La cifra provisional de fallecidos en el fuerte terremoto de 7,3 grados que sacudió la provincia turca de Van, en Turquía, el pasado domingo ha subido a 269 y los heridos son ya más de 1.300, a falta de confirmar la situación en numerosos pueblos y aldeas de montaña.

El terremoto tuvo una magnitud de 7,3 grados en la Escala de Richter y tuvo su epicentro en la localidad de Tabanli, cerca de la frontera con Irán. El temblor se produjo a unos cinco kilómetros de profundidad y se sintió en las vecinas provincias de Bitlis, Mus, Batman, Diyarbakir y Hakkari, e incluso en zonas del norte de Irak.

Los equipos de rescate, que estuvieron trabajando toda la noche, siguen esforzándose en localizar a personas atrapadas bajo los escombros, principalmente en Van, capital de la provincia del mismo nombre, y en la localidad de Ercis, donde al menos 80 edificios se han derrumbado. Resulta de extrema importancia acelerar los trabajos de rescate porque, aunque una persona puede aguantar hasta una semana atrapada en los escombros sin alimento ni agua, las bajas temperaturas y la nieve reducen las posibilidades de supervivencia.

Por el momento, los equipos de la Media Luna Roja han repartido 8.000 tiendas de campaña, más de 25.000 mantas y unas 4.000 estufas ya que uno de las principales preocupaciones es proteger a los damnificados de las bajas temperaturas y las previsiones de nieve para los próximos días.

Turquía ha agradecido los ofrecimientos de ayuda internacional por parte de otros países, entre ellos Israel, EEUU y la UE, pero por el momento está gestionando la crisis por sus propios medios.

[Fuente: Ultimahora