Estas hojas no han caído en un bosque en otoño. Son cristales de carbonato de estroncio con un tamaño de unas cincuenta micras.
La formación de estos curiosos cristales con formas más típicas del mundo biológico que del mineral es posible únicamente bajo condiciones muy alejadas del equilibrio termodinámico.
Dichas condiciones de desequilibrio, generadas por los seres vivos desde hace millones de años para fabricar exoesqueletos microscópicos, conchas y huesos, comienzan ahora a ser investigadas y utilizadas para el diseño y fabricación de nanomateriales con formas, tamaños y propiedades específicas.
Esta foto se ha realizado en el CAI de Microscopia (UCM) con la colaboración del técnico Eugenio Baldonedo