España incluye 14 lugares de las Islas como de interés internacional en el proyecto ´Geosites´ de la Unesco
El planeta empezó hace 70 millones de años a gestar el territorio en el que hoy se asienta la vida en el Archipiélago canario, en una base formada por corteza oceánica del Jurásico de una edad de entre 170 y 150 millones de años.
En aquella época el fondo marino comenzó a emitir lavas que, después, fruto de la acumulación de sedimentos continuados, emergieron a la vuelta de unos cuantos millones de años sobre las aguas. La primera en aparecer en la superficie, Fuerteventura, lo hizo 20 millones de años atrás.
El proceso siguió pautas similares en las Islas pero con distintos tiempos hasta concluir con la irrupción de El Hierro, tan solo hace un millón de años. Desde su territorio más antiguo, el majorero, hasta el más moderno, el herreño, Canarias constituye un auténtico museo mundial para la vulcanología sin parangón que la comunidad científica reconoce con unanimidad.
Así queda descrito, además, en la aportación española al proyecto Geosites, una iniciativa con la que se están inventariando los sitios de interés geológico a lo largo de todo el planeta a través de los cuales se pueden explicar los orígenes de éste y su evolución hasta nuestros días, además de infundir la necesidad de la geoconservación.
Cada una de las siete islas del Archipiélago está presente en ese particular inventario por diversos intereses para los investigadores: geomorfológico, tectónico y petrológico. Son 14 sitios que se localizan en un total de 24 municipios y que, en la mayoría de los casos, remiten a lugares emblemáticos visitados por millones de personas cada año y que forman parte de la postal turística de la marca Canarias junto al sol y la playa.
Buena parte de esos visitantes se fijan en el paisaje único y hermoso que identifica a las Islas, pero no reparan en que lo que subyace en esos parajes es pura geología, sin la que no se podría entender la vida y en la que se encierra el origen y la continuidad de todo.
Desde el Teide hasta la Caldera de Tejeda y el icono del Roque Nublo, pasando por Taburiente, el Golfo herreño o Timanfaya, este inventario del Geosites describe los enclaves más determinantes de este museo vulcanológico que es el Archipiélago.
Se trata de una selección de los sitios más representativos de cada isla, que toma como referencia su singularidad y valor patrimonial. Muchos ya están amparados legalmente bajo normativas de protección territoriales y nacionales, y declarado además su valor mundial por organismos como la Unesco.
"El volcanismo canario siempre ha sido apreciado internacionalmente", afirma Ángel García Cortés, coordinador del proyecto Geosites en España. "De hecho", -explica-, "hay términos desde el punto de vista de la geografía volcánica que se acuñaron en Canarias, como el de caldera, que proviene de la de Taburiente (La Palma), de la época cuando Humboldt realizó sus excursiones en las islas".
García Cortés, que es jefe de Área de Patrimonio del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad, expresa que el listado español, concluido y publicado en 2011, incluye una veintena de lo que los especialistas denominan contextos.
"Son localidades concretas, conceptos, estructuras o eventos geológicos que tienen que ser representados por lugares concretos. Uno de ellos es el vulcanismo canario, los edificios y morfologías volcánicas de Canarias".
El trabajo de los científicos del IGME, en un grupo formado por más de 70 expertos en el que se incluyeron además especialistas de universidades y centros de investigación, se extendió durante algo más de una década para lograr el listado español definitivo compuesto por 215 geositios. Cada uno de esos lugares de relevancia internacional, escogidos entre los alrededor de tres mil lugares a escala nacional, está descrito en una publicación científica.
El caso de Canarias se considera único en el mundo por varias razones. La primera, su variedad de rocas y volcanes. La segunda, porque las Islas son un laboratorio vivo en el que se pueden estudiar las distintas fases de crecimiento y formación de islas volcánicas.
De hecho, esas características excepcionales hicieron que el Archipiélago jugara un papel predominante en el nacimiento de la volcanología moderna, lo que ha traído a este territorio desde el siglo XVIII a los más destacados investigadores del mundo.
Las Islas son concebidas, tal y como lo explican los investigadores de Geosites, como "gigantescos volcanes" que han ido emergiendo sobre el fondo del océano, situado a más de tres y cuatro kilómetros de profundidad. En el mejor de los casos, solo el 10% del total de los edificios volcánicos está emergido. Luego la mayor parte está bajo las aguas, apoyados en el fondo marino y formando edificios independientes (salvo en los casos de Fuerteventura y Lanzarote, que están en la misma estructura y separadas por una franja de mar de tan solo 40 metros de profundidad). Aunque la actividad volcánica comenzó mucho antes, se considera que esos volcanes fueron evolucionando en los últimos 30 ó 35 millones de años.
El patrimonio geológico canario es inmenso y Geosites escoge lo que es más diferenciador a nivel internacional. Así en la isla más antigua, Fuerteventura, se señala que es una de las tres en las que aflora el denominado complejo basal. Es el único caso en el mundo de isla oceánica con rocas sedimentarias del fondo marino del Jurásico. Además, este complejo basal está atravesado por la mayor red de diques (grietas rellenas de lava a través de las que el magma viaja en su ascenso eruptivo) que se conocen en todo el planeta.
El fenómeno volcánico más llamativo de Lanzarote sucedió en los siglos XVIII y XIX con más de 300 conos volcánicos. Estos episodios formaron un paisaje singular que llevó a la Unesco a declarar toda la isla como Reserva de la Biosfera. El Parque de Timanfaya encierra las mejores formas volcánicas resultantes y se pueden visitar 25 cráteres y otro tipo de restos.
En Gran Canaria comenzaron a emitirse hace 16 millones de años lavas en el fondo marino. De ahí arranca la historia insular, que se forja 14,5 millones de años atrás cuando emergió el edificio volcánico y se iniciaron las emisiones ya en tierra firme. En un primer ciclo formaron un gran edificio que al crecer tanto se volvió inestable. El posterior hundimiento de su cúpula central produjo la Caldera de Tejeda (28 x 18 km), la estructura volcánica principal de la isla.
La inactividad ha presidido los últimos 500-600 años en la isla. Geosites no se olvida del singular icono grancanario por excelencia: el Roque Nublo, el resto de un antiguo volcán de 2.500 metros de altura que coronaba Gran Canaria hace 3 millones de años.
Wimbledon empezó todo
En la segunda mitad de la década de los años 90 del siglo pasado el geólogo William Wimbledon, profesor e investigador de la Universidad de Gales, impulsó desde la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS, por sus siglas en inglés), la creación de un grupo de trabajo para desarrollar el proyecto Global Geosites, que cuenta con la colaboración y el auspicio de la Unesco.
Siendo primero de ámbito europeo, después traspasaría fronteras y lograría convertirse en un objetivo para geólogos y conservadores del patrimonio geológico en todo el mundo. Países como España, Reino Unido o Portugal ya han finalizado su inventario nacional. En otros se continúa con la tarea que, por otra parte, siempre está sujeta a la actualización constante. Realizar este inventario, en el que están implicados expertos de todo el mundo, persigue la divulgación, para que cualquier ciudadano pueda conocer los hitos del patrimonio geológico y se acerque a la evolución e historia de la Tierra, y asimismo la geoconservación.