El 10 de diciembre celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, una fecha de celebración por los derechos alcanzados y también para recordar que hay muchas personas que todavía carecen de ellos.
Todavía son muchos, demasiados, los Estados que utilizan la tortura y la pena de muerte; muchas las personas perseguidas sólo por sus opiniones; millones las mujeres y niñas que sufren violencia y aún más millones quienes viven en la más absoluta pobreza. No son simples cifras, sino personas tan reales como tú y yo.
Es tal vez una buena ocasión para que te plantees apoyar el trabajo de organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch que velan incansablemente por la defensa de los derechos humanos en todo el mundo.
Que cuando brindemos estas próximas fiestas por un nuevo feliz año para todos, esos buenos deseos comiencen por traducirse en acciones, por modestas que sean, que contribuyan a hacer nuestro mundo un poco más justo, especialmente allí donde no se respetan los derechos más elementales. El mundo tiene arreglo, pero no se va a arreglar solo.