Un nuevo tipo de mantis religiosa primitiva, procedente del yacimiento de ámbar de San Just en Utrillas, de 105 millones de años de antigüedad (periodo Cretácico), se ha dado a conocer en un estudio detallado en una revista internacional. Se trata de la primera mantis religiosa fósil hallada en España y una de las más antiguas que se conocen del mundo y que se conserva en la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (Museo Aragonés de Paleontología).
El ejemplar en cuestión corresponde a la mitad anterior de una ninfa y se ha descrito como Aragonimantis aenigma que significa "la enigmática mantis religiosa aragonesa". Es muy primitiva, por lo que recuerda mucho a las cucarachas, grupo del que surgieron las mantis, probablemente al final del periodo anterior, el Jurásico.
Las mantis religiosas son muy escasas como fósiles, ya que corresponden a insectos depredadores, y por ello siempre son escasas en los ecosistemas en comparación con insectos que se alimentan de productos vegetales. Hasta ahora solo se había encontrado en España una posible ala suelta del insecto, en las rocas de la sierra del Montsec, aún pendiente de investigar.
El ejemplar será importante para estudiar la evolución de estos insectos, aún desconocida. Es una de las más antiguas conocidas en el mundo, ya que las más antiguas se han encontrado en Mongolia y son unos 35 millones de años anteriores al ejemplar de Teruel.
La nueva mantis hallada solo conserva su parte anterior (la cabeza, las patas prensoras para cazar, las patas medias y otras partes del tórax), pero está perfectamente conservada.
FORTUNA Precisamente lo que se ha conservado es lo más importante para caracterizar estos insectos, por ello se ha podido distinguir del resto de mantis conocidas, tanto fósiles como actuales, principalmente por la dotación única de espinas en las patas prensoras para cazar.
Se trata de una ninfa y por tanto no había alcanzado el estado adulto cuando quedó atrapada en resina, cuya pata completamente extendida sólo medía 7 milímetros y medio de longitud.
Se ha determinado que Aragonimantis está estrechamente emparentada con el género Burmantis, un grupo de mantis hallado en el ámbar de El Líbano y Myanmar. Esta circunstancia no es sorprendente porque anteriormente se habían observado similitudes estrechas entre las faunas de insectos de los ámbares de España y los de esos dos países.
El estudio, publicado en la revista internacional Cretaceous Research, describe la mantis turolense y otras dos del ámbar libanés y del ámbar hallado en Myanmar.
Esta investigación se ha llevado a cabo en el marco de un proyecto español del Ministerio de Economía y Competitividad y se ha realizado por investigadores de la Universitat de Barcelona, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y la Universidad Complutense, junto a especialistas de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y El Líbano.
El ejemplar turolense fue hallado en el 2010 durante una excavación paleontológica realizada gracias al apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y que contó con el apoyo de Caja Rural de Teruel.
Fuente: El periódico de Aragón