarias Dávila, lo que le proporciona conocimientos de primera mano como historiador y naturalista.

 

Respecto a  la cartografía destacamos  el primer atlas moderno propiamente dicho, el Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, que sintetiza la información cartográfica de todas las partes del mundo. Y sugerimos abrir  el ejemplar correspondiente a la edición en español de 1602, por la imagen del Maris Pacifici publicado por Ortelius por primera vez en 1589. Representa la distribución de costas e islas e islas en este gran océano salpicado por sugerentes navios [BH FLL Res.10] [Ver imagen a color de lata calidad del mapa "Maris Pacifici"]. Se trata de una edición de lujo, de gran formato repleta de mapas llenos de colorido y elegante caligrafia, acompañados de elementos decorativos de lo mas variopinto (animales fabulosos, bellas cartelas, monstruos...)

 

 Encontrar el Mar del Sur fue fruto de un continuado esfuerzo, que ya había encabezado Colón al percibir la existencia de un gran mar al otro lado de la última tierra que recorrió. El descubrimiento de Balboa se puede considerar como un mar de mares, se trata de la pieza geográfica individual más grande del planeta, que merece ser recordada, calificada por algunos, como "Primera globalización", ya que abrió a los españoles diversas y prometedoras  rutas en el océano Pacífico. Rememoramos a los navegantes del Mar del Sur,  que tuvieron el valor y la curiosidad de recorrer un océano tan extenso como misterioso, en unos tiempos de exploraciones atrevidas de nuevas tierras. Gracias a las aportaciones de geógrafos y cartógrafos hispanos del s. XVI, pues Europa aprendió a navegar con sus libros. Muchos de ellos reposan en las estanterías de la Biblioteca Histórica de la UCM, a la espera de nuevas indagaciones.

 

Bibliografía:

  • Pacífico: España y la aventura de la Mar del Sur: Archivo General de Indias, septiembre de 2013-febrero de 2014 Madrid : Ministerio de Educación Cultura y Deporte, 2013
  • Mena, Carmen. El oro del Darién. Sevilla : Centro de Estudios Andaluces, 2011
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